Daniela hundida por un leve asomo de crítica de un excompañero

telecinco.es 27/03/2017 09:43

Será un problema de hipersensibilidad, pero la reacción de Daniela ante las críticas me pareció un poquito exagerada anoche. Primero fueron las razones de Elettra y Emma para posicionarse en su contra. Irma fue la única diplomática al alegar que prefería la permanencia de Aly y Marco. No estaban sus escuetas palabras exentas de una cierta intención oculta. Llámenme mal pensado, pero creo que el simple hecho de pronunciar esos dos nombres juntos en la misma frase era para molestar un poquito a Daniela. Irma es muy sutil casi siempre, y diciendo poco fue posiblemente más letal. Sus balas son de pequeño calibre, las más letales, y disparadas siempre con silenciador.

Elettra utilizó contra Daniela uno de sus argumentos recurrentes de estos días. Ella utiliza ideas fuerza, esencia del mensaje político y comercial. Una idea fuerza está compuesta por pocas palabras con un fuerte carácter simbólico que expresan una idea más compleja. Ahora mismo la estrella, por ser una idea muy absurda, es que Daniela quiere quitarle su ‘súper’. Supongo que la idea de propiedad que demuestra tener Elettra es consustancial a su condición de rica heredera. Los ricos son dueños de todo, incluso de los ‘minisúper’ de Gran Hermano, que así llaman a todos los que no son Floren Abad, ‘súper’ supremo.

Otras ideas fuerza utilizadas por Elettra, todas ellas en contra de Daniela y atornillando en la frente su error a las locas blumetristas, es que esta compañera de encierro tiene novio; que come pollo, aunque dice que no; que solo le gusta el chorizo, o sea, no es bisexual y, sobre todo, que la ha utilizado. Estas son las más recurrentes del momento, aunque hay más. La última fue el argumento estrella de Elettra para posicionarse anoche en contra de Daniela. Esta, como es normal, alucinó.

La explicación es tan breve como alucinante, piensa Elettra que Daniela ha utilizado la supuesta atracción que desde el primer día dijo sentir hacia ella (“a mí me gustas tú”, le dijo) para medrar en el concurso. Que no voy a ser yo quien diga lo contrario. Es decir, creo que algo tiene de razón porque Daniela ya conocía el movimiento blumetrista, que surgió antes de comenzar el encierro. Había podido comprobar la demanda que existía de una ‘homocarpeta’. Si mantenía viva la llama de una posible relación con Elettra estaba de alguna manera garantizando su permanencia en el concurso, o eso intentarían quienes lo estaban reclamando desde antes de empezar la edición. Esto lo he pensado siempre, y me parece bastante evidente. De ahí a que Elettra pueda sentirse utilizada va un trecho. Entre otras cosas porque ella no hizo ascos a la idea durante un tiempo.

Creo que Elettra dice las cosas que dice convencida de ellas. Aunque sea la mayor chorrada del mundo puede convertirlo en un asunto vital. Se enteró de que Daniela tenía novio y desde entonces se ha sentido utilizada. Lo ha dicho mil veces, igual que lo del pollo y muchas otras cosas. Como una letanía viene desde hace tiempo repitiendo eso del novio, lo cual me resulta tan pesado como tener que contemplar la reacción de locas blumetristas organizadas para negar que Daniela tenga novio. “Es un ex”, “un chico con el que se lleva bien y le gusta, pero nada más”, son las explicaciones más frecuentes. A ver, a ver, que no nos hemos caído de un guindo ayer.

No sé bien qué número le corresponde a aquel que Daniela llamó “mi nene” cuando escribió su nombre en el jardín, el mismo a quien llamaba “X” hablando con Aída. El otro día volvió a escapársele que se llama Andrés y la hemos visto besar su fotografía, que lleva consigo. Con Marco ha establecido números para hablar de tres hombres importantes en su vida: número 1, número 2 y número 3. Supongo que uno de ellos es Uri Sàbat, otro el tal Andrés y queda uno más.

He de confesar que me da lo mismo la vida privada de Daniela y me aburre infinito cuando cuenta complicadas historias de amores entrecruzados sustituyendo sus nombres por números. Incluso me da igual si tiene un novio o varios, o si con uno de ellos lo dejó antes de entrar. Daniela está en su derecho de negar que tiene novio teniéndolo. También de tontear con Elettra sea su situación personal la que sea. Ya comenté hace semanas que nadie sabe el tipo de relación que tiene cada uno. Hay relaciones abiertas, donde no supondría problema ninguno. Es cierto que Elettra tendría derecho a conocer esa situación, pero solo en caso de haber demostrado un mínimo interés por tener una relación con Daniela, lo cual no ha pasado.

En definitiva, que no veo justificación a esa supuesta sensación de haber sido utilizada. Elettra pincha en ese argumento, a pesar de lo cual Daniela parecía anoche afectada por el comentario. Si ella tiene la conciencia tranquila no debería inquietarse. Entiendo que le pidiera explicaciones, que es justo lo que debía hacer. Y fatal Elettra negándose a decir por qué se siente así. “Después hablamos”, dijo, lo cual es especialmente inconveniente cuando se sabe que están en directo y después ya no, por lo que las explicaciones hubieran llegado tarde y con un eco notablemente menor. No hubo conversación posterior, ni creo que la vaya a haber. A Elettra no le interesa explicar nada. Ella es una pared contra la que rebotan las palabras, la razón y hasta las buenas intenciones.

El discurso de Emma se convirtió en un terreno pantanoso prácticamente inextricable. Lo he vuelto a escuchar y sigo sin entender nada. La única idea que me ha llamado la atención, por absurda, es que a ella le une con sus compañeros que todos son seres humanos. Porque, claro, si alguno fuera un saurio ya sería diferente. O un vegetal. Ella parece esto último a veces, porque apenas da muestras de vida en la casa salvo cuando se tumba en la cama mirando al techo al lado de Irma en idéntica posición y entonces pontifican o confeccionan trajes a trochemoche. El evónimo de mi terraza parece tener más vida.

Las críticas a Daniela no acabaron aquí. Después de saber que Elettra se ha sentido utilizada, aunque sin llegar a conocer por qué, y sin digerir el intrincado discurso de Emma, llegó el momento de pedir amistad en la red social ‘Vip Up’, creada expresamente para la prueba de esta semana: ‘Enreda como puedas’. Hubiera apostado a que Daniela se decantaría por Aless Gibaja, pero pronunció el nombre de Sergio. Posiblemente fue porque Aless ya había sido elegido por Elettra y Emma, aunque nada impedía que ella también repitiera nombre. Su decisión tuvo un fatal resultado. Fue la gota que colmó el vaso.

Convengamos que Daniela no deja mucho espacio para la autocrítica. Es demasiado estrecho el paso por donde se pueden colar las críticas de los demás hacia ella porque tiene demasiado pegado el umbral de la crítica. Me pongo en su lugar y entiendo que la acumulación de anoche era inédita para ella, igual que inesperada. Ahora bien, su reacción no deja de parecerme desproporcionada, aun considerando la dificultad que demuestra tener para asumir ciertos contratiempos. De este episodio habrá aprendido que no conviene jugársela en casos así. Hay que jugar sobre seguro. Debió decir Aless, en lugar de Sergio.

¿Qué dijo Sergio tan importante? Su comentario iba pareciendo amable cuando recordó los buenos momentos vividos en la casa y la buena amistad que se ha llevado de ella. El tono elogioso se torció cuando dijo: “Eres una buena niña. Estás haciendo un buen concurso, aunque haya algunas cosas buenas y otras malas que estás haciendo, pero en realidad me quedo con todo lo bueno que has hecho y lo grande que eres”. El elogio trufado de crítica tiene un sabor especialmente amargo. De nada valen las buenas palabras si entre ellas se cuelan otras no tan buenas.

De ahí el disgusto de Daniela. Salió del ‘confe’ llorando, donde fue reclamado Marco estando todavía ella, no sé exactamente para qué. Marco estuvo perfecto, aconsejando bien y tratando a Daniela con mucho cariño. Eso sí, me pareció que se cansaba pronto, pero es que Daniela no salía de su bucle. Con un hálito de voz expresaba su decepción por todo lo sucedido, especialmente lo de Sergio. No tanto porque sus palabras hubieran sido muy duras como por el fracaso de su propia expectativa. Ella esperaba algo mucho mejor del concejal. Está claro que se equivocó, lo cual particularmente no me parece tan poco previsible.

Marco también confió en Sergio y sus palabras le parecieron escasas, casi de compromiso. También tenía unas expectativas que no quedaron satisfechas. Algún lector se habrá preguntado por qué digo que hubiera apostado por que Daniela elegiría a Aless y no haya mencionado para nada a Aída. Anoche los alegatos a favor de los nominados fueron asumidos por exconcursantes, y Aída se encargó del de Daniela. No pensé que la pudiera elegir en la prueba por su reacción escuchando a Aída. Solo algún pestañeo no acompañado de gesto alguno. El rictus serio y ni una palabra de agradecimiento posterior. Así reaccionó Daniela.

El que la entienda que la compre. En ocasiones como esta me siento solidario con Aly cuando dice que no entiende a Daniela. Me pasa exactamente lo mismo. Ni la entiendo ni me la creo muchas veces. Si piensa que Aída la perjudica igual debería haberlo pensado hace un par de semanas. Su papelón de anoche, sentada en el suelo y dirigiendo su lánguida mirada a la luna me separa de golpe de esta concursante. Es como si recibiera un manotazo de realidad, de esa realidad que menos me gusta en ella. Cada uno tenemos el umbral donde lo tengamos, pero para ser concursante de Gran Hermano es necesario un poco de aguante. Es cuestión de un margen mínimo, que no tuvo anoche Daniela. No me la imagino aguantando las largas ‘colas del after’ tras Toño, Alonso, Alejandro o Aída, con toda la casa en contra.

Ahora son solo seis y tiene a Marco de su lado. Cuatro voces (y una de fuera) pudieron anoche hundir a Daniela. No quiero imaginar si llega a vivir lo de esos otros compañeros, en cuyo machaque contribuyó la propia Daniela. Ojalá se diera cuenta anoche del complicado entramado de sentimientos que ahí dentro les hacen especialmente vulnerables a la crítica. Tal vez en otra ocasión evite formar parte del todos contra uno del que Daniela ha participado en casi todos los casos mencionados. Anoche la ‘cola del after’ fue muy pequeña y los comentarios de Irma y Aly no fueron nada ofensivos. Lo de Sergio fue tan solo una torpeza reconocida por él mismo en redes sociales. Aunque mayor aún fue la torpeza de Daniela al escogerle.

Mi conclusión es que Daniela no recibió anoche con agrado ni el elogio de Aída ni el levísimo asomo de crítica que se puede adivinar en las palabras de Sergio. Y, amigos míos, cuando no se acepta de buen grado ni el elogio ni la crítica es que se tiene un problema importante, que ni la buena voluntad de Marco puede solucionar. Tal vez hay que tener poderes extrasensoriales para entender la forma que tuvo Daniela anoche de asumir la leve crítica y, especialmente, el generoso elogio. Según educaron a este gato, el comportamiento que tuvo hacia Aída anoche fue injusto y desagradecido.

El moleskine del gato

En este punto quiero confesar algo: estoy convencido de que Daniela va a ser la ganadora. Podría subirme a ese carro y empezar a elogiar hasta un eructo suyo, si lo hubiera. Es lo que veo en muchos ‘talifanes’ entregados a la causa de ver todo bueno en Daniela y, correspondientemente, todo malo en Aly. Es posible que la americana salga este jueves, aunque creo que ahora mismo el más votado es Marco. Los porcentajes ciegos que conocimos anoche están así: 58,5 %, 34,1 % y 7,4 %. Pero claro, ahí está la amenaza de Sor Passo, virgen y mártir, nuestra señora de los vuelcos en las votaciones. Si se salva Aly la final será un duelo justo entre ella y Daniela. Es lo que debería ser. Pero apuesto cinco contra uno al triunfo de Daniela.

Con esta premisa que hoy dejo bien asentada, los próximos días seguiré comentando lo que pasa en la casa, y al mismo tiempo comenzaré los clásicos daguerrotipos, perfiles de los finalistas de esta edición VIP. De momento ya aviso de que entiendo en muchas cosas a Daniela y también a Aly. Simpatizo tanto como discrepo de las dos. No lo veo incompatible. Ni siquiera difícil. Al contrario, se me hace complicada otra opción. Veo injusto acusar a Daniela por criticar a Aly porque ella también la critica. Ver solo lo malo de un lado denota ceguera. O fanatismo. Aunque me inclino por pensar que ambas cosas a la vez.

¿Está Daniela intentando evitar el acercamiento de Marco a Aly? Sí. Me parece evidente. Y lo entiendo. Cuando Aylén le pidió que cuidara a su novio no se refería a otra cosa. ¿Aly exagera cuando ve peligroso el acercamiento de Daniela a Marco? Sí. Aunque algunos gestos sobran, y aunque Aylén diga lo contrario estoy seguro de que mucha gracia no han de hacerle. Es solo un apunte. Mañana más. Me alegraré si gana Aly y también si lo hace Daniela. Lo merecen las dos. Aunque casi preferiría que ganase el ‘hombre chorizo’ construido por Elettra, o la encina del jardín. Una vez he dejado esto claro, yo a lo mío.