La audiencia da carta blanca a Aylén, que ya tiene lo que quería

telecinco.es 06/03/2017 09:53

Aylén (a la que Aída sigue llamando Aylien, Alien, Eylen, o cualquier otra cosa que no sea exactamente su nombre y a menudo seguido de un “o como se llame”) ya es concursante de pleno derecho de GH VIP 5. Marco debe estar contento. Este gato discreto dijo hace semanas que esto iba a pasar, pero no me gusta sacar pecho ni presumir de clarividencia. En realidad, no creo que fuera especialmente espabilado al darme cuenta de esto. Siempre me pareció una evidencia. Basta con conocer a los personajes y haber hurgado mínimamente en su historia. Enhorabuena a los premiados. La audiencia votante ha validado a los montajistas, les ha dado carta blanca para consumar su impostura. Y votando gratis. Es para pedir el retiro de la condición humana. Que me borren de ahí, quiero dejar de ser persona. Gracias y adiós muy buenas.

Una vez que he pataleado a base de bien entre el párrafo anterior y este, sigo ahora con lo mío. Debo haber soñado lo que Alyson Eckmann dijo el viernes cuando se supo que Aylén se iba a quedar, o sea, que se sometería a la decisión de la audiencia, algo así como: “Qué pereza de pareja”. Seguramente añadió un par de “fuck”, palabra prohibida en la patria de Aly, según ella (aunque en la película ‘Pulp fiction’ se escucha unas dos mil veces), y algún “Jesus Christ”. Basta con haber visto el momento de sobremesa en el que Marco comunicó la decisión de Aylén. La cara de Aly era un poema. Transmitía decepción y contrariedad. Lo primero es destacar la lamentable decisión de que fuera Marco quien lo comunicase al grupo. ¿Por qué no Aylén? Era cosa suya y no de su novio.

No es extraño que Marco silenciase a Aylén y tomase él la palabra. Ha ido dejando muestras de micromachismos bastante evidentes. Tantas pequeñas evidencias terminan componiendo la figura de un enorme machista. Ayer mismo decía: “No me gusta pelear con mujeres, no me da satisfacción”. La discusión es interesante o satisfactoria en orden a su contenido, no si el oponente es hombre o mujer. Tal vez se considere tan superior como para que pierda interés por una pelea tan fácil. Los montajistas negaron hasta la saciedad la intención de que Aylén se convirtiera en concursante. Lo dijo ella misma por activa y por pasiva fuera. Un tuit suyo del día 19 de febrero decía: “No me interesa ser concursante de esta edición, gracias” (solo que sin signos de puntuación ni mayúscula inicial). En la mesa el viernes, y anoche en el Debate, solo Aída mostró objeciones a que Aylén se quedase. “¿Y si lo tenían premeditado todo desde fuera?”, se preguntaba Aída. Se trataba de una pregunta retórica, que ella misma respondió afirmativamente y con reiterado convencimiento después.

Entremos en el terreno de las suposiciones. Es un juego que planteo al lector y espero que me sepa aceptar. Imaginemos que a los habitantes actuales les dicen que va a entrar un nuevo concursante tras dos meses (56 días exactamente) de encierro. En principio, han pasado ya dos terceras partes de la duración que cabe esperar de esta edición VIP. La oportunidad de que opte al maletín alguien que entra fresco a un mes del final (aproximadamente), es lógico que produzca más rechazo que otra cosa. Estoy seguro de que habrían protestado por considerarlo injusto e inadecuado, aunque tendrían que haberlo aceptado igualmente. Lo sorprendente es que todos, menos Aída, se muestren complacientes y encantados con su nueva compañera.

Especialmente insultante a la razón me parece que Aly se posicione a favor. Igual que me llama la atención ver a Aylén detrás de Elettra en lugar de abogar por la expulsión de Aly. No hace ni una semana que Aylén llamaba “móngola” (sic) a Aly y deseaba verla bien lejos de su novio. Ayer mismo confesó que había llegado a temer que Aly pidiese una hora sin cámaras con Marco, aunque cuando Aída les sugirió que hicieran uso de ese derecho tanto ella como su novio se hicieron los locos, como si no supieran nada de eso. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y Aylén no cojea visiblemente. Por su parte, ya he hablado de la inicial reacción de Aly cuando se supo que podía convertirse en concursante, por no remitirme a su enérgico discurso en la cinta andadora el lunes pasado. “Prefiero beberme un batido de mierda antes de formar parte de ese trío”, decía la de Seattle. Pues bien, querida, ahí lo llevas.

Si hubiera escrito esto el viernes seguramente se leería algo así como: A ver cuánto tarda alguna de las que parecen tan encantadas con que Aylén se quede, renegando de su decisión. Ahora no tiene sentido afirmar esto porque ya ha renegado Elettra, minutos después de haber avalado la continuidad como concursante de la novia de Marco. Tan rápido y repentino cambio se ha producido después de que Aylén se posicionase en su contra, en lugar de ponerse detrás de Aly, según esperábamos todos. No se trata de que Elettra se encuentre dubitativa, replanteándose su apoyo a la nueva concursante. La cosa es mucho más radical, de apoyarla a emplear palabras tan gruesas en su contra como estas: “La otra ridícula, por favor, cállate. (…) Detrás de todas las que se podía poner y se pone detrás de mí. No es tanto ponerse detrás de mí. Digo, ¡coño!, hasta te hice bailar. Bailando toda la noche con ella como una loca, intentando hacerla sentir como una de nosotros y la puta esa se pone detrás de mí”.

Seguramente Irma fue entonces justa y le preguntó a Elettra que si cuando tenga una hija le gustaría que la llamasen “puta” por un lance en el juego. Es posible que el lector menos informado piense esto. Bueno, menos informado y más inocente, porque ya les adelanto que no dijo nada de eso. Se limitó a reírle las gracias a la italiana, lo mismo que lleva haciendo desde hace días. A Alejandro le montaron un dos de mayo por llamar “guarra” entre bromas y toses a Elettra. Sin embargo, ayer no pasó nada. Lo dejaremos en el apartado de la diferencia de raseros, que está empezando a rebosar de ejemplos. Otro de estos días es el asunto de decir o no todo a la cara. Aly defendía el otro día que no se dijera todo a la cara por innecesario. ¿Le dijo Marco que era una “chupa medias” por ser amable delante de Daniela y ponerla a caer de un burro a sus espaldas? Es otra pregunta retórica. No lo hizo en absoluto, y tampoco se esperaba.

El argumento empieza a hacer sangrar el concepto de justicia cuando Elettra argumenta que ha hecho ciertos comentarios de Daniela en el ‘confe’ porque para eso está. El ‘confe’ es ese sitio en el que decir lo que se piensa y no se quiere que conozcan el resto de compañeros de encierro. O algunos de ellos, por lo menos. De nuevo debo hacer referencia a Alejandro, porque a él le montaron la de San Quintín porque escribió en su blog lo que le pareció oportuno, en la confianza de que el blog y el ‘confe’ son esas vías de escape donde expresar lo que no pueden o no quieren por otra vía. Alejandro no tenía razón y Marco se puso como un basilisco con él. Sin embargo, ahora todos acuden a un argumento similar, especialmente Elettra y Aly tras haber sido pilladas el jueves pasado. Ya dije el viernes que Aly puede dar gracias de que solo se la vio asintiendo a las cosas que decía Elettra. El día que le pongan a Daniela todo lo que ha dicho de ella igual no lo supera.

Una vez consumado el engaño de los montajistas a la audiencia ahora toca reescribir la realidad y olvidarse de lo defendido con otros concursantes. Pretenderán que al final les veamos honestos y divertidos. Personalmente, esto no va a suceder. La clarividente Aída se equivoca en una cosa. Ayer le decía a Aly: “Te has cargado a todos tus seguidores. Hay que ser consecuente y a ti esa pareja no te gusta”. La segunda afirmación es verdad, pero si alguien se beneficia de que Aylén siga en la casa esa es Aly. Incluso en su nuevo papel de mejor amiga, que se deja maquillar por ella y ha olvidado ya lo que decía hace unos pocos días. Pero Aly no dejará de ser vista como la pobrecita sufridora a la que Aylén quiso apartar del lado de su novio.

Mi recelo a que Aylén sea concursante se basa principalmente en lo inconveniente que resulta para el resto pelear por el premio contra una pareja. Si jugasen como uno solo y nominasen juntos todavía podría aceptarlo, aunque sigue estando el factor tiempo. No es lo mismo cuando entra un nuevo concursante supliendo una baja. El año pasado entraron a 34 días del final Laura Campos y Dani Santos, pero lo hacían en el lugar de Julián Contreras y Belén Roca. Causas de fuerza mayor. Una incorporación a estas alturas siempre provocará cierto rechazo, mucho más si no es por necesidad. De todas formas, esto es un problema menor frente a la injusticia que supone tener dos concursantes con la clara ventaja de que nunca se nominarán mutuamente. Aylén y Marco tienen muchas posibilidades de salvarse ante una próxima nominación. Por eso se hace necesario reparar esta injusticia y anular la mencionada ventaja comenzando ya la fase de votos en positivo.

Si el jueves próximo no hubiera ya nominaciones se evitaría que Marco y Aylén gozasen de la ventaja de contar con un aliado natural y nada improvisado. Estos dos concursantes juegan con ventaja. Aylén no solo entra fresca y sin el desgaste del resto de compañeros tras dos meses encerrados en condición de aislamiento. Además de eso tiene un cerro de información de la que carecen los demás, incluso la hacker Emma. Pero es que su ventaja es ya clamorosa si tenemos en cuenta que tiene la seguridad de que no va a ser nominada por su novio. Se igualarían bastante las condiciones de juego para unos y otros si el jueves próximo se repartiesen números de teléfono y comenzase el voto para elegir al ganador.

“No estoy hablando contigo, así que cállate”, le dijo el viernes Elettra a Daniela. La relación entre estas dos concursantes está definitivamente rota. Blumetra ha muerto, pero los seguidores que apoyan a Daniela demuestran poca valentía. Esa misma noche Daniela fue llevada casi al límite, soportando atornillada a su cama las provocaciones de Elettra. Desde la otra habitación hizo todo lo posible para que Aída, Daniela o las dos saltasen. Por suerte no lo hicieron, aunque Daniela decía esto: “Me levanto y les reviento la cara”. ¿Alguien se explica entonces que los seguidores de Daniela Blume pidan el voto para expulsar a Ivonne Reyes?

Ivonne es la nueva aliada de Daniela y Aída. Lo adelanté el viernes y se demostró anoche cuando Daniela era elegida por sus compañeros como “la más extraterrestre” de la casa y esta tuvo que escoger a dos compañeros. Estas fueron Aída e Ivonne, demostrando lo que digo. Las tres tendrán el privilegio de ser líderes en la prueba de esta semana, llamada ‘Invade como puedas’ (que llega tras haber superado la anterior por decisión de la audiencia) y para la que han construido una alucinante nave espacial. Si no comenzasen el jueves los votos en positivo, Ivonne podría hacer que Daniela se salvase de quedar nominada. Con Ivonne fuera lo veo de todo punto imposible.

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos estaban anoche así: 63,9 %, 17,2 %, 7,3 % y 4,3 %. Debería ser Elettra, pero creo que la más votada es Ivonne. Será la primera chica en la calle tras ser expulsada.

La primera gran bronca entre Daniela y Aída después de haberse convertido en amigas y aliadas se resolvió como suelen superarse las discusiones entre amigos: dialogando. Las dos mantienen su independencia de criterio, al tiempo que cierta exigencia mutua de fidelidad. No crea el lector si le dicen que Daniela es una marioneta en manos de Aída. Creo que la admira porque dice lo que piensa y nunca la detiene el temor a que eso pueda perjudicarla. De alguna manera, se ve reflejada en muchas cosas y eso sostiene esta alianza más que ninguna otra cosa.

Entre los innumerables zascas que ha propinado a diestro y siniestro Aída este fin de semana me quedo con uno en particular. Decía Aylén: “Te metes en nuestra relación porque te quieres sumar al juego”. Con admirable rapidez, respondía Aída: “Ah, ¿Que vuestra relación es un juego?" Touché.

Las sucesivas amenazas de Elettra a Aída demuestran dos cosas: que es mucho más macarra de lo que nunca habríamos podido pensar, y también bastante cobarde (es de las que se come una y cuenta veinte). Además de amenazar con darle a Aída una patada en la cara (con la que se volvería bella, afirma), Elettra ha dicho que iba a poner el cepillo de dientes de Aída “en el meo”. Su pis huele a piña, al parecer. Cosas de los ricos. También quería poner lavavajillas en su frasco de gel de higiene íntima (lo que para ella es “el champú de la patata”). Suma y sigue. Estamos esperando el primer ataque. El año pasado Charlotte Caniggia fue nominada disciplinariamente y expulsada tras el episodio del cepillo de dientes. ¡Ánimo, Elettra!