Mi aventura polar en la (caseta situada frente a la) fiesta de los Goya en doce puntos:

telecinco.es 15/02/2010 04:39

Como se estila últimamente, empezaremos por el punto uno para terminar en el doce:

1. Aclaro algo antes de nada, porque vi anuncios por la web que pueden llevar al engaño: yo no he estado en ninguna fiesta. He estado en una pequeña carpa con una temperatura media de -1º situado en la calle José Abascal, frente a la entrada a la fiesta en Moma. Ciertamente había sólo unos metros hasta la fiesta físicamente, pero emocional y meteorológicamente hablando yo estaba en Siberia. Los planes, claro, eran que yo estuviese dentro de la fiesta que Telecinco Cinema organizaba tras los Goya, pero eso fue en el paraíso de elfos felices en los que a veces viven mis jefas. En Telecinco Cinema no querían que hubiese ningún periodista dentro de la fiesta, para comodidad de los invitados. Lo cual es muy lógico. Pero yo no soy un periodista sino un pasillero, aunque probad a explicar eso a cualquiera por teléfono...

2. Aquí es donde me pasé yo dos horas a una temperatura de 2º:

No os dejéis engañar por esos serviciales radiadores de cafetería de invierno. Esos aparatos estaban allí para calentar a los actores que iban llegando al photocall y al staff que trabajaba en él, no a los fotógrafos que esperaban en la caseta blanca. La temperatura y la magnífica localización del emplazamiento se convirtieron rápidamente en el tema principal de conversación y apuntó uno de los presentes: "yo he estado en sitios peores, como los juzgados de Alcobendas". Yo también: una vez de pequeñito me caí a una especie de pozo negro y casi no lo cuento.

3. Sufriendo junto a mí y los fotógrafos estaban cámaras y reporteros de Sálvame, El programa de Ana Rosa y Europa Press. Se ve que un conflicto entre reporteros de los dos últimos surgió en un momento dado, porque comentó muy molesto alguien: "¿El de Europa Press qué? ¿Va a seguir metiendo la cámara y robándonos las declaraciones?". Amiguitos, os traigo unas exclusivas de tejemanejes y líos empresariales que no os podéis quejar.

4. Algunos actores iban llegando. Unos querían posar para las cámaras y otros no. Algunos lo hacían rápidamente y se iban corriendo, pasando de los reporteros. Uno de ellos fue Natalia Verbeke, que, explicó una chica de la organización, "tiene frío". ¿En serio tendría frío? La temperatura era estupenda para todos nosotros, que estábamos allí esperándola en camiseta hawaiiana.

5. Eduardo Noriega llegó junto a Natalia Verbeke, pero él si se paró para hacerse unas fotos y atender a los reporteros. Eso sí, en cuanto vio uno de los micros puso una cara horrible y exclamó: "¿Sálvame? Pfffff". Pese a todo, el intérprete de películas inolvidables como Carretera y manta o Chá chá chá, que suele poner verde la televisión, se paró muy amablemente a hablar con el reportero de ese programa que tan poco le gusta. No pude evitar recoger testimonio gráfico de tan sorprendente instante:

No puedo evitar comentar que siempre me ha parecido rarísimo que el galán oficial del cine español sea un chico que siempre tiene cara de acabar de levantarse con una resaca horrenda.

6. El actor Antonio Velázquez salió del Moma a la hora de haber entrado para intentar colar a unas amigas suyas. Pero los responsables de la entrada le dijeron que de eso nada. No sé si el momento me alegró o me entristeció. Por un lado uno sufre al ver a tres chiquitas que parecían realmente emocionadas por entrar a una fiesta gracias a su amigo actor quedarse en la puerta. Por otro lado, yo llevaba ya para entonces una hora pasando mucho frío bajo una estúpida carpa y me pareció casi un triunfo del proletariado que le negasen algo a un actor, por mucho que haya hecho de Paquirri y salga en Sin tetas no hay paraíso.

7. Las chicas consiguieron entrar diez minutos después.

8. "La fiesta se acaba cuando lo decida Luis Tosar", anunció en un momento dado una de las chicas responsables del acceso de las celebridades. Pues me da a mí que Luis Tosar decidió que ni siquiera empezase, porque, por lo que yo sé no apareció. ¿Y por qué no sé si apareció? Porque la fiesta empezaba a la una y yo me fui cuando eran las tres menos diez, considerando que dos horas de espera a 0º de temperatura no se las merece ni Luis Tosar ni el Sha de Persia.

9. Las teorías empiezan a llegar: Luis Tosar no va a venir porque al día siguiente tenía que coger un vuelo para empezar un rodaje. Por otro lado a mí me contó un pajarito que los actores estaban citados el lunes a primera hora con Zapatero, así que o aparecían todos con cara de Eduardo Noriega o no iban a estar para muchas fiestas.

10. El pajarito ese también me contó que, por motivos que no vienen a cuento aquí, el equipo de Celda 112 no iba a ir a la fiesta. Como yo me fui a las tres de la mañana no sé si ese rumor resultó ser cierto.

10. Alejandro Amenábar y todo el equipo técnico de Ágora, cada uno con su Goya, sí aparecieron. En limusina y muy contentos. Venían de otra fiesta donde había barra libre de Jameson, lógico.

11. En un momento dado una incauta pareja entró por el lado equivocado de la alfombra roja y los fotógrafos les pidieron que posasen para los medios. Obedecieron muy asustados. Pensé en hacer lo mismo para intentar que el calor de los flashes calmase mi incipiente hipotermia, pero no iba vestido adecuadamente para pasar ni por actor (ni por barrendero).

12. Permitidme finalizar con un sentimiento. Los actores me dan todos mucho miedo y no me caen demasiado bien. Hay una canción muy sabia que dice "es mejor que te odien a que te amen por algo que no eres". Y claro, los actores son gente para los que ser alguien que no eres es un trabajo. Es normal que puedan albergar cierto rencor contra el mundo. Y que yo los prefiera lejos. Obviamente hay excepciones. Hay actores maravillosos, como todos aquellos que están leyendo esto.

Recordad que también hay más datos e impresiones sobre la (caseta situada frente a la) fiesta aquí, aunque yo a ese invento no le acabo de ver la gracia. En cualquier caso, a eso de las tres cogí un taxi y me fui a mi casa. A la altura de Recoletos los camiones del ayuntamiento ya empezaban a echar sal sobre el asfalto.