CUENTUM OF SOLAS

telecinco.es 07/11/2008 01:25

Barbara Broccoli es una señorita de 48 años muy guapa y elegante y además una de las personas más importantes de Hollywood. Hoy en el estreno de Quantum of solace estaba allí, pero ni posó en el photocall ni recibió los chillidos de nadie (sólo los míos, que gritaba "¡¡¡Broccoli, Broccoli!!!", mientras los demás me miraban pensando que no era más que un chalado deseoso de una ensalada).

Es gracioso que ella pudiese, con un simple telefonazo, hacer que Daniel Craig, Pierce Brosnan o INCLUSO EL DUQUE no volviesen a trabajar en su vida y, sin embargo, nadie supiese quien era.

Decidí que yo quiero ser un día ESE TIPO de famoso.

Pero bueno, que divago, para no dejar de ser yo. Hoy mis jefas de telecinco.es dieron una nueva perspectiva a mi ya de por sí variada carrera de pasillero: fotógrafo de photocall. Un photocall es un sitio donde un montón de tipos con teleobjetivos se pasan dos horas cagándose en Dios y de vez en cuando dejan de blasfemar con asuntos divinos para pasar a blasfemar con asuntos más terrenales de la siguiente manera:

-¡¡¡A la derecha, la hostia puta!!! ¡¡¡Amaya, que mires a la derecha, JODER!!!

Yo no tenía tales problemas: estaba demasiado ocupado olvidándome de poner el flash cuando tocaba y el automático cuando no era, de modo que las fotos tienen un toque artístico involuntario que las hace inigualables. Dadaísmo y cosas así.

Pongo en situación a los lectores. El Palau de les Arts de Valencia acogía el fin de la gira europea de Quantum of Solace. Como Telecinco.es lo emitía todo en directo, allí que me colé. Tony Aguilar, de Los 40 Principales, animaba el cotarro pinchando canciones y comentando la situación a través de los altavoces, cuyo sonido se expandía unos 700 kilómetros a la redonda.

Durante dos horas pusieron canciones de las películas de James Bond. Al principio, cuando sonaban algunas tan bonitas como You only live twice de Nancy Sinatra o mi favorita cuando era más pequeñito que Almudena, Dance into the fire, de Duran Duran, era hasta agradable. Cuando después de dos horas la sintonía de Bond se volvía a repetir todos sentíamos ganas de arrancarnos las orejas y arrojárselas al DJ en señal de sentida crítica.

Los fotógrafos estaban, como conté, muy descontentos con la organización de todo aquello. La idea era sacar al personaje en cuestión ante los logos de la película y con el fondo del bello Palau de les Arts y las no sé qué de Valencia, que era por cierto donde estábamos.

Pero en realidad el photocall estaba dispuesto de tal manera que desde el 70% del mismo la perspectiva ofrecía en realidad el bello fondo de un Carrefour cercano. Cuando vi la película noté que había publicidad de mil cosas (¡ay, esos bellos anuncios de noventa minutos!). Ford y Sony Ericson por un tubo. Pero un Carrefour no había en Quantum of Solace.

El título de la película es divertido de pronunciar en castellano y Tony Aguilar, que animaba a los presentes contando la vida y milagros de Bond y poniendo sus cancioncitas, lo repitió mil veces. Quantum of Solace viene pronunciándose Cuentum of solas. Eso podría ser una secuela de Solas, la película de Benito Zambrano, ya que estamos hablando de cine.

Llegaron los miembros del grupo Melocos. Como venía diciendo, mientras Barbara Broccoli provocó indiferencia, los miembros de un grupo llamado Melocos provocaron pasión. Tony Aguilar los pilló por banda para hacerles una pregunta de lo más interesante que tuvo la respuesta que se merecía:

TONY AGUILAR: ¿Quién os gustaría que interpretase la próxima canción de James Bond?

MELOCOS: Melocos.

Claro, podría llamarse "Tu sonrisa" o "Corazón herido". Recordemos que ahora Bond se nos ha vuelto profundito.

Los fotógrafos no son sólo seres muy temperamentales, sino enormemente prácticos. Una señora muy elegante apareció ante el photocall mirando a los fotógrafos, que se lanzaron como águilas a sacar la instantánea de la mujer. En ese momento apareció un guarda y ella le dijo:

-¿Y el baño?

-Ya irá usted dentro -le respondió.

No nos engañemos, hasta yo hice fotos de la señora. Era una señora muy fotogénica. También estaba por allí Paloma Lago. ¿Qué ha sido de ella? Yo, al menos, la añoraba. Y cada día está más joven y turgente. ¿Qué hará? Es un milagro. Tony Aguilar le preguntó qué le parecía aquel espectáculo y ella soltó una de las mejores frases de la noche:

-Unir el arte de Calatrava con un estreno de esta magnitud y la ciudad de Valencia es un trío de ases.

También apareció por allí Antonia Del'atte. Antonia está como un cencerro y me encanta que cada día se encargue menos de disimularlo. No sólo simuló se runa chica Bond ante los fotógrafos, pegando tiros con la mano a los fotógrafos, sino que cuando Tony Aguilar la cogió por banda con el micrófono y le preguntó no sé qué ella se libró de él de la siguiente manera:

-¡¡¡Disfrutad de la película y feliz navidad!!!

Un caballero de la organización se acercó a contarnos que Daniel Craig y Olga (no recuerdo su apellido, vamos a llamarla VIRULENTA) Virulenta no posarían juntos ante los fotógrafos. Éstos se cagaron en todos sus muertos. Yo sentí cierta pena por este caballero que viene siendo como las operadoras de Telefónica: tienen que dar fatales noticias y recibir todo tipo de insultos cuando las pobres no tienen la culpa de nada. El de la organización explicó que no era decisión suya, que era decisión de los publicistas que posasen por separado.

En realidad es una idea brillante: que ningún medio español cuente con una foto de la pareja protagonista de la película del año para sus portadas. ¿Estudiarán esa táctica en las escuelas de publicidad? Deberían. Yo propongo otra: sacar a la estrella de la película metido en una bañera llena de heces. Eso tiene que arrastrar a la gente al cine.

La actriz Rosana Pastor protagoniza un paso fugaz por el photocall. Cuando no llevaba ni treinta segundos posando un organizador prácticamente la empujó para que se alejase. Pues muy bien que alejen a Rosana Pastor, sí. Esta actriz no disfrutó ni de la cuarta parte de tiempo en la alfombra roja de la que sí disfrutaron rutilantes estrellas como:

-Patricia Montero: Be en Yo soy Bea.

-Miguel de Miguel:

no sé quién en Yo soy Bea.

-Lorena: ganadora de una edición de OT y afamada cantante de dos discos en los que canta canciones de otros

El mundo funciona a veces de curiosas maneras. Cuando llegó Daniel Craig todo el mundo gritó mucho y él, muy apañado y simpático, no sólo se hizo fotos con los fans, sino que se encargó de coger la cámara él mismo para hacérselas. Fernando Guillén Cuervo gozó de un trato de estrella casi más pronunciado que el de Craig. Bello es que un actor español aparezca en una superproducción extranjera, sí, pero no seamos paletos: aparece tres minutos sumados y lo de ver a uno de los nuestros haciendo de malvado sudamericao ya se remonta a los tiempos del Jurásico. En todo caso, es él el que cierra el photocall posando muy cariñoso con Olga Virulenta.

En la zona VIP, más tarde, estaban Daniel Craig y Marc Foster, el director, bebiendo agua. Sólo agua. Es posible que se pasasen a algo más contundente más tarde, pero yo no pude verlo: una señorita me invitó amablemente a abandonar el lugar. "¿Es que no sabes quien soy?", le espeté. "Pues no". "Vale, entonces me voy".

Dentro del Palau se iba a proyectar la película. Para ello se contó con una introducción por parte del presentador español que primero viene a la cabeza cuando uno piensa en la clase, la acción, el estilo, el sexo y la historia de las películas de James Bond.

Christian Gálvez.

Christian Gálvez apasionó a la audiencia con un discurso en el que no faltaban los "molas" y los "flipas". Poco después entraron los actores de la película, el director y, como empecé contando, mi señora favorita de la noche: Barbara Broccoli.

El presenador de Pasapalaba preguntó lo siguiente a una de las mujeres más influyentes de Hollywood:

-¿Cuál es el secreto para que las películas de James Bond sean un éxito tras otro?

Broccoli, con su elegante melena rubia, demostró que los secretos son exactamente eso, secretos, y más cuando millones de dólares están en juego. Desde luego, si hay un secreto, no se lo iba a decir a Christian Gálvez. Así que antes de que todo el equipo desapareciese de la sala sin molestarse en disimular y hacer que iban a tragarse de nuevo la película que habían hecho, Barbara respondió:

-Estoy muy feliz de estar aquí esta noche. Espero que disfruteis de la película.