La escapada romántica de Sofía Suescun y Kiko Jiménez a Ibiza está dando para mucho. La parejita de moda sigue cebando el morbo y negando una y otra vez que entre ellos exista una relación, mientras protagonizan multitud de imágenes regalándose carantoñas en actitud excesivamente cariñosa y cómplice. ¡Tanto es así que Sofía y Kiko ya disfrutan de un grado de confianza máximo!
Cierto es que Sofía no es de las personas más tímidas y recatadas que podamos echarnos a la cara, pero lo que ha sucedido con Kiko en Ibiza no lo habíamos visto con ninguna de sus ex parejas.
Tras haber disfrutado de un intenso día de playa, Sofía y Kiko debían dar por finalizado su viaje relámpago a Ibiza y poner rumbo de nuevo a Madrid. Abandonaron la playa y se dirigieron hacia el coche de alquiler con sus trajes de baño todavía puestos y Sofía, ni corta ni perezosa, decidió comenzar a cambiarse de ropa en mitad del aparcamiento.
Mientras Kiko se introducía en el coche por la puerta del piloto, Sofía se situaba a la altura de la puerta del copiloto y, en el espacio entre su coche de alquiler y el que tenía aparcado al lado, se quitaba la parte de arriba del bikini y se ponía una camiseta blanca. Pero el espectáculo no terminaba ahí.
Kiko salía del coche y se reencontraba con Sofía, agarrando su cintura propiciando un acercamiento con la de Pamplona pero esta, tras intercambiar un par de frases con él, cogía unos shorts vaqueros y comenzaba a bajarse la braguita del bikini incluso antes de ocultarse parcialmente entre los dos coches.
¿Y Kiko qué hizo mientras Sofía dejaba al descubierto el Suescun en medio de la calle? Pues mirar. Posicionarse entre los dos coches y, simple y llanamente, mirar.
Nada de vigilar si venía alguien, nada de ponerse de espaldas para dar privacidad a Sofía, nada de tapar a la chica con una toalla a modo de vestidor improvisado… Kiko se quedaba parado entre los dos coches y no perdía detalle del espectáculo que estaba dando Sofía en plena calle. Buena muestra de ello era su sonrisa.
Poco después, se ponía a enredar con el móvil y se acercaba a ella. Y, acto seguido, Kiko se echaba mano a la entrepierna para recolocarse, cogían sus cosas y se marchaban rumbo al aeropuerto.
Juegan al despiste porque les conviene cebar este juego pero es más que evidente que entre estos dos existe algo más que amistad, porque no es de lo más habitual bajarse las bragas y quedarse como tu madre te trajo al mundo delante de tu compañero de trabajo, y sin el menor ápice de pudor…
Un lío amoroso que cada día se vuelve más enrevesado. Kiko lo deja con Gloria Camila y él acusa a su ex de haberle sido infiel. Misma acusación que recibe él del círculo más cercano de Gloria Camila, quien acusa a Kiko de haber comenzado una relación con Sofía antes de haber roto con ella.
Y, mientras la relación entre Kiko y Sofía Suescun va tomando forma, Gloria Camila se deja ver con Alejandro Albalá en el reservado de una discoteca de Sevilla. ¡Si esto no es rizar el rizo que baje Dios y lo vea!
Pero, lo más curioso de todo es que, cuando me encontré con Sofía el otro día por los pasillos de Telecinco, no dejó pasar la ocasión de llamar aprovechado a su ex, Alejandro Albalá, alegando que ya no le quedan hijas de folclóricas con las que liarse. Comentario con el que hacía referencia a su matrimonio fallido con Chabelita y a los recientes rumores que le relacionaban con Gloria Camila.
Qué casualidad Sofía, el mismo número de ex parejas de hijas de folclóricas a los que pareces haber consolado tras sus rupturas. Primero Albalá, y ahora el ex-novio de Gloria Camila... ¡Al final va a resultar que sois almas gemelas!
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