Bea y Adara, como vírgenes de la amargura y las angustias

Adara

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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No hubiera imaginado que dejar ver la fiesta de sus compañeros a las habitantes del apartamento iba a dar tanto de sí. Podía pensar que les atacaría un hondo sentimiento de nostalgia. También la envidia de no poder compartir la fiesta con ellos, teniéndose que conformar con beber algo de alcohol mientras miran en el plasma cómo se divierten los demás. El panorama de las dos candidatas a abandonar el concurso, aunque puede que al final no lo haga ninguna, en pijama, bebiendo alcohol en taza y mirando el plasma puede ser todavía más desolador si le añadimos los enfermizos celos que parecían consumir la existencia de Bea y Adara anoche.

“¿Has visto eso? ¿Es necesario arrimarse tanto? ¿Y ahora por qué lo abraza? Tía, esto no es normal. Me estoy poniendo negra”. Este diálogo, o similar, se repitió de forma constante durante horas la pasada madrugada. Los celos parecían consumir a Adara cada vez que una de las chicas se acercaba a Pol. No estaba tranquila con las nuevas, candidatas a quedarse esta noche en el concurso, pero tampoco con Meri, tal vez la única que de saberlo habría estado encantada de generar tal torrente de celos desmedidos. Meri es otra desde que se han ido Bea y Adara. Se la ve ahora más feliz y animada que nunca, tonteando y vacilando con los chicos, en particular con Alain. Diría que se considera la nueva prima donna.

Si hubiera de elegir lo más sorprendente de esta pasada madrugada no tengo duda de que eso sería ver a las habitantes del apartamento llorando como dos magdalenas mientras miraban el plasma. Los celos en Adara podía haberlos previsto, aunque no de una manera tan exagerada. Sin embargo, nunca hubiera imaginado lo de Bea. Puedo explicar con sencillez mi enorme contrariedad ante la reacción de Bea viendo a Rodri pasarlo bien en la fiesta. Seguro que me va a entender el lector.

Adara ha desarrollado con pasmosa rapidez un rotundo sentimiento de propiedad sobre Pol. “Es mío y no lo toca nadie”, decía anoche. “Por favor, que no se acueste con nadie, que no se bese con ninguna”, pedía desolada Adara. En principio, parece un sentimiento más propio de una pareja que lleva años de relación, no de dos personas como Pol y Adara que apenas se han dado cuatro besos y algún leve revolcón bajo el edredón. Pero bueno, lo aceptamos como parte de esa magnificación de la que tanto se habla. Ahora bien, Bea se ha pasado las últimas semanas, primeras de concurso, dejando bien claro que lo suyo con Rodri es solo una amistad. Como tal hemos observado desarrollarse una relación cada día más estrecha, en la que nunca imaginé algo distinto a un fuerte cariño mutuo.

Bea

Viendo anoche a Bea llorando junto a Adara, ambas histéricas temiendo la deslealtad de sus respectivos, me di cuenta de lo engañado que estaba. Nada de amigos, casi como hermanos. Al menos por parte de Bea, el sentimiento parece otro bien distinto. Habría que preguntar a Rodri por el suyo. Como en un juego de espejos que reflejan la imagen unos con otros, hubiera sido como rizar el rizo que anoche en la casa vieran, aunque hubiera sido fugazmente, lo que estaba sucediendo en el apartamento. Es pura ilusión porque en tal caso se habría desactivado la sorpresa de esta noche cuando vean aparecer a sus dos compañeras de nuevo. Aunque he de decir que es una posibilidad que manejan como muy posible.

Hubieran alucinado viendo a Bea y Adara sufriendo, como dos dolorosas, modernas (o no tanto) vírgenes de la amargura y las angustias, rogando piedad a su destino y un buen comportamiento a Rodri y Pol, respectivamente. Ellas exigían que sus chicos guardasen luto riguroso y estoy seguro de que no les sentó nada bien verles divertirse. Hasta ahí llega el ataque de celos tan aparatoso. Todo parecía exagerado en el apartamento anoche. Sus celos excesivos contribuían a que Bea y Adara provocasen anoche una desorbitada vergüenza al tiempo que una descomunal risa.

El que Bea y Adara dieran anoche una imagen bastante lamentable no quita para que verlas fuera un espectáculo inmenso. Mientras que al principio me asaltó la duda de si reír o llorar viéndolas, pronto me decanté de forma inequívoca por la risa, y no pude reprimir finalmente la carcajada continua. Están mucho más voladas de lo que hubiera dicho. El encierro está haciendo mella en ellas y sus mentes parecen ya perturbadas. El colmo de la alienación y visión irreal de la realidad es observar a Bea sufriendo por Rodri, precisamente el día que este parecía vivir la fiesta más animado. Vaya, vaya. Menudas dos chifladas, la noche tan graciosa que nos han brindado.

No tiene mucha explicación, pero las escenas de anoche me reafirman en mis deseos de que no se vaya hoy ninguna de las dos. Quiero que Adara vuelva a la casa esta noche, salvada por la audiencia. Que el grupo mayoritario reciba por fin el castigo de la audiencia y le empiecen a ver las orejas al lobo. La expulsión de Candelas la pasada semana no tuvo el mismo efecto que si hoy ven a Bea despidiéndose de la casa desde el plató. Digamos que Candelas no dejaba de ser una reciente conversa, lo cual hace que el castigo de su expulsión quede diluido y sin nadie que lo reivindique. Si entonces se pudo entender que el castigo se repartía entre los dos grupos, no habrá duda de para quién es una advertencia clara si la expulsada es Bea.

¿Por qué digo que no deseo que abandone el concurso ninguna de las dos y al tiempo deseo la expulsión de Bea? Porque creo que puede tener la caja con una vida extra. Hagamos recuento de cajas, algo que ayer me pedía algún amable lector. En la primera gala se repartieron 17 cajas. Solo Alain y Pablo tuvieron el gesto generoso de ceder las suyas, por lo que Cris llegó a la sala de expulsiones con la suya y las de estos otros dos compañeros. Por su parte, Fer llevaba la suya, que también cedió a su amigo antes de salir de la casa. Meri también dio la suya a Laura, por lo que esta concursante pudo abrir en plató las dos cajas.

Apartamento

Pablo salió sin caja en la segunda expulsión, porque había cedido la suya la semana anterior. Álvaro llevaba la suya, aunque no fue abierta durante la gala sino en un posterior Debate. La siguiente semana, ni Bárbara ni Meri llevaron caja a la sala de expulsión, mientras que Candelas salió con la suya solamente. Por tanto, han salido de la casa las cajas de estos concursantes: Cris, Fer, Alain, Pablo, Álvaro, Laura, Meri y Candelas. Salvo error, quedan en la casa 9 cajas. Más concretamente, 6 en el apartamento y 3 en la casa. No sabría precisar quiénes dieron su caja a Bea, pero aparte de la suya y la de Montse (que se la dio en la sala de expulsión) lleva otras 3. Adara solo tiene la de Bárbara. Entre las 3 que quedan en la casa están las de Adara y Pol, que volvieron de la sala de expulsión.

Desde el punto de vista estadístico, Bea tiene 5 posibilidades frente a 4 de tener la caja premiada. Más de un 50 % de posibilidades de salvarse finalmente. Mi tesis es que la caja premiada no es la de Bárbara (en poder de Adara). Si así fuera, y esta noche fuera expulsada Bea, el secreto de la caja habría sido desvelado y dejaría de tener interés a partir de ahora. Todos sabríamos que Bárbara tiene la caja premiada, por lo que presumiblemente no sería votada nunca para abandonar la casa porque ya sabríamos que volvería después. Pienso que si la caja premiada estuviera en manos de Adara no habría revelado Jordi que una de las cajas en juego tiene la vida extra.

Si mi tesis es acertada estamos ante un panorama que, una vez más, aconseja la expulsión de Bea, especialmente si tenemos en cuenta que prefiero ver volver a las dos. El castigo al grupo mayoritario sería el mismo si volviera Bea porque se habría salvado por la campana, pura suerte de la caja, pero no por la audiencia. También será interesante comprobar si la caja premiada es la de la misma Bea o una de las 4 que le dieron, y en este caso quién era su propietario inicial. Tal vez estaría bien que en la casa conocieran este dato para comprobar si el dueño inicial de la caja se tira o no de los pelos.

Ahora mismo Adara es necesaria en la casa. Me resulta ridículo su enamoramiento tan profundo en apenas unos días, cuando ni siquiera hemos visto auténtica pasión entre ella y Pol. Su pereza y algunas limitaciones a la hora de discutir hacen que no salga del “pesada” y “falsa”, evitando argumentar de forma convincente muchas veces, cosa que ha demostrado saber hacer en conversaciones con Fer, Miguel o Noelia. Hay muchas otras cosas censurables en esta concursante, pero está siendo la que mueve los hilos en esa casa, junto a su amiga Bárbara. Adara tiene todavía mucho recorrido por delante, y no necesariamente con relación a Pol. También por esto, y ante el riesgo de que no sea su caja la premiada, debería ser Bea la expulsada.

Rebeca y Michelle

Bea es copia de copia. Mera imitadora de otros personajes televisivos, como Rafa Mora o Ylenia. Tristes referentes, lo cual representa a determinado sector de una generación. Diría que es la generación “viceversa”, cuyo principal interés es el culto al cuerpo. La gran ambición de personas como Bea es lograr sumar seguidores en redes sociales, sin preocuparse en ningún momento por nada que suponga cultivar su mente. Bea es impulsiva o contenida dependiendo de lo que más le pueda convenir. Puro artificio que viene a ser lo menos apropiado para un concurso de telerrealidad como este. No concibo que esta concursante pueda ofrecerme nada que tenga un mínimo interés, y solo justifica su vuelta a la casa salvada por la caja que nadie peor que ella pueda disfrutar de ese privilegio.

Con la expulsión de Bea y su posterior salvación gracias a la caja habrán acabado las dudas y nadie más se podrá salvar por el azar. Como digo, prefiero que se salve Bea hoy antes de que la caja con el premio termine en manos de concursantes como Fer, Clara, Rodri o Montse. Los dos segundos porque no se lo están mereciendo. Concursantes sin ambición que se conforman con estar y ver pasar el tiempo. Y los dos primeros porque siguen atrincherados en la cocina, imponiendo su propia ley sin que nadie les haya dado tal poder. Ayer Fer gastaba nada menos que 8 huevos y más de 2 litros de aceite para hacer una mayonesa. Cara salsa y torpe cocinero, incapaz de arreglar de otra forma más discreta una mayonesa cortada. Por el bien de todos, conviene que estos dos salgan de la cocina cuanto antes.

Solo Michelle, en menos de 24 horas, ha conseguido echar de la cocina a Fer y Clara, haciéndose ella un hueco. No es ganar la guerra, pero puede estar orgullosa de haber salido airosa de su primera escaramuza. Harán falta más batallas como la de ayer para que los cocineros asuman que en esa casa conviene rotar todas las labores. Lo de encadenarse a la cocina y no permitir que nadie más entre es un truco que ya hemos visto muchas veces antes. Tal vez no se den cuenta de que desde Javito (GH 3) nadie más ha ganado por llenar el buche a sus compañeros. Siendo cocinero se pueden evitar algunas nominaciones, pero no puntúa de cara a ganar el premio final.

El logro de Michelle hace recomendable su permanencia en la casa. Frente a una Rebeca tibia y extremadamente pelota, lo cual me produce gran vergüenza ajena, Michelle está demostrando en tiempo récord tener personalidad y promete darnos grandes momentos. De momento, casi toda la casa tiene atravesada a Michelle, lo cual es un logro, mientras que prefieren ver quedarse a Rebeca porque es mucho más “dulce”. Me temo que dicen “dulce” y piensan “maleable”.

Frase 015

Moleskine del gato

Pol decía anoche que intenta “decir todo con la mayor clase posible”. Tal vez deba recordar que le propuso a Adara hacer cada uno su vida por separado durante el día, sin que uno vigilase lo que hace al otro con sus amistades, y estar juntos por la noche, o sea, en la cama. Derrochando clase, está visto.

Lo otro de Pol es que se compare a uno de los mejores concursantes en la historia de este programa, en su versión de famosos concretamente. “Yo creo que soy un Carlos Lozano, que mucha gente me entiende y hay mucha que no”, decía ayer Pol. El día anterior ya se acordó del exconcursante afirmando: “Espero que me siga apoyando Carlos Lozano”. Cuando habla de apoyo se refiere a que coincidió en El Club con él y le dijo unas palabras de ánimo. Igual que se las habría dicho a cualquier otro en idénticas circunstancias. Angelito, qué inocente es.

Esta noche tenemos una fiesta, con Jorge Javier como maestro de ceremonias. Se me antoja que puede ser la gala más interesante. Me lo parece la reacción del grupo mayoritario ante el palo proporcionado por la audiencia votante si sale Bea. También la enorme sorpresa posterior en caso de que tenga la caja premiada. Ojalá sea este el menú de la gala, aunque sea como sea va a estar interesante.