Aritz no soporta más las insinuaciones sexuales de Han
Aritz estalló por fin. Tenía que pasar, era algo a la vista desde el principio. Fue ver a Han meterse en su cama haciendo cuchareta y pensar que esa relación le iba a estallar en la cara antes o después. Ha sido esta madrugada, aunque no apostaría que la pareja vaya a dejar de compartir cama y caricias. Es algo buscado no solamente por Han. Aritz se prodiga en arrumacos con Han. La relación entre ambos siempre me ha parecido bonita, al mismo tiempo que peligrosa. Si Aritz no estaba en disposición de darle a Han lo que este reclama, tal vez debería haber puesto algo de distancia entre los dos. No toda la culpa es de Han, si es que podemos hablar de culpa.
Está por dilucidar si Aritz teme más a la edición de los vídeos, como decía anoche, o a cómo pueda estar viendo su “persona especial” de fuera la relación que tiene con Han. Esto de la “persona especial” es una ridiculez inevitablemente asociada a este programa. Se ha creado un mito. El concursante de Gran Hermano no tiene pareja, novio o novia, sino “persona especial”. Lo curioso es que ambas preocupaciones han surgido en Aritz casi mes y medio después de entrar en la casa de Guadalix de la Sierra. Es eso o que hasta ahora lo tenía calladito.
No sé si Aritz ha explotado esta madrugada harto de que Han le vaya contando detalles de la relación de ambos a todo el mundo (particularmente a Sofía y Marta) o lo ha querido utilizar como un revulsivo que haga convencer a Han que lo suyo es imposible. Igual Aritz necesita convencerse él mismo de lo inoportuno de la situación. Lo que no se entiende es lo repetido de esta historia. Que tras cada discusión, en la que Aritz va elevando el tono, vuelva todo a su ser, sin que nada cambie. Ayer mismo conecté el directo por la mañana y lo primero que escuché vino de debajo del edredón que cubre a Han y Aritz. Puedo asegurar que no parecían amigos.
Aritz habló este fin de semana por primera vez de la “personita de fuera”. Ayer volvió a sacarla a pasear, en esta ocasión de forma más visible, como si estuviera plenamente convencido de que esa es una baza irrenunciable. Tal vez haya llegado a esa convicción un poco tarde. Por la tarde Han pedía que entrase William, supuesto concursante que supuestamente ha vivido (y ellos creen que sigue viviendo) en la otra casa. Según el chino, Aritz se pondría celoso si eso sucede, lo cual le hizo tener un primer brote al del sombrero. “Soy yo el que quiere follarte, ¿esto es lo que quieres que diga?”, gritaba Aritz delante de algunos compañeros. Aritz ha dado tres cuartos al pregonero igual que Han, aunque de forma no tan explícita.
Han le contaba ayer a Sofía, dentro de la cabina de la prueba, detalles sobre su acercamiento sexual a Aritz. Explicaba lo que le gustaba y no, con cierta frustración porque aquello que tiene aprendido y le funciona normalmente con los chicos no le vale con Aritz. No le gusta que le acaricien la cara, o más bien no le pone. Han nunca ha negado que pretende profundizar en lo sexual, pero Artiz no está dispuesto. Su conclusión es que le coartan las cámaras. Fuera sería otra cosa, según Han. Yo ya no sé si es blanco o negro. O todo lo contrario. Ni siquiera sé si la “persona especial” de fuera existe, si es hombre o mujer, o si Aritz niega tres veces a Han por fas o por nefas. Soy un mar de dudas.
Hasta ayer tenía solamente una cosa clara: Aritz se despreocupa de la cámara y está viviendo su experiencia de forma salvaje, a calzón quitado. Si estuviera condicionado a lo que le puede beneficiar en el concurso no actuaría de ese modo con Han. Eso pensaba hasta ahora. Pues bien, mi teoría por los suelos cuando acusa a Han de intentar que parezca que pasan cosas bajo el edredón, apelando a su “persona especial” de fuera. Ni siquiera me detendré a valorar cómo le puede preocupar lo que piense alguien con quien dice no tener una relación. Mucho menos deseo entrar en por qué ese equilibrio sobre la cuerda floja para lograr no determinar si esa persona es hombre o mujer. Dejaré aparte mi inevitable curiosidad para centrarme en que hasta ayer Aritz nunca evidenció estar preocupado por la imagen que estuviera proyectando su relación con Han. Mucho menos la forma como monten los vídeos.
Le daría un parraque a Aritz si se entera de que en el Debate de este domingo parecía que había movimiento bajo el edredón, posiblemente simulado por Han. Lo que no fue producto de simulación alguna es aquello que escuchamos decir a Aritz, reconociendo que estaba empezando a estar morcillón. Yo diría motivado, pero la palabra utilizada fue aquella otra. Da igual como lo montes. Aritz le pedía a Han que no le tocase el culo. Luego confesaba estar motivado. Es un pato en toda regla. ¡Cuac!
Que a Han le va el ‘piqui-piqui’ más que a un tonto un lápiz está muy claro. Que Aritz tiene un cacao mental importante y no termina de poner distancia con Han también. Sobre esto último siempre he pensado que era por el cariño que le tiene, ahora dudo de si es por el qué dirán y la forma que puede afectarle en el concurso. Ahora bien, el papel de terceras personas en esta historia parece lo más evitable de todo. Sofía hace bien escuchando a Han y hablando con él sin tapujos, y Marta