Pepa Beltrán, última expulsada de la duodécima edición de Gran Hermano se sienta a corazón abierto en este Confesionario, para hacer frente a las acusaciones de Jesús -su expareja-, y contarnos la verdadera historia de su relación, que dista muchísimo de la que este nos contó en un principio.
Estas son algunas de las tremendas declaraciones que Pepa Gh12 ha confesado durante esta entrevista:
“Jesús ha sido condenado por pegar una paliza a su ex, y dejarle media cara de titanio”
“Me dio una paliza tremenda, patadas y puñetazos en la cara, e incluso me arrastró 200 metros por el suelo”
“Me amenazó con matar a mis hijos si le hacía algo malo”
“Que le den por culo al maltratador de Jesús. Por mí ya te puedas morir, pero a mí no me chantajeas más”
Pepa, ¿crees que las declaraciones de tu ex pareja han sido el detonante para que la gente te quisiera fuera de la casa desde el minuto cero?
La gente ha visto a un chico joven lamentándose por amor –aún siendo mentira-, y desde ese momento me convertí, para los que no me conocen, en una bruja capaz de hacer cualquier cosa a un chaval de 29 años. Y nada más lejos de la realidad.
Jesús aseguraba que manteníais una relación cuando entraste en Gh12, ¿hay algo de verdad en todo lo que contó?
Qué va, yo terminé con Jesús en Junio, después de haber asistido con él a la boda de un familiar suyo.
¿Por qué le dejaste?
Porque empezó a entrar mucho en el cuarto de baño. Y eso significaba que había comprado material para meterse por la nariz.
A mí no me va ese rollo y él no me hacía ningún caso, así que le dejé y me fui a mi casa.
¿Cómo actuó Jesús al escuchar claramente que lo vuestro había terminado?
Como no dejaba de llamarme, a la semana siguiente fui a hablar con él para intentar hacerle entender que todo se había terminado. Pero no sabes la que me lió, estaba como un loco
No puedes ni imaginar lo mal que lo pasé… Le dio un medio ataque en el sofá por todo lo que se había metido y por todo lo que había bebido, encontré 2 papelinas y 3 botellas de ron en la basura.
¿Por qué no avisaste a una ambulancia y te marchaste de allí?
Porque no paraba de decir que si me iba se iba a suicidar, y tuve que cerrar puertas y ventanas y aguantar como pude la situación.
Me dio un ataque de ansiedad enorme y le pedí por favor que me dejara ir al hospital porque no podía más, pero me chillaba que si salía por esa puerta se mataba y que yo tendría que vivir el resto de mi vida con esa culpa.
¿Cómo se resolvió la situación?
Aguanté como pude hasta la mañana siguiente, que me armé de valor e hice de tripas corazón saliendo por esa puerta sin mirar atrás, para no volver nunca más.
¿Seguisteis manteniendo algún tipo de contacto?
A la semana siguiente se fue a vivir a Almería, pero nos llamábamos.
Kiko, me tenía enganchada por lástima, porque no paraba de decirme que no tenía a nadie más, que me amaba y que sin mí no quería vivir.
¿Fue entonces cuando te presentaste a Gran Hermano?
Sí, porque empezaba a sentirme como liberada. Me había conseguido quitar de un hombre que me iba a hacer infeliz de por vida.
¿Cuando le conociste ¿nada te hizo pensar el tipo de persona que era realmente?
Qué va, era un chaval simpático y me gustó, además yo conocía a su padre.
Pero al tiempo de estar juntos le cogí unos documentos en los que se veía que había estado en la cárcel, y me contó que le habían cogido en una moto de agua en el Estrecho de Gibraltar con costo.
¿Cómo te enteraste de los verdaderos motivos por los que Jesús había estado en prisión?
Al año y pico empezaron a llegar unas notificaciones que no concordaban con lo que me había contado, y le dije que no me creía su historia.
Entonces me contó que tuvo una pelea con una tía con la que había estado saliendo, que los dos estaban muy colocados, y que después le había denunciado por malos tratos llevando a testigos falsos.
¿Te creíste su versión sobre la sentencia de malos tratos?
Sí, porque él me lo negaba todo. Y desde entonces, Jesús tiene que hacerse una prueba de orina todos los meses, porque para obtener la libertad condicional alegó ser un drogadicto y que en ese momento estaba pasado de todo.
¿Te enteraste de algún otro problema que Jesús haya tenido con la justicia?
Sí, por violar presuntamente a una chica de Almería. Pero salió absuelto del juicio.
¿Jesús te ha llegado a poner la mano encima durante vuestra relación?
Jesús me dio un pedazo de paliza increíble. Kiko, esa es la verdad.
–A partir de este momento Pepa es incapaz de controlar sus lágrimas y comienza a llorar amargamente durante nuestra conversación, teniendo incluso que parar por momentos al ser incapaz tan siquiera de respirar con normalidad al revivir en su mente esos terribles momentos-
Pepa, sé que es muy difícil para ti recordar esos momentos, pero, ¿qué sucedió durante esa paliza?
Me metió una paliza de patadas y puñetazos en la cara, patadas en la boca, en el pecho y en el estómago… Yo estaba arrinconada en una parte de la oficina y Jesús me llevó arrastrando por el suelo durante 200 metros.
Kiko, me dio patadas hasta en el carnet de identidad… Eso no fue una torta, fue una paliza tremenda que me dejó 4 días sin poder moverme de la cama.
¿Nadie escuchó lo que estaba pasando? ¿Nadie acudió en tu ayuda?
Hubo dos chicos que lo escucharon y vinieron para intentar ayudarme. Pero Jesús al verlos les chilló que si se arrimaban los mataba…y los pobres chavalitos se asustaron y se fueron corriendo.
¿Cómo lograste escapar de allí?
En un momento que se fue a hacer un porro, me arrastré agachándome por el suelo y salí corriendo de esa oficina, descalza, y como pude...Paré un taxi en el que iban 3 magrebíes, que al verme en esas condiciones me pedían que les dijera quién me había hecho tal cosa para ajustarle las cuentas, pero yo sólo chillaba la dirección de la casa de unos amigos.
¿Cómo reaccionaron tus amigos al verte llegar así después de recibir tal paliza?
Cuando me vieron cómo venía, desgarrada y totalmente destrozada por los golpes, me pidieron que fuéramos a denunciar a Jesús, pero yo no quise.
Tampoco podía irme a mi casa y que me vieran así mis hijos. Así que me quedé con ellos, y al rato apareció Jesús dando golpes en su puerta, venía buscándome cómo un loco…pero no abrimos.
¿Por qué no denunciaste a Jesús por malos tratos?
Porque podía aguantar que me hiciera algo a mí, pero tenía miedo de que si le denunciaba, hiciera algo a mis niños.
¿Jesús te amenazó con hacer daño a tus hijos?
Sí, me decía que si alguna vez le hacía algo, se iba a poner en una esquina e iba a rajar a mis hijos sin que se dieran cuenta.
Tras la paliza ¿rompiste con Jesús?
Sí, durante un tiempo, pero me llamaba todos los días, me decía que le perdonara, que no quería decir esas cosas, que sólo las decía para que volviera con él.
Y así me tenía…enganchada a la pena y enganchada a las cosas que me decía que iba a hacer si no estaba con él.
Me decía, que si no iba con él, se iba a meter los 5 gramos que acababa de comprarse, que iba a matar a mis hijos… utilizaba un chantaje tan brutal para mantenerme atada a él que yo no sabía salir de ahí. Y me obligaba a muchas cosas…
¿Cómo pudiste seguir con vuestra relación tras amenazar de muerte a tus hijos y recibir tal paliza?
Jesús me decía que me notaba rara, ¡y cómo no iba a estarlo! eso no era amor, me obligaba a estar con él con sus amenazas…es muy fuerte Kiko.
La misma pena que se curró con todos mientras yo estaba en la casa, es la que se curraba conmigo día a día.
¿Te arrepientes de no haber denunciado en su momento?
Sí, Kiko, he sido una gilipollas, porque una cosa es que me hagan daño a mí y otra muy distinta que le puedan hacer daño a mi gente, ahí es donde cuesta mucho trabajo tragarse muchas cosas…
¿Cómo te has sentido al ver las imágenes de la ex novia de Jesús narrando que tras la paliza que la dio tuvieron que ponerla media cara de titanio?
Kiko, hasta ver esas imágenes no tenía ni idea de lo que realmente había pasado.
Pero me imagino cómo se pudo sentir esa muchacha, porque si yo no llego a escaparme aquel día, quizás habría salido igual que ella, porque las patadas que me dio en la cabeza eran para reventarme…
Ahora entendemos perfectamente por qué tus hijos se oponían totalmente a esa relación.
Claro Kiko, mis hijos estaban en contra. Pero mientras estuvimos juntos yo les engañaba, sabían que iba a ver a Jesús, pero yo no se lo contaba. Sin exagerar, mis hijos me llamaban más de 30 veces durante el fin de semana para asegurarse de que estaba bien.
Y yo me siento culpable por todo lo que ha pasado, aunque mi familia me apoye, pero al final eso es lo que consiguen los maltratadores, que la víctima se sienta culpable, ¡maldita sea! ¡porque yo tenía que haber salido antesde ahí!
¿Qué te pareció el enfrentamiento en “Resistiré, ¿vale?” de Jesús contra tus dos hijos?
Cuando salí de Gh12, mis hijos me sentaron en el salón de casa para ponerme las imágenes y contarme todo lo que había pasado.
Y lo pasé muy mal, pero a la vez muy orgullosa de tener dos hijos que son un encanto, que tienen una educación exquisita, y que estuvieron súper correctos, aún teniendo a ese delante metido de coca hasta el culo.
Por eso lloré en “El Debate” por la indignación de haber visto el día antes las imágenes, sabía que la gente me había visto por los ojos de Jesús, y me vine abajo y me sentía muy impotente.
¿Entiendes que el hermano de Jesús se haya puesto de su parte y que fuera él quien nos facilitó en un principio, toda aquella historia de desamor? ¿Esperabas algo así?
No lo entiendo, porque él también ha sufrido la agresividad de Jesús. Una noche le rompió la luna del coche a su hermano, y tuvimos que escondernos en la cocina porque cogió un cuchillo enorme para matarnos a su hermano y a mí.
¿Cómo te sientes al saber que Jesús me ha enseñado fotos, videos y mensajes tuyos muy comprometidos?
Es indigno, y me siento avergonzada, pero son cosas que se hacen en la intimidad de la pareja, y él me prometió hace años que los había borrado todos, pero está claro que lo guardó con premeditación.
Porque todo lo hace por dinero, no sabes tú lo bien que le tiene que haber venido el dinero que ha cobrado, seguro que se lo ha gastado en dos noches en Madrid.
¿Has tenido noticias de Jesús desde tu salida de la casa?
Me deja amenazas, intimidaciones y burradas en mi Tuenti. Sigue llamándome, y su hermana me envía mensajes, pero yo no contesto, no quiero saber absolutamente nada de él.
El tío está todo colgado, porque mientras he estado con él se metía menos porque lo hacía a escondidas, pero desde que lo dejamos imagínate cómo tiene que tener las neuronas.
¿Ahora te sientes con el suficiente valor para denunciar a Jesús?
í, voy a hablar con mi abogado. Kiko, yo no puedo tirarme el resto de mi vida con miedo y amenazas.
Y al principio yo no quería denunciar, y piensas “estaba colocado”, pero no es eso, es que es un sinvergüenza y un maltratador, y además hay una sentencia que lo prueba.
¿Tienes pruebas que demuestren lo que sucedió aquella noche?
Los amigos a los que acudí tras la paliza me han dicho que piensan ir a declarar donde sea necesario.
Y tengo un email que envié a Jesús en el 2008 en el que le recuerdo toda nuestra historia, incluida la paliza.
¿Tienes miedo a lo que Jesús pueda llegar a hacerte?
Claro que tengo miedo, pero mis amigos y mis hijos no me dejan sola ni un momento, no se fían de si puede estar en cualquier esquina.
Pero también tengo mucha rabia y mucho coraje dentro, soy la gilipollas más grande que hay, me ha chantajeado psicológicamente y siempre he caído en su trampa.
Porque ya lo digo muy claro, ¡qué le den por culo al canalla y al maltratador de Jesús! que se mete 2 rayas de coca y le da igual todo, y ahora soy yo a quien le da igual, porque Jesús, por mí ya te puedas morir, que a mí ya no me chantajeas más. Y parecerá cruel, pero ya no tengo pena.
Y por favor Kiko, quiero transmitir a todas las mujeres de este Confesionario que no se fíen de los perdones, porque los perdones en estos casos no sirven de nada, y al final sólo terminas destruída y sintiéndote culpable…
Pepa, desde este Confesionario te agradecemos y felicitamos por el valor con el que has narrado esos trágicos episodios que has sufrido en tu vida, y sobre todo, por el coraje de hacer frente a la persona que tanto daño te ha causado, deshaciéndote hoy de lo único que le hacía tener algún tipo de poder sobre ti, tu miedo.
Teléfono para mujeres maltratadas: 016
Por último, no puedo despedirme sin dirigirme a Jesús, expareja de Pepa Gh12 que para colmo, rizando el rizo, ahora se permite el lujo de ir diciendo que yo, Kiko Hernández, le he robado las fotos -que nos mostró tanto a mí como a otras personas con las que trabajo- con las que intenta comercializar vilmente, intentando así desviar la atención hacia otro lado cuando se ha visto acorralado por toda la mierda que ido creando a su alrededor.
Jesús, ten claro que aquí el único que tiene por costumbre traspasar todos los límites legales habidos y por haber, eres tú, que por algo has ido a parar con tus huesos en la cárcel. Pero es una pérdida de tiempo intentar razonar con alguien así, ¡porque hasta mi perro tiene más moral que tú!
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