Pilarita, cada vez menos estridente

telecinco.es 26/01/2010 08:23

En la lucha por llevarse el botín cada concursante utiliza sus armas de seducción de igual forma que cada uno de nosotros tenemos nuestros propios criterios para valorarles. En mi caso, por ejemplo, no acostumbro a etiquetar a nadie porque no soy un especialista. No analizo el concurso desde la óptica de un psicólogo, un sociólogo o similar, sino que pongo en juego fundamentalmente el sentido común, estableciendo con frecuencia referencias de lo que veo en mi propia vida y experiencia de forma que esa extrapolación me sea útil de forma bidireccional. Y, sobre todo, me dejo guiar por mis sentimientos y percepciones. Para esto último cuenta la sensibilidad, los principios y también los valores, aunque estos hayan sido devaluados por un concursante que ha repetido dentro de la casa una absurda apelación a los valores humanos. ¿Acaso hay valores que no sean humanos? ¿De qué diablos habla?

Digo todo lo anterior porque ayer una persona cercana y querida me hizo dos preguntas interesantes. En la primera me preguntaba si yo considero a Arturo machista, a lo cual le respondí que no me apetece revisitar un concepto que no sé si habría de ser revisado o es tan válido como cuando surgió. Probablemente sea igual de válido, pero no acostumbro a etiquetar a las personas, como dije antes. Mi rechazo hacia algunos comportamientos de Arturo es irreversible y muy a mi pesar, ya que le he considerado el otro gran protagonista de esta edición, junto a Indhira. Pero no puedo pasar por ciertas cosas, que me han provocado un rechazo frontal al chocar contra mi propia sensibilidad. Y, aún más importante, al final este concursante me ha parecido un cretino, lo cual es igualmente definitivo.

La segunda pregunta que respondía con gusto ayer era sobre Gerardo, al que espero no tener que mencionar más en los días que quedan antes de nuestra despedida. Se sorprendía mi amigo de que no hubiera hecho ningún comentario sobre la actuación del tercer miembro de la familia feliz, último expulsado de la casa de Guadalix, en el último debate de la temporada. Pues bien, me interesa tan poco este personaje que no ha de extrañar mi silencio. Por otro lado, su intervención me pareció tan lamentable que se critica sola. El simple hecho de que negara una evidencia que todos vimos, lo cual me deja por mentiroso sin serlo, hace que este concursante desaparezca para mí en cero coma. Ya puede hacer un triple salto mortal con tirabuzón y palomilla mientras se da la vuelta a la camisa y cae al suelo sujetándose con el dedo meñique de la mano izquierda, que para mí como si no existiera. Lo que quiere es forjarse una carrera televisiva y seguir sin dar un palo al agua. Me da igual si lo consigue, que es posible, porque ya es la nada para este gato.

Y antes del daguerrotipo de hoy un apunte del Grande Fratello. Massimo fue más pitbull que nunca, lo cual ha provocado su expulsión por parte de la organización italiana. Le han echado por blasfemo, según nos contó anoche Leónidas. Es el tercer concursante de la historia de la edición italiana que sancionan tan duramente por algún comentario sobre Dios, el Papa, la Virgen o Cristo. La organización ha recordado a los concursantes que tienen prohibido utilizar palabras o expresiones soeces u ordinarias, así como realizar comentarios que pudieran ofender a los diferentes colectivos de la sociedad. Al parecer, Massimo dijo que por su hermana encula a Cristo. Menudo zumbado.

DAGUERROTIPO: PILARITA

Y llegó el esperado día en que puedo hablar un poco en extenso de Pilarita, la gran Pilar, ferrolana madre, santo y seña de esta edición de Gran Hermano. Quienes madruguen un poco podrán leerlo, también los que esperen a las últimas horas del día. En medio se producen muchos días (como ayer) lagunas de horas donde es imposible entrar a este blog, lo cual ha pasado de la excepcionalidad a ser una costumbre diaria. Para este viaje no necesitábamos alforjas.

Pilar es un todo un símbolo. Ella fue la primera concursante en entrar en la casa, también la primera en ser expulsada (enfrentada nada menos que a Indhira) y, tras su repesca, podría ser la última que la abandonara, adornada con la diadema de ganadora, la rama de olivo del campeón. Descendiendo a la realidad, es muy posible que sea ella quien apenas llevaba un dos por ciento de votos el pasado domingo, pero eso no será óbice (valladar ni cortapisa, que decía un amigo) para que desde aquí la sigamos apoyando. Pilar empezó siendo estridente, retumbante, chillona, estruendosa, destemplada, estrepitosa y discordante. Tras su vuelta a la casa y en esta hora final, apenas le queda una cierta estridencia, a la que puso sordina la mayor parte del tiempo, quizá salvo a la hora de los shows músico vocales que aún sigue protagonizando. ¿Qué pasó entre medias? Pilarita salió de la casa y volvió siendo otra, lo cual personalmente agradezco.

Esta concursante ha sido capaz de reinventarse a sí misma. Tras provocar la ira de aquel que llevaba una bestia en su interior y no dejó pasar el momento para sacarla en los primeros días y, con ello, merecer su expulsión, la de Ferrol se termina convirtiendo casi en una 'madonna' adorable. Reconozco que a este gato era al primero que le ponía de los nervios en su primera etapa, y un poco ahora también. Digamos que Pilar es un poco como un dolor testicular, eso sí, es nuestro dolor testicular. Así que cuidado con ofender a la dueña del cardado más espectacular de la Península Ibérica y archipiélagos españoles. Ese es quizá el único punto de complicada defensa. Algunos concursantes, como esa Nagore que no ha tardado en mostrarnos sus breves encantos en la revista de siempre, han dicho que Pilar olía mal, y por ahí no paso. Recuerdo otros concursantes de quienes se dijo lo mismo (Dayron, el chico de la selva, decían) y no era cierto. Pilarita tiene que oler a madre, a pan recién salido del horno, a ropa tendida, a suavizante, a gato tras pasarse la lengua por el lomo y reposar tendido al sol.

Bueno, un poco también debe oler a laca. Su pelo debe provocar emisiones tóxicas capaces de provocar otro cambio climático, quién sabe si luchando con el derivado de las emisiones de CO2. Pilar se merece un protocolo de esos, como el de Kyoto. Protocolo Pilarita, ya. Por un planeta sin laca ni extensiones. El misterio de lo que ocultaba el nido del cuco de su cardado quedó en evidencia la primera noche que la peinaron, un día antes de la gala. Si será complicado peinarla que han de hacerlo con un día de antelación. Me llevé una decepción cuando vi que no ocultaba nada bajo su exagerado cardado, y me hizo pensar si no pasaba lo mismo bajo ese pelo esculpido y decorado con mechones postizos, tan falsos como lo ha sido ella misma en algunos aspectos. Pilar, tras su vuelta, evitó hablar mal de nadie, incluso en los peores momentos, como cuando veía el feo recibimiento que le hacían a su hija tanto Ángel como Tatiana.

Conozco gente a quien no he escuchado nunca hablar bien de nadie, de igual modo que algunos otros acostumbran a hablar bien hasta de su mayor enemigo. Desconfío de ambos porque me parecen igualmente falsos, pero he de decir que puestos a escoger entre la falsedad maliciosa de ese Ángel capaz de crucificar a su mejor amigo en confesionarios encendidos tan llenos de odio y rabia, y la falsedad de Pilarita poniendo voz de no haber roto un plato en su vida, perdonando la vida a todo el mundo en un acto presuntamente humilde y de gran humanidad, me quedo con esta última. Esto al final ha terminado siendo una cuestión de puro descarte, en la que pesan mucho las preferencias de cada cual que ninguna otra cosa. Como dice Joan Manuel Serrat en una deliciosa canción ('Cada loco con su tema'): "Pero, puestos a escoger, prefiero un buen polvo a un rapapolvo y un bombero a un bombardero, crecer a sentar cabeza, prefiero la carne al metal y las ventanas a las ventanillas, un lunar de tu cara a la Pinacoteca Nacional y la revolución a las pesadillas".

Como dice el 'Nanu', prefiero a esta concursante singular y atípica, a los otros finalistas. Pilar se ha entregado a su hija, y ¿qué mejor cosa se puede hacer? Además, ha sabido pasar inadvertida la mayor parte del tiempo, dejando que fueran los demás quienes cometieran errores tales que les fueran dejando fuera del combate. Ha sido una gran fajadora y una concursante inteligente. No habría dado un duro por ella hasta que la vi en las escasas imágenes que nos ofrecieron de la casa oficial durante la semana que volvió a ser ocupada por todos esperando la elección de los tres repescados. Pilar era ninguneada por casi todos, teniendo que aguantar que Nagore le negara la palabra e intentase anularla cada vez que decía algo. Pero tuvo a un chico de Sant Boi que cuando pasó con ella a la casa espía empezó a llamarla "señora", lo cual para muchos era hacerla mayor. Pero yo entendí la razón de Siscu, sencillamente porque ella lo es.

Entonces Pilarita se mimetizó con el paisaje, dejó de molestar y reclamar su parcela de protagonismo. Ya lo había tenido al principio del programa y así le había ido. Sus "buenas noches princesa, boas noites Ferrol" habían terminado en la casa y a su vuelta tenía que plantearse las cosas de otra forma. Y vaya si lo hizo. Lo que no pudo evitar fue su histriónica y exagerada reacción cada vez que se libró de una expulsión. Sus plegarias a media voz, ese medio perder la consciencia y, sobre todo, su costumbre de arrodillarse por nada, ya sea para pedir perdón o como agradecimiento. Por eso algunos imaginamos a esta concursante de rodillas atravesando la puerta de Gran Hermano para recibir a la ganadora de esa undécima edición. Pilar rompiendo las medias y con sus rodillas sangrantes a imitación de alguna imaginería religiosa. Eso sí que sería un gran colofón y no la sonrisa hipócrita con la que saludará a Mercedes ese Ángel no tan redentor.

Pilar cometió algunos errores y pagó por ellos. Filtró información del exterior tras su vuelta a la casa y lo hizo de forma selectiva, principalmente a su hija. Con ello benefició a Saray, aunque la nominación disciplinaria le afectó exclusivamente a ella. Esto ayudó a quienes sostuvieron que por ser familia tenían ventaja en el concurso. Hemos obviado algunas perlas dichas por Pilarita, que a la chita callando ha puesto a muchos en su sitio. Por ejemplo, a Gonzalo le dijo: "Tú eres muy listo, pero también eres un zorrón", cosa que supo ver antes que nadie. Me encantó la sutil malicia del otro día, cuando le decía a Ángel: "Baja tú primero, si es que te sujetan las piernas", después de que este tuviera que sentarse en un sillón del jardín tras saberse tercer finalista. Aunque mi preferida es una que me recordaba el otro día Beatriz en un mensaje privado. Estaba cantando con Gerardo una canción que dice algo así como "échame a mí la culpa de lo que pasa...", y cuando llega a la parte que reza "y allá en el otro mundo, en vez de infierno encuentres gloria...", dice ella: "Esta es la parte más metafísica de la canción, por eso me gusta". Inmenso.

Esta mujer nos ha terminado cautivando a muchos. Se levantó cuando la intentaban tumbar, le dijo al de la bestia que gritaría en su oído derecho si le molestaba en el izquierdo. Aunque nadie le hiciera caso ella siguió ahí cantando, bailando y levantándose en la oscuridad como un fantasma si veía moverse el edredón de su ferrolana hija. Por la virgen Santiña y porque no decaiga la fiesta y el cachondeo, sigo soñando con el singular triunfo de la extraña señora (mi querido Iván le llamó "abuela" este domingo, espero que ella no se entere nunca). ¡Viva la Pilarica! Y boas noites.

[Si alguien quiere dejarme cualquier pregunta lo puede hacer en esta página, donde intentaré responder a todo durante los días que siga habiendo preguntas. Dejo cartelera, con los tres finalistas de esta edición. El lunes día 1 de febrero, a las 12.30, Arturo se enfrenta a un nuevo encuentro digital para el que ya puedes dejar tus preguntas. Recuerdo también que puedes seguir participando en el Test de Gran Hermano, donde tienes oportunidad de probar tu nivel de conocimientos sobre la historia del programa]