Una muchacha anónima a otra: "En Sálvame se ponen hasta las tetas"

telecinco.es 10/11/2009 18:30

Buenos días amiguitos,

no sé si soy yo, que cuando llega el frío sólo deseo quedarme en casa y no saber nada del mundo exterior, o que el mundo está en uno de sus puntos más aburridos y, por extensión, la tele resulta actualmente más soporífera que nunca. ¿Cuánto hace que un reality no nos hace vibrar de verdad o que desde las ondas conocemos a uno de esos personajes impagables que antes surgían como rulos en la cabeza de Pilarita? Estoy muy desesperanzado, vamos. Esto viene porque últimamente tenemos algunas de las batallas televisivas más aburridas de la historia y resurgen los casos más sobados de España a falta de nuevos escándalos. Ayer me enteré de que existe una batalla entre Ángel Martín y Risto Mejide y yo, que debo de estar en Babia, no me había dado cuenta. Risto Mejide dice que Ángel Martín es un pesado cuya gracia desapareció hace unos cuantos meses y Ángel Martín dice que Risto Mejide ha pasado de ser el azote oficial de la televisión para convertir su programa en un monográfico de Belén Esteban y Jesús Mariñas.

El asunto es que los dos tienen razón. ¿Dónde está la gracia entonces? Lo divertido de cualquier conflicto -y no sólo lo divertido, sino su mismísima base- no es que dos luchen porque tienen la razón sino porque creen que la tienen. Y como terrible añadido, los dos tienen razón pero ninguno de ellos tiene chispa argumentándola. Risto dice muchos tacos y eso convierte cualquier discurso en una discusión de taberna morrallera. Ángel Martín recurre a gags como el de un Risto abrazado a un osito de peluche, imagen tan corrosiva y poderosa que podría salir de la mente de unos niños de once años. A ver, fans de Sé lo que hicisteis, que sí, que Telecinco puede ser todo lo que queráis, pero no saquéis conclusiones por compararnos con el genio cómico de Ángel Martín y Patricia Conde, que es para morirnos todos de la pena. Comparadlo con Tina Fey o Jon Stewart y entonces diremos: ah, sí, ¡la verdad es que no valemos para nada!

Luego está lo del caso Malaya. El caso Malaya debe de ser apasionante y los datos de Sálvame Sálvameel viernes hablan por sí mismos y no soy yo quien para venir a decir que debe de estar todo el mundo equivocado, pero a mí personalmente ya me aburría en su día y ya no tengo palabras para decir cuantísimo me aburre ahora. ¿Otra vez nos cuentan que Isabel Pantoja debe de ser un auténtico bicho? Pues menuda novedad. Y Antena 3 mientras tanto ha encontrado un minifilón con Jesulín de Ubrique frente al estrellato de Belén Esteban en Telecinco, dicen por ahí todos los medios, pero la diferencia es que Jesulín es bastante más aburrido y no dará para mucho más que para contar que no usa ropa interior, cosa que podíamos vivir sin saber y que no lo convierte en un mito sexual a la altura de Sharon Stone, precisamente, sino simplemente en otro estandarte de la España más antihigiénica. Ahhhh, si es que la tele no sólo está aburrida, está de lo más guarra.

En fin, hablando de Belén Esteban, cosa rara en este blog: me fui a verla esta tarde a Sálvame porque hoy al alba fue anunciado mediante correo electrónico masivo que en el programa le iban a dar una gran sorpresa y nadie debía perdérsela. Cuando iba hacia allí me encontré con una pila de extraños elementos almacenados junto a una carretilla que desataron a su alrededor un encendido debate sobre lo verdadero de su naturaleza. Como siempre, una cámara mágica que capta diálogos contenidos en prácticos bocadillos permitió recoger la situación:

También cuando iba hacia allí me crucé con dos caballeros por los pasillos que iban mirando las fotografías de las estrellas de la cadena que se exponen en las paredes -sustituyendo a unas inservibles pinturas de Gaughin- y dijo uno de ellos:

-No son feas las presentadoras.

Y le respondió el otro:

-En los carteles sí pero luego las ves por la calle...

Tenemos mucha conciencia en Telecinco del photoshop, esa goma de borrar del siglo XXI que ha permitido milagros como el calendario de Ana Rosa año tras año, pero aún así queda gente que cree necesario explicarnos que a veces las fotografías no representan la realidad. Pues muy bien, tiene que haber gente para todo y yo no debería quejarme de que la gente vaya por ahí constatando datos obvios porque hace cosa de unos tres años tuvieron que explicarme a mí que el arroz no era pasta, sino cereal.

Desde que esta mañana un mail informó a la población de que a las cinco menos cuarto de la tarde -al final fue cuarenta minutos más tarde, eso sí- Belén Esteban iba a recibir una sorpresa en Sálvame no había mucha duda:

-Eso es que va a dar las campanadas -dijeron unas quinientas ochenta personas a la hora de comer.

Este paisaje que presentaba el plató cuando llegamos no hizo que se nos quitase esa idea de la cabeza:

Y efectivamente, amigos, aunque eso ya todos los sabréis a estas alturas: Belén y Jorge Javier presentarán las campanadas. A las cinco el plató estaba lleno de fotógrafos y así todos nos pudimos colar en la zona de meriendas. Mucho más interesante que lo que ocurría en el otro lado, entre globos, uvas y confetti, fue este incunable de ediciones RTVE que encontré en la estantería de los adornos cuando giré la cabeza:

Y al salir, le decía una fotógrafa a otra mientras miraban los kilos de uvas y una paellera a medio terminar que descansaba sobre una de las mesas:

-Aquí deben de venir sin comer, ¿no? Porque se ponen hasta las tetas.