Me encontré con un ciruelo cargadito de manzanas

telecinco.es 24/04/2012 08:39

Ahora que vamos despacio vamos a contar mentiras, tralará, vamos a contar mentiras.

Y ahora que no nos escucha nadie. ¿No estás de acuerdo conmigo en que este Gran Hermano de aniversario no merecía esto? ¿No sabes a lo que me refiero? Pues voy y lo explico, que no me cuesta. Es más, para eso estamos. No merecía un tipo tan maleducado, repanchingado en su asiento quejándose del programa que tan bien le ha tratado. ¡Si algunos llegaron a creerse que fuera amigo personal de cierto alto cargo de la productora! Vamos a contar mentiras, tralará. Por ejemplo, que ese exconcursante era muy gracioso y mentía para medrar cuando decía eso de que los homosexuales son enfermos y los indignados unos vagos. Cómo si no fuera peor aún que lo dijera sin pensarlo. ¿Qué valores defendemos? De aquellos polvos vienen estos lodos. Ninguna sorpresa.

No se merecía que la espita abierta por Cristian fuera aprovechada por Verónica y Sergio, alumnos desaventajados en eso de armar follón. Fíjate si será torpe la vasca que ni se le debió pasar por la cabeza regalar pizzas y manipular votos para ser repescada. Por eso le ganaron la partida. No sé si repetirlo porque esto es un empezar y no acabar. Venga, va: ¿qué mierda de valores estamos defendiendo? ¿la trampa y el engaño?

Tampoco se merecía una notaria del Ilustre Colegio de Madrid como Paloma Mozo García, que debería haber sacado la calculadora (como aquellas azafatas del 'Un, dos, tres...', de gafas grandes sin cristales) para darse cuenta de que sumando 1.01, 46.82 y 52.15 el resultado es 99.98, expresado en tantos por ciento. ¿Dónde fueron los votos del 0.02 por ciento restante? Esa es mi pregunta para la 'Luisma', que resultó ser una mujer.

Para ir acabando el argumento, no se merecía que la hermana de Noemí desactivara la entrevista de Mercedes metiéndole el miedo en el cuerpo. Y tampoco merecía que esta contestara con incoherencias y vaguedades, aunque lo resumió bien cuando dijo que ella hace siempre lo que le sale del 'pepe', por así decirlo. A partir de ahí que me vayan cayendo, debió pensar. Flaco favor le hizo la hermanísima porque consiguió que se sentara con cara de haber salido del túnel del terror y terminase la entrevista despidiéndose de sus compañeros como si acabara de intimar con la mismísima parca.

Así son las cosas, uno se dispone a ver la gran gala de la temporada, que encima coincide con Sant Jordi y el duodécimo aniversario del programa y termina viendo reventar la grada de los reventados. Mercedes, querida, qué santa paciencia tienes. Solo faltó que le dieras la palabra a Berta, la no concursante que seguramente quería reclamar una entrevista. Pues te la ganas, guapa.

Confieso que desconecté bastante cuando los dos hombres desactualizados se ponían gallitos medio reventando la gala aniversario. Ninguno de ellos debió entrar en el programa. Uno porque las palabras previas le hubieran impedido el acceso a un medio de comunicación de masas en medio occidente, el otro porque si yo fuera concursante obligaría a incluir en el contrato una cláusula asegurando que conmigo no entraría ninguna rémora, novio/a o similar.

Confieso mi debilidad por el páter y su doble moral. Me conmueve lo sensible que es, lo que le duele cuando alguien se burla de él o intenta ridiculizarlo. Claro, no puede haber otra intención si se le critica por decir anoche sobre la relación de Hugo y María que él siempre ha aconsejado en esos temas hacer caso de lo que manda el corazón. Cor a cor, ¿verdad, padre Molina? Por eso a Sindi le recordó que lo importante es lo de fuera. Que, por cierto, luego estuvo dentro. Y ahora anda encabronado en la grada de los reventados. Aunque mi momento preferido fue ese en el que Cristian protestaba porque a los chicos no les regala Mercedes el anillo Verili de la suerte y la presentadora le prometía uno "para que te lo pongas en otra parte si te cabe". In-con-men-su-ra-ble.

Chiquillo no tires piedras que no es mío el melonar, tralará, que no es mío el melonar.

Los porcentajes de expulsión dieron la vuelta durante el programa, oscilando entre el 47 y el 52 por ciento para el más votado. Noemí y Dani estuvieron a la gresca, luchando por salvar el escollo importante de esta expulsión. Al final, cayó del lado de Noemí, la expulsada por la que algunos familiares y seguidores del programa intentaron violar las reglas de votación del programa animando y maniobrando para conseguir el voto desde Brasil.

La historia se repite y, recordando lo que hiciera otra hermana de concursante llamada igual, Eli se emperró en avisar a Noemí de lo que le esperaba en la entrevista. O más bien, lo que ella pensaba que le esperaba. Tan incoherente como su hermana protestaba por la escasa representación de su hermana en plató, cuando resulta que al menos estaban ella, su madre y su exnovio. ¿Se puede saber qué otro expulsado tuvo tanta gente? Y con tantas ansias de protagonismo, claro. "Prepárate para una entrevista muy dura", le dijo Eli en plan Esperanza Gracia, adivinando un futuro venidero y cercano. Aunque Milá intentó impedirlo fue inútil e insistía en advertirle: "Prepárate para entrevista especial". Entonces debieron poner de fondo musical la famosa canción del padre de Ari: "Prepárate, va a estallar el obús..."

No era para tanto, como vimos después, aunque nunca sabremos si todo hubiera discurrido igual sin la rebelión en la granja, quiero decir en la grada de los expulsados, y sin esa hermanísima redentora ejerciendo de pitonisa. Si Dani tiene bien estudiado cómo va lo de los call shows de madrugada, la tal Eli parece más aficionada a los programas de tarotistas. La entrevista no fue ni dura ni especial, solamente tardía y corta. Han sido tantas las tramas que ha dado Noemí en los 96 días que permaneció en el juego que podría haber terminado a las cinco de la madrugada.

Es la razón por la que durante semanas pedí que se quedase esta concursante, sin la cual nada hubiera sido igual. Pero anoche había llegado su momento. Entiendo la contrariedad de su familia porque en definitiva esta lucha es más o menos pura para los concursantes pero muy poco noble para las familias. Estas ven solo el dinero, tanto el que deja de percibir esa veintena de concursantes que no tienen la fortuna de resultar ganadores, como el que gastan nominación tras nominación. Y Noemí ha pasado más de una. Se trata de una inversión perdida, siempre y cuando haya una mayoría que aún estando poco organizada decide que una concursante como Noemí no merece ganar, ni siquiera llegar hasta el final.

Las razones del público son muchas y a menudo difíciles de entender o explicar. Ahora bien, en este caso tengo claro que se ha sancionado la cultura de la mentira y la maldad. No se dejen engañar por quienes quieren hacer creer que se está castigando a Noemí por haberse acostado con más de un chico. A la mayoría eso nos trae sin cuidado. Su gran pecado como concursante ha sido la utilización del engaño en beneficio propio. También que no reparase en hacer daño de forma gratuita e injustificada. Nueve de cada diez especialistas en Gran Hermano dirían tras escuchar cierto vídeo que circula por la red que Noemí y Fael tuvieron folleteo bajo el edredón. Pues bien, ella anoche lo seguía negando.

Noemí perdió el concurso el día que le dijo a María que cuidase a Julia. Ya sé que ha superado alguna nominación complicada después, pero al final estas son las cosas que pasan factura. Hacer daño de forma gratuita nunca se perdona en Gran Hermano. Anoche ni siquiera supo explicar por qué lo hizo. Ni siquiera por qué lo negó después. Tampoco gustan determinado tipo de mentiras. En particular la mentira programada, la especialmente dramatizada o aquella con la cual se pretende obtener un beneficio. Y Noemí practicó con fruición las tres.

Programada fue su prolongada mentira tras volver de Brasil. Dramatizada la que negaba haber dicho "cuida a Juilia" (recordemos aquel "a-hor-ca-me" tan expresivo). Y en su beneficio mintió sobre las nominaciones. En este terreno tuvo para todos los gustos. No es lo mismo mentirle a alguien poco afín sobre si le ha nominado o no que lo de ocultar la nominación a Ochoa afirmando haberle dado el punto a Pepe. Pero aún peor decirle a Marta que no la había nominado una semana antes ni lo haría ese mismo día, ambas cosas falsas. Es evidente que con esta sucesión de mentiras pretendía sacar el beneficio de evitar una nominación. Demasiado feas esas trampas.

Por tanto, que no se obsesione nadie con la entrepierna de la concursante, que a mí personalmente me la trae al pairo. No es eso lo que ha puesto a Noemí en la calle. No se engañe nadie con el viejo argumento de que si fuera un tío le haríamos la ola por machote y como es una tía decimos que es una fulana. Ni me lo planteo porque no me importa. Tampoco pienso que lo sea. Durante semanas defendí a Noemí por ser una mujer desinhibida, a quien le gustaba estar con hombres antes que con otras mujeres. Le alabo el gusto, a mí me pasa lo mismo pero al revés. Y me parece fabuloso que enseñe el culo una y mil veces. Pero no trago con el engaño y la mentira. Mucho menos de ciertas formas y maneras.

Dice mucho el hecho de que anoche Noemí no supiera explicar ni justificar sus mentiras. Bloqueada y muerta de miedo por las advertencias de su hermana, no fue capaz de dar ni una sola respuesta coherente. Su universo paralelo es tan distante y despegado de la realidad que probablemente no valoró algo consustancial a este programa. Una vez fuera del juego hay que rendir cuentas de las propias acciones. Empezar con un "yo hago siempre lo que quiero" no es un buen camino. Entre otras cosas porque no admite que ante la libre elección siempre hay la posibilidad de seguir el camino equivocado. No me cabe ninguna duda de que si ella decide a su vuelta de Brasil hacer lo que dijo y se hubiera atrevido a contarle a Alessandro lo sucedido ahora no estaría en la calle.

Noemí tomó el camino equivocado en este caso y en muchos otros. También cuando después de hacer daño gratuitamente a una expulsada en lugar de reconocerlo y expresar arrepentimiento opta por el camino fácil de la negación. El daño estaba hecho, pero habríamos sabido perdonar mejor si lo admite en lugar de mantener el engaño, como hizo una vez tras otra. Sus mentiras tienen varias motivaciones, por tanto. En unos casos miente para obtener un beneficio, pero la mayor parte de las veces es simplemente por miedo.

Cuando hablo de caminos equivocados no estoy diciendo lo mismo que Paolo, como es evidente. Este adorna sus palabras diciendo que a Noemí hay que llevarla por el buen camino. ¿Qué quiere decir en realidad? ¿Quién es él para decidir el camino de nadie? Solo uno mismo lo decide. Me temo que la estaba llamando sueltecilla. Allá cada cual con sus palabras, pero el concepto de la mujer que hace lo que quiere y el buen hombre que la guía me parece detestable.

El momento más indescifrable de la entrevista fue su despedida de la casa. Noemí preguntó con celeridad si podía hacerlo de forma conjunta. ¿Por qué esa idea? Apenas dedicó un par de frases, y solo tuvo fugaces referencias para Ari y Alessandro. ¿Qué temía esta vez? Creo que tuvo miedo a la reacción del público ante cualquiera de sus palabras. Durante la entrevista hubo un sector del público que ejerció su derecho a expresarse libremente y se reía ante algunas de las incoherentes respuestas. Creo que eso pudo pesar en Noemí a la hora de la despedida y fue la razón determinante de su escasez de palabras. En la medida que hablase menos serían también menos las oportunidades para que el público riera y eso llegase a los oídos de sus compañeros en Guadalix.

"Hola, que un besito a todos, pásenlo bien y a disfrutar. 'Chumi' (por Ari) con fuerza, y 'Mosquetero' (por Aless) a tope y que te espero aquí para lo que sea... I loving to you". Estas fueron sus escuetas palabras y ni siquiera cuando Ari le pidió que dijera algo más fue capaz de decir añadir otra cosa que "está todo bien, pásenlo bien". He de decir que esa parquedad de palabras y el silencio posterior me pareció un momento televisivo inmenso. Tanto, que ni siquiera eché de menos la respuesta merecida por parte de María, algo así como: "Cuida de Paolo y Fael que yo cuido aquí del 'papi' y de Alessandro". Hizo bien la jerezana en guardar discreto silencio. Siempre ha habido clases.

Me encontré con un ciruelo cargadito de manzanas, tralará, cargadito de manzanas.

Observatorio de nominaciones

Las nominaciones quedaron de la siguiente forma:

Pepe: Ari (1) / Dani (1)

Sindi: Ari (2) / Dani (1)

Dani: Alessandro (2) / Hugo (1)

Ari: Hugo (1) / Alessandro (1)

Hugo: Dani (1) / Ari (1) / Sindi (1)

Alessandro: María (1) / Dani (1)

María: Ari (1) / Dani (1)

Resultaron nominados Ari (5), Dani (5) y Alessandro (3). El marcador de Pepe fue el único que quedó a cero. Dani y Ari mantuvieron su pacto nominatorio, de igual forma que Pepe, Sindi y María nominaban exactamente lo mismo, lo cual no sé si fue acordado, en todo caso si lo fue no tengo constancia de ello. Como era de esperar el programa introdujo alguna pequeña variación en las nominaciones. Suele pasar cuando algunos concursantes hablan muy abiertamente de estrategias nominatorias. Acertar una pregunta sobre la historia del programa daba un punto más.

Creo que Dani no supo aprovechar su punto extra. Si la estrategia consistía en subir a un número mayor de concursantes junto a él y Ari, creo que debería haber dividido sus tres votos eligiendo otros tantos compañeros, en lugar de darle dos a uno de sus nominados. Por ejemplo, si le llega a dar un punto a Alessandro, otro a Hugo y el restante a María (o Sindi) habrían subido sus tres elegidos con dos puntos, siendo finalmente cinco en lugar de tres. Para hacer estrategias hay que saber improvisar y adaptarse a las circunstancias.

Esta es la primera vez que queda nominado Alessandro. Este concursante solamente ha recibido cinco puntos (siete menos dos en positivo), lo cual es realmente sorprendente. El siguiente que menos puntos tiene en su suma particular de todas las nominaciones es Hugo con catorce. Véase la gran distancia entre uno y otro. Desde hoy, ninguno llegará a la final sin haber estado nominado al menos una vez.

Aunque parezca extraño, según nuestra encuesta la lucha de esta semana será entre Alessandro y Ari. Si esto se confirmara, Dani habría pasado de estar en peligro ayer a salvarse siete días más tarde. En contra de Ari juega que se termine de consumar su maldición con ella como última víctima, y en contra de Aless el morbo de asistir al momento en que presencie las demoledoras imágenes que él mismo se teme desde hace semanas.

Moleskine del gato

Solamente un apunte de lo sucedido mientras seguía la apasionante gala de anoche, que ha conseguido casi un 22 por ciento de share, lo cual confirma que estamos ante el auténtico número uno de la televisión en España. Alessandro recogía cuadros, cojines y otros artículos pertenecientes a Noemí. Mercedes en plató presuponía que lo hacía para guardárselos de recuerdo, pero no era así. "Ya he dejado las cosas de Noemí juntas para que se las lleven", decía el italiano, siempre mucho más prosaico de lo que se espera.