Contradicciones
Hay muy pocos pueblos en el mundo que gestualizan la y la de forma invertida al resto del planeta, entre los que se encuentra el albanés. En la gente mueve la cabeza de derecha a izquierda mientras dice que sí, y la agita de arriba a abajo cuando están pronunciando la palabra no.
Hay contradicciones en este planeta nuestro que tienen causas científicas, como que en el remolino del agua que se pierde por un desagüe gire en el sentido o contrario a las agujas del reloj, cuando en mi casa gira en sentido , igual que las agujas de mi Swatch. Para eso son las antípodas, y algunas cosas parece que funcionaran como una imagen especular de lo que pasa en esta otra parte del planeta.
Pero claro, lo de los albaneses no parece responder a nada, ni siquiera es que les estemos viendo reflejados en un , situemos este donde se quiera. No entiendo como se ha podido llegar a traducir un gesto de forma inversa, siendo además algo extendido en todo el mundo, traspasando las barreras de civilizaciones bien distintas, desde tribus africanas hasta los monjes tibetanos. Pues bien, y ahora hablo por fin de Gran Hermano, a Gema le pasa algo parecido a lo de los albaneses.
La madrugada del martes, tras la gala de sustos, pringues y nominaciones, el matrimonio habla en el jardín mientras se fuman un cigarrillo. Gema cree saber quienes son algunos de los que la han llevado a formar parte de la terna de nominados, concretamente uno de ellos. Su 'temeroso' marido acierta al adivinar que está pensando en 'Ché' (no me gusta nada este apodo para el personaje en cuestión). Luego Carlitos le pregunta a su mujer si piensa que la haya podido nominar Orlando, y es entonces cuando Gema se hace albanesa de adopción, porque mientras que mueve de forma inequívoca la cabeza en gesto afirmativo, batiéndola de arriba a abajo repetidamente, por su boca se escucha esto: "No lo sé". ¿Pero esto qué es? ¿Esto qué es?, que dijera Matías Prats en histórica pillada televisiva.
No es la reseñada una contradicción aislada en Gema, sino que desde el pasado martes ha ido sembrando sus actuaciones en la casa con pasos cruzados, gestos y palabras claramente en contradicción unas con otras. Curiosamente es algo parecido a lo que le pasa a su marido. Carlitos está en el confesionario, con pose huidiza y mirando como de lado, que es su lenguaje corporal en ese entorno. Le preguntan por las razones de sus nominaciones, algo que hubieran debido hacer a todos mientras nominaban, pero algunos se fueron de rositas. El soldador explica su nominación de dos puntos a Gisela, argumentando que ella no es de las que más colaboran en la casa, y dado que él considera importante que las labores se repartan entre todos ha nominado "en base a esto". Claro, habría que haberle señalado lo contradictorio que resulta su nominación de un punto, que fue para Palomares, de quien nadie en su sano juicio puede decir que no colabore, más bien todo lo contrario.
Es posible que si le hacemos la observación anterior a Carlos F. nos dijera que había nominado al ciudadrealeño porque sabía positivamente que no estaría entre los elegidos, aunque ese es otro argumento que me escama y nunca he terminado de creerme. Almudena, por ejemplo, ha justificado sus tres puntos a Palomares de esa forma, lo cual es una 'risión' (que dirían ). Esta es otra que se libró de decir sus razones, mientras le caía pasta de esa sobre la cabeza, lo cual lamento profundamente ya que nos ha impedido ver como argumenta los dos puntos que le metió a Iván. Tan solo le he escuchado decir que se lió un poco nominando, lo cual no hay forma de creer.
Pantomimas las mínimas, aunque de alguna fuimos testigos el martes noche. Por ejemplo la de Gema, que tras decir el nombre de Iván, el único de sus nominados que dijo tener claro, parece dudar sobre los otros destinatarios de sus puntos. Como si no lo llevara perfectamente estudiado y planificado. Como diría Iván: "Menuda comedia". De nuevo tengo que volver a la conversación en el jardín que mencionaba al principio, en la que Carlitos le hace una pregunta a Gema que esta responde sin pestañear. La pregunta es: "¿A quién has nominado tú?" Tras la respuesta, aquel hace un gesto como diciendo: "Vale, interesante". Una nueva actuación de esta pareja que se pueden convertir en actores de primera tras este tiempo de convivencia en la casa de Gran Hermano. Aunque, como suele pasar, les falla el guión, porque dado que las de su mujer son nominaciones idénticas a las suyas, lo mínimo que se espera conteste es: "Anda, pero si hemos coincidido". Quizá le pesó demasiado la comedia, porque a nadie se le escapa que las habían pactado previamente.
Para lo que sí han servido estas nominaciones es para que Gema se dé cuenta de que lo de los 'intocables' no es cosa buena. "Ya no voy a tener ningún intocable", dice la catalana, y entonces se le ocurre a este gato malicioso que algún día nominara a su marido, si es que siguen los dos en la casa en las próximas y sucesivas nominaciones. Pero también en esto parece fallarle la intuición, al menos si tenemos en cuenta que ninguno de sus intocables la nominó. Es más, con precisión de reloj suizo, la nominaron los mismos tres a quienes ella eligió: Iván, Gisela y Palomares. Los dos primeros con sus tres puntos y el tercero con dos.
La última contradicción de Gema es la que ponía de manifiesto anoche mismo. Recordemos que la noche del martes, en el dormitorio, Loli le dice a esta concursante lo siguiente: "Pienso que se irá Iván", a lo que responde: "Sí, yo también lo creo, y eso espero además". Entonces no tiene importancia ni gravedad alguna que desee resulte expulsado otro habitante en lugar de ella (con toda lógica) ni que además haga sus propias previsiones (como puede hacer cualquiera). Pero esto mismo no es aplicable a los demás, según se ve. Parece que Gisela le dijo a Gema algo así como: "Nosotros ya hemos salido nominados y sabemos que tenemos el cariño del público. Pero tú no te preocupes", y anoche mismo la 'esposísima' escuchó a Iván y Gisela diciendo que ellos no se irían, y bromeando sobre que el martes harían un simulacro de hacer las maletas. Esto parece que ha molestado mucho a Gema, y anoche lloraba amargamente y se dolía ante un Orlando que también sonríe en momentos como ese. Independientemente del buen o mal gusto de determinadas bromas, parece claro que ella puede prever que será Iván el expulsado mientras que no tolera que este y Gisela crean que lo va a ser ella misma. Es contradicción y también ley del embudo.
La prueba de esta semana sigue la estela de la gala y está inspirada en Halloween. Los habitantes han de diseñarse y desfilar con ellos. También tienen que fabricar las típicas , decorar la casa, darse unos a otros sin mediar aviso y, por último, contarán de miedo por la noche. Esta última parte de la prueba, que si no entendí mal no puntúa de forma colectiva sino que servirá para que uno de ellos tenga un premio individual. La prueba tiene una parte buena, otra mala y una más bastante horrorosa. Me gusta que no sea una prueba tortuosa y deban de colaborar en grupo, pero el tiempo dedicado a la confección hace la observación de la 'ventanita' un aburrimiento mortal. Aunque lo peor es que al poner a los cuentacuentos en la madrugada nos han birlado las inspiradoras reuniones entre los habituales. Prefiero aquellas charlas, por mucho que escuchar a Iván contando las y el desembarco de , como el día anterior, no deja de ser una tortura peor que la de una prueba dura, pero es una dulce tortura a la cual nos habíamos acostumbrado.
Termino con el puntillo de Mirentxu tras tomar un poquito de cava. Después le dio por agarrar a Julito y echarse un baile, concretamente el 'baile del paquete'. Si cuando digo yo que en la casa vieja tiene que rodar el alcohol... En definitiva, son los 'hermanos pobres', indigentes de este , y no hay mendigo sin su tetra-brick de Don Simón. Además, lo graciosa que se pone la septuagenaria lo merece. Sin embargo, poca gracia tiene Nany defendiendo anoche en el jacuzzi la pena de muerte. Están ella, Orlando e Iván, partidario este último de la prolongación de las condenas pero en contra de la pena capital. El feriante, como de costumbre, no se pronuncia. Y es que hay algunos que no se mojan ni en el jacuzzi.
[Dejo , con una Gema un poco portera.]