Otro fraude de Aylén fue querer salir antes que Marco

telecinco.es 24/03/2017 09:54

Aylén ha sido un fraude de concursante cuyo objetivo no fue nunca ganar este concurso sino resolver un asunto personal que particularmente me es absolutamente indiferente. Demasiada paciencia hemos tenido. Convertirse en concursante de Gran Hermano para salvar una relación sentimental es matar moscas a cañonazos. La pareja montajista vive en un reality. Se conocieron hace dos años y han estado más tiempo delante que detrás de las cámaras. Confunden la realidad con la mentira, y han tomado por tonta a la audiencia española, después de haber hecho lo mismo con la chilena.

Tras la salida de Aylén falta que salga Marco y habremos acabado de momento con esta estirpe de concursantes que pervierte el formato convirtiendo la telerrealidad en ‘teletimo’. Le preguntó Jordi González a Aylén si prefería salir ella o que fuera Marco quien abandonara la casa anoche. Dijo que ella, lo cual demuestra otra vez su fraude. Nunca debió aceptar el ofrecimiento de prolongar su estancia en la casa de Guadalix convirtiéndose en concursante de pleno derecho. Ahí se está para ganar.

Tanto han criticado que Elettra tuviera supuestos gregarios en una prueba con recompensa individual y resulta que uno de ellos ha concursado para el otro. Aylén ha sido gregaria de Marco no en una prueba semanal sino en todo su concurso. Eso sí que es juego sucio. Marco respondió a la misma pregunta diciendo que quería seguir en el concurso. Prefería, por tanto, sacrificar la estancia de su novia para tener opción a ganar el premio.

Una decisión salomónica hubiera sido perfecta. Ante la imposibilidad de que se fueran los dos a su casita al tiempo, el juez Salomón hubiera dictaminado que los cortasen por la mitad y saliera una mitad de cada uno. Maylén ha muerto después de un sorpasso que garantiza saciar la curiosidad insana de algunos sobre lo que pasará entre Marco y Alyson. Nostalgia temprana de revivir a Malyson, un muerto rematado anoche en las nominaciones. Propongo que en la fiesta de esta noche les pongan un juego de jenga. Aunque más efectivo sería que Marco tuviera la cara y la percha de cierto gemelo brasileño. Ya tú sabes.

No me extrañaría que la madre de Marco, inesperada protagonista de la gala anoche, formara parte de este montaje tan minuciosamente planificado por su hijo. Ni esforzándome consigo participar de las simpatías que despertó la buena señora. A decir verdad, me extraña que no conozca ya a Aylén, que lleva representando la misma función de teatro más tiempo del que permanece en cartel ‘La ratonera’ en Londres (‘The Mousetrap’, de Agatha Christie, desde 1952 en cartel de forma ininterrumpida). Tras la impostura de la relación algo de realidad tiene que haber, por lo que me incomoda ver a la futura suegra diciendo a Aylén lo que debe hacer en su relación. No se meta, oiga. No se meta.

Es tanta mi desconfianza que incluso creo medido y premeditado el descuido de Aylén al celebrar su expulsión. Siempre me ha repateado ver a un concursante celebrar su propio fracaso. Aparte de esto, no me cuadra que la presunta modelo (¿it-girl y fashion influencer? ¿en serio? ¿estamos locos o qué?) no tuviera en cuenta que brincar de esa manera comportaba el riesgo de que uno de sus pechos saliera a saludar. Algo debió imaginar cuando llevaba pezoneras adheridas. Es sabido que si no se muestra pezón es como si no se hubiera enseñado teta. Esto le pasa por ponerse la bata de la ‘Hermandad de la Amargura’, como decía anoche @BegoDixit. Entre el pijama del otro día y el batín este Aylén demuestra que ha estado como en casa.

No me creo a la pareja montajista, dudo de que su madre no esté en el ajo y creo que Aylén ha sido un fraude incluso enseñando sus encantos (esta vez y las anteriores). Además, no estoy de acuerdo con la idea de que Aylén se ha cargado el concurso de Marco. A ver, el concurso de Marco se basaba en lograr que Aylén entrase. Somos tan inocentes que así nos va. Hizo todo lo posible por lograr que entrase Aylén. Por tanto, logró su objetivo. Otra cosa es que planificase mal y haya salido perjudicado por su propia estrategia. Ya dice Marco que es ‘doctor amor’ para otros, pero un desastre para él mismo. Por dudar dudo hasta de esto último, pero dejémoslo correr.

Hablando de correr, iba ahora a hablar de Aly. No sé por qué esta extraña conexión de ideas. Liarse con el brasileño ha sido lo mejor que podía hacer. Olé por ella. Mucho más teniendo en cuenta la gran carcundia escandalizada y machacando a la americana con argumentos de lo más retrógrado. Lástima tener que ver luego su preocupación por lo que ha de decirle su ‘repre’ o los comentarios en redes sociales. Mira, así no se puede. El fornicio culpable y pendiente de las reacciones entre la masa opinante no puede disfrutarse igual. Le hago la ola y casi le pongo alfombra roja a Aly por destapar a la pareja montajista, para lo cual utiliza la poca información que le ha llegado ahí dentro. Tiene especial mérito que ella con lo poco que sabe se haya dado cuenta de algo que muchos todavía ignoran (o no quieren enterarse) aquí fuera.

Digo que casi le pongo alfombra roja a Aly por su perfecto análisis del fraude de Marco y Aylén porque cuando eso mismo lo decía Aída la trataban poco menos que como a una loca desquiciada. Ahora es tarde, Aly. Guardó la información para sacarla cuando mejor le vino, y eso fue cuando empezó a ver a Marco ridículo, sin gracia, con piernecitas como palillos. Solo con que hubiera dicho algo así como “Aída tenía razón” me hubiera ganado. Que no lo haga me hace sentir como cuando veo cierto programa televisivo repitiendo mis argumentos olvidando la oportuna atribución.

La gala de anoche tenía todos los alicientes para convertirse en un espectáculo bien completito. Empezó con Juan Magán encajando un playback, igual que la semana anterior hizo Luis Fonsi. Si a estos les pilla Mercedes Milá puede caerles la bronca del siglo, como hizo con Kiko Rivera y aquel ridículo top. Lo más chocante es que Fonsi cantase ‘Despacito’ y Magán ‘Rápido, brusco, violento’. ¿En qué quedamos? Elettra eligió esta semana ir rápido. Diría que rápido, constante, persistente, tenaz e incesante. Llegó el final de la prueba y estaba dándole al pedal como si no hubiera un mañana.

Ya sé que da rabia citarse a uno mismo, pero a Marco también le dio rabia ayer verse en las imágenes que le mostraron de su relación con Aylén. Debemos asumir nuestra imperfección, de esta forma no tendré impedimento alguno en decir que escribí esto ayer mismo: “Creo que Irma podría haber superado a Marco por capacidad de trabajo y sacrificio”. Pues bien, así fue. Irma fue la segunda que más kilómetros hizo tras Elettra. Sin contar los kilómetros de ellas dos, la suma de todos los demás fue de 690 km. Irma hizo ella sola 416 km. Y Elettra se convirtió en gran triunfadora con 880 km. Más que todos los demás juntos, excepto Irma.

Ni siquiera pudo Marco superar a Irma, que pedaleó sin descanso madrugando mucho más que él. Esto no tiene otro truco que el esfuerzo y la cerrazón. Las guerras no se ganan con educación y buenas maneras sino metiendo las botas en el barro y atacando antes o mejor que el contrario. Pretender que Elettra pactase las horas que dejaba de pedalear para dar opción a otros es como lo de aquel monólogo del gran Gila: “Oiga, ¿es la guerra? Que se ponga. ¿Podrían ustedes dejar de bombardear de tres a ocho? Para echarnos una siesta en condiciones, más que nada”. Los vagos y los perdedores quisieran hacer realidad la parodia del cómico.

De entre los hits de la semana protagonizados por las nuevas señoras pegadas a un visillo (como decía, con buen criterio, Jordi González anoche, recordando al gran Carlos Lozano), no sé con cuál quedarme. Si con el escándalo que les produjo ver a Daniela tocándole la cabeza a Antonio, o la historia del empujón que nunca existió. Hablando de carcundia, Emma es una buena representante y debería ser favorita de ese sector de audiencia que censura a Aly por tener sexo con el brasileño. Lo más fuerte es ver como se retroalimentan y suele ser Irma la encargada de repartir la caquita. Lo de ‘meté mierdé’, que decía Belén Esteban, se le queda corto. Más mierda reparte Irma que la depuesta por Aída aquella gloriosa noche.

El otro gran momento de las del visillo ha sido verlas acusar a Daniela de empujar a Elettra en la prueba. Anoche lo utilizaron como razón para nominar Irma, Emma y la propia Elettra. “La empujó contra el cristal, que se lo había podido meter en un ojo”, decía Irma mientras pedaleaba. ¿Cristal? ¿Ojo? A inventiva no la gana ni Julio Verne. Y como inventora es mejor que Graham Bell. Añado que es más metemierda que mi querida Ares Teixidó, aunque menos graciosa y con muchísimo menos encanto. No hubo empujón alguno. Elettra bloqueó el paso a Daniela y ya llegando al hidropedal (pedalera vengo escribiendo porque no había dicho nadie el nombre de la dichosa barquita) hubo algo de contacto entre ambas. Y ya.

Todavía tuvo Irma el valor de decir que no hubo empujón una vez terminada la gala. Preguntó Daniela: “¿De verdad piensas que la empujé?”. Y la señora dice que no, pero que el juego ha sido muy sucio. Pero si ella ayudó a Elettra en más de una ocasión. Participó, por tanto, en ese supuesto juego sucio. Estos concursantes analizando el desembarco de Normandía no se llevarían las manos a la cabeza porque no tendrían tiempo de bajarlas. “Juego sucio, juego sucio, juego sucio”, dirían sin parar. Irma no se despeinó anoche cuando poniendo voz de Carmen Sevilla y exagerando un acento andaluz que habitualmente no tiene venía a poner verde a Elettra hablando con Daniela y Marco. Es tal el descaro que hasta me empieza a hacer gracia otra vez la Soriano.

Tampoco sé de qué me extraño porque Irma ya acusó a Toño Sanchís de pisarla o patearla para que dejase de hacer publicidad a la competencia. De Emma casi vino a decir que la abofeteó. Y Aída también la había pisado, aunque vimos claramente que no era cierto. Si Irma negase ser más mentirosa que Antoñita ‘la fantástica’ estaría haciendo lo mismo que Aly diciendo que ella no es ordinaria. No, no, apenas. Qué va. Casi nada. Ejem.

Observatorio de nominaciones

Así fueron las últimas nominaciones de esta edición:

Elettra > Marco (3), Daniela (2) e Irma (1)

Irma > Daniela (3), Marco (2) y Aly (1)

Daniela > Emma (3), Aly (2) e Irma (1)

Marco > Aly (3), Emma (3) e Irma (1)

Emma > Daniela (3), Marco (2) y Aly (1)

Aly > Marco (3), Daniela (2) y Emma (1)

Nominados: Marco, Daniela y Aly.

Los tres puntazos de Marco a Aly, debidamente devueltos por esta, debieron provocar cierta desazón entre quienes todavía desean ver resucitar a Malyson. En esta edición VIP hemos tenido que hacer de enterradores, dando santa sepultura a Malyson y a Blumettra. Las locas blumetristas están pidiendo el voto para Alyson, que es quien mejor relación tiene con Elettra. Esto no hay quien lo entienda. Si no acabamos con esta plaga estamos apañados. Elettra le dio sus tres votos a Marco y dos a Daniela, pero siguen viendo los fantasmas que nunca hubo. Irma y Emma nominaron igual. Con la misma mala baba e idénticos votos, quiero decir.

Que Irma y Emma hayan conseguido pase directo a la final por no estar nominadas no es sino lo que nos merecemos. Todavía Irma se ha esforzado en los pedales. Esta semana debería salir Marco para terminar de exterminar la patraña. Adelantar la final expulsando a Daniela o Aly sería un error mayúsculo. Aunque es tan poca la confianza que tengo en la audiencia (y en el sistema de televoto que mantiene intacto este programa 17 años después de nacer el género del reality) que me estoy temiendo lo peor.

Moleskine del gato

Como había imaginado, Elettra se fue a la cama nada más terminar la gala. Su hazaña está hecha y la he aplaudido por ello. Ya es finalista y ahora toca recordar su pésimo concurso y enfrentarla a su propia realidad. Esta semana quiso contarnos lo que mejor hace Aylén y lo escenificó haciendo el gesto de una felación. Esa es Elettra. ¿Digna finalista?

Daniela ha ido adaptando su concurso a la persona de su confianza en cada momento. Ha querido el destino que ahora mismo este sea Marco. Ayer hacía una curiosa exaltación del machismo que cuadra mucho con el nuevo aliado. Así no. Esto es imposible de defender. A este paso termino pidiendo el premio para Emma. O casi mejor para la encina del jardín.