Aylén llama gordas a Aly y Elettra, y provoca su ira

telecinco.es 08/03/2017 09:50

Si el lunes llego a aventurar que Elettra y Aly iban a querer nominar a Aylén este jueves, después de haberse posicionado a favor de su permanencia en la casa lo más probable es que muchos me hubieran tomado por loco. Un poco loco sí estoy, como dice la canción de Mecano, pero puedo asegurar que no podía prever que algo así sucedería. Anoche Elettra no solo aseguraba que nominará a Aylén sino que afirmaba: “Hay mucho mal rollo en la casa con esta gata muerta aquí de la novia”. Lo de emplear el calificativo “gata muerta” como insulto me ha ofendido. Voy a calmarme un poco cambiando de párrafo.

Elettra le dijo ayer a Marco que no es el mismo desde que está Aylén. No solamente porque se relaciona menos con el resto del grupo, es que ha perdido la alegría y otras observaciones de ese tipo. Es todo tan subjetivo que entiendo la dificultad del italiano para encajar lo que le decía su compatriota. Este gato no ha visto nunca muy alegre a Marco. Tampoco creo que coincida con la mayoría de quienes habitan o han habitado esa casa en mi visión sobre ese concursante. Algo tiene que haber tras la repentina animadversión que muestra Elettra hacia Aylén, que se suma a la ya conocida hacia otras compañeras de encierro.

Debo decir que a Elettra se le están acumulando los enemigos potenciales, y pronto lo pasará mal teniendo que elegir solo a tres en sus nominaciones. Ayer citaba a Daniela y Aída para un encuentro poco amigable fuera de la casa con el objetivo de que se enteren de lo peligrosa que es. Más tarde afirmaba: “Daniela no me aporta nada. Espero de verdad que se vaya el jueves”. Dice que Daniela es un títere de Aída. Es una de las acusaciones de moda. Todos somos títeres del destino y a veces estamos en manos de la voluntad de otros. Hay gente que es títere siempre, pero no me parece el caso de Daniela.

Quiero pensar que el cambio de opinión de Aly y Elettra, sobre todo de esta última, sobre Aylén no tiene relación con el poco relevante hecho de que dijera que han ganado peso desde que entraron. Aída dice de la argentina que es una “mosquita muerta”, y como tantas veces anteriores voy a tener que terminar dándole la razón. Así como si nada, Aylén destapaba ayer la caja de los truenos y provocaba doblemente la rabia y la envidia de sus compañeras.

Primero Aylén se puso un bikini bastante diminuto y luego vino a llamarlas gordas. La ofensa es doble, por comparación y juicio riguroso. Si Elettra y Aly tienen dudas sobre si están gordas o no lo mejor que pueden hacer es preguntarle a mi querida Mercedes Milá, que de eso sabe. La cintura marca si somos o no saludables. Yo las veo no solo con buena salud sino incluso bastante salubres a las dos, pero no es más que mi opinión. Si quieres enemistarte con una mujer y ganarte unos puntitos en las próximas nominaciones es sencillo: dile que está gorda. No sé si este jueves nominarán a la cara, o más bien directamente al michelín. La lorza es la lorza.

La cosa viene porque en la prueba los terrícolas son pesados por las extraterrestres. Tienen dudas de que ese peso esté bien, pese a lo cual los 71 kilos que le marcó a Aly y el comentario posterior de Aylén ha sido una combinación perfecta para dejarla bastante tocada. Tanto es así que fue preguntando a otras compañeras si la veían gorda. Daniela dijo que no y Aída que sí. Decía Chus Lampreave en una peli de Almodóvar que no podía mentir porque era “testiga”, y pienso si lo de Aída no será por lo mismo. La respuesta de Aída no molestó a Aly. La diferencia con el comentario de Aylén es que Aída respondía a una pregunta, y en ese caso hasta se agradece la sinceridad.

Aly lo habló luego con Aylén y parece que moderó su enfado. Elettra prefiere imaginarse fuera de la casa pidiendo a papá que ponga el caso en manos de sus abogados. Si las normas de Gran Hermano no fueran tan estrictas le hubiera arreado un par de ‘yoyas’, o la hubiera arrastrado del pelo por el piso. Las lágrimas posteriores de Elettra fueron enmascaradas por su nostalgia familiar, lo mismo que la hizo llorar un par de noches antes mientras escribía en italiano (no sin esfuerzo) a sus padres. Estoy convencido de que en realidad lloraba por el expediente lorza.

Aylén juega con ventaja, no solamente porque la báscula loca de la prueba dio el resultado de 41 kilos para ella sino porque no todo el mundo tiene la suerte de que su novio (o novia) le haga perder 5 kilos de puro sufrimiento, tonteando con otra (u otro) dentro de una casa aislada del exterior. A golpe de celos se puede uno ir quitando esos kilos de sobra. Es cuestión de elegir si merece la pena o mejor ir soltando agujeros en el cinturón. El comentario de Aylén fue poco acertado, además de nada delicado. Tampoco veo diferencia entre lo que ella dijo y que Aly repitiera unas cuantas veces los 40 kilos de Aylén. Al delgado le ofende que se resalte su delgadez tanto como al gordo su gordura. Aunque repito que yo las veo bien a las dos, cada una en su estilo. ¿Alguien puede decirles cuando salgan que lean este párrafo? Se me vislumbra que si lo hacen pueden pasar por alto el resto de lo que he dicho y me queda por decir sobre ellas.

No descarto que el comentario de Aylén sobre el peso haya influido en algo más aparte de que Elettra y Aly se arrepientan de su posicionamiento a favor de que se convirtiese en concursante de pleno derecho. Ayer Aly tenía una interesante conversación con Aída. Hablaron de manera muy amigable y hasta Aly le hizo una importante confesión. Eso sí, cuando volvió a la casa dijo: “Esta mujer es bipolar. Cuando está bien es encantadora”. Supongo que de alguna manera tenía que hacerse perdonar haber estado hablando tanto rato con Apocalipsis, que es el nombre de extraterrestre elegido por Aída. He de decir que no podía estar mejor elegido.

La confesión de Aly a Aída es que ve con ojos diferentes a Marco. Le observaba ayer durante la prueba (de las más divertidas en esta edición) y le veía esas piernecitas… vamos, que no entiende como le ha podido atraer tanto en un pasado muy reciente. Ahora le ve superficial, interesado solo en la moda y el estilismo, a juego con la insustancial de su novia. Estoy interpretando un poco sus palabras, pero creo que respeto totalmente el sentido de su reflexión. Y es cierto que la respeto en toda la extensión de la palabra. Respeto y entiendo por lo que está pasando Aly. La pasión es ciega y cuando ya ha pasado nos volvemos más sensatos. La pasión y la sensatez son declaradas enemigas. Entiendo que debe ser así.

El brote de sensatez que tuvo ayer Aly tampoco creo que tenga nada que ver con el comentario de Aylén sobre su peso y sus hechuras. Aunque no descartaría que algo haya podido ayudar. Ahora Marco es él y su circunstancia. Bueno, siempre lo ha sido, pero ahora su circunstancia está materializada en otra competidora, que lo es y ha sido de varias formas. Se lo decía Aída mientras quemaba energía en la cinta andadora: Aylén sigue siendo una rival de Aly en alguna medida, y también lo es en el juego. El comentario impertinente puede que no fuera tan inocente.

Mientras Elettra y Aly cambiaban de opinión y empezaban a ‘hatear’ a Aylén, Daniela la defendía hablando con Aída. La percepción de la realidad que demuestra tener Daniela es bastante singular. “Aylén es la más clara de aquí”, afirmaba ayer. Y Apocalípsis (aka Aída) respondía: “Tan clara que no le gusta la televisión y está aquí”. Aída va repartiendo leñazos como quien da de comer a las palomas. Sus guantazos verbales y virtuales son como migas de pan que salen de un bolso sin fondo, como el de Mary Poppins. Ayer Aída Poppins se atrevió a defender a Aly hablando con Daniela, y esta le llegó a pedir que no hiciera tal cosa. Los odios africanos que se empiezan a trenzar entre unas y otras son la sal y la pimienta de este GH VIP.

El caso es que Daniela (con o sin careta de tigre) concentra ahora su inquina en Elettra y Aly. Sobre todo, Aly. Está claro que todos hablan de todos, la cosa es no sobrepasar ciertos límites. Con esta idea podía entender a la Daniela que veía sorprendida a Elettra decir ciertas lindezas sobre ella a sus espaldas. No se trata de que no se las dijera a la cara, lo cual es implanteable. Seamos serios, nadie va a otro a decirle que siempre está poniendo cara de película porno, mucho menos si están en un concurso como este. No hay por qué ganarse la nominación del otro de forma tan torpe e innecesaria.

La clave está en no sobrepasar los límites. Límites del mal gusto, el insulto y la descalificación gratuita. Debo decir que ayer lo hizo Daniela con Aly, de quien no escuchó apenas nada en la sala de expulsiones el jueves, pero a la que tiene mucho más atravesada que a Elettra. “Todo lo que hace Aly es mentira. No me creo nada”, decía Daniela. Esto es un juicio de valor que se queda cojo en argumentación, pero no resulta tan ofensivo como otras lindezas que vinieron a continuación. Se puede hablar, opinar, dudar y lo que se quiera sobre el otro. Otra cosa es el desprecio con el que escuché ayer a Daniela referirse a Aly. No menos ofensivo que todo lo dicho por Elettra sobre ella.

“Aly tiene la mente sucia. Está podrida. Es tan fake como toda la ropa que tiene”, afirmaba Daniela. Lo curioso es que no parece muy distinto de lo que opina Aly de ella. Por ejemplo, hace unos días decía esto: “Creo que esta chica tiene un fondo oscuro que no se lo cuenta a nadie. Estoy convencida de que no es tan pura y dulce”. Son tal para cual. Haciendo balance de ofensas, ayer escuché a Daniela decir sobre Aly todo lo que sigue: falsa, sucia, podrida, mentirosa e interesada. Por no repetir lo ya resaltado.

La bomba explosiva vino después y no dudo de que tendrá consecuencias en los siguientes días, si no hoy mismo. Elettra escuchó todo, absolutamente todo lo que salió de la boca de Daniela. “Ha hablado mal de mí, de ti, de la otra”, decía mientras agitaba repetidamente su mano derecha indicando la gravedad de lo escuchado. Hablaba con Aylén, Aly y Marco. Creo que se equivoca con lo de Aylén, aunque puede venir bien para lo nuestro porque esto es caldo de cultivo para futuros conflictos. La venganza puede ser épica, amigos. Si de nuevo se achanta habrá que echarla por estar jugando con nuestras ilusiones. Porque Elettra se puede enfundar el mono amarillo y puede agarrar la catana en cualquier momento. ‘Kill Bill’ igual se queda en poca cosa al lado de lo de Elettra en acción.

Moleskine del gato

Hoy tengo mi agenda repleta de cosas de cocina. Marco se quejaba ayer de que se han gastado ya 5 briks de leche. Al final resulta que no habían sido 5 sino 2, lo cual no quitó que el italiano siguiera en su bucle protestón. A ver, 2 litros de leche son unos 8 vasos. Si tenemos en cuenta que son 9 habitantes no les ha dado ni para un vaso cada uno. ¿Cuál es el problema? Ya contesto yo mismo: que han comprado poca leche. Marco y Daniela hicieron la compra, y ahora hay que desviar la atención de sus errores acusando a los demás de tragones injustamente. Eso sí, Marco sigue metiéndose entre pecho y espalda unos desayunos de flipar, y después de hacer sus tablas de gimnasia más de lo mismo. Pero todos callan.

Para Aly comer sushi con un amigo es poco más o menos que cometer una infidelidad. “El sushi es la típica comida de pareja”, afirmó la americana. O sea, que si quedas con alguien que no sea tu pareja pide pizza. ¿No es eso?

Antes de que a Aída le diera un chungo por comer rata sin necesidad de hacerlo (cosas de la prueba) se produjo el siguiente diálogo, que es mi preferido de ayer. Pregunta Marco: "¿Te gusta la pechuga de pavo?" Y responde Aída: “Prefiero desintegraros”. Apocalipsis es única.

Ayer en el programa MorninGlory de Radioset estuvimos hablando de las bromas pesadas que prepara Elettra para Aída, nos preguntamos si es 'Maylén' el mejor montaje de Gran Hermano, y recordamos el requisito indispensable de Daniela para que te considere su amigo, entre otras cosas.