Gonzalo a Argi: "Eres mi cáncer aquí dentro"
Desde que Kristian volvió a la casa después de una semana en el loft estamos conociendo a otra persona. Las recomendaciones de Dodo cuando se encontraron en la sala de expulsiones y, sobre todo, lo hablado durante horas con Gonzalo y Carlos, han obrado en él un cambio. A veces me parece estar viendo una mala copia de Iván, como si intentase convertirse en el nuevo payasete de Gran Hermano. Creo que se ha visualizado con el maletín en la mano, convencido de que es el gran favorito, y al mismo tiempo piensa que la forma de mantener esa ventaja hasta el final es rehuir las polémicas, hacerse el gracioso todo el rato y tornar en animador sociocultural a tiempo completo.
De esta forma, Kristian involuciona hasta parecer un adolescente travieso y poco reflexivo. No tanto porque esté demostrando una formación escasa (que también) sino por su actitud caprichosa e inmadura. Ayer intentando resolver uno de los enigmas de la prueba (casi todos suenan de la anterior edición) hablaba del polo norte, el polo sur y unos polos este y oeste que no por imaginarios dejaban de ser sus otras dos opciones para la respuesta. Su infantilismo es especialmente patente puertas adentro del dormitorio, es decir, en su relación con Sonia.
Es llamativo el contraste de la actitud casi permanente del pelocho con la madurez de Sonia, chica responsable y trabajadora, juiciosa y perfecta hasta cansar. Al alba del jueves mantenían ambos una conversación en la que Kristian terminaba llorando como un niño. Sonia es amiga de dorar la píldora a todos sus compañeros de piso, pero en este caso creo que estaba siendo sincera. “Tienes un carisma súper especial... Eres un amor... Hace tiempo que no me encontraba con una persona tan buena... Me encantó cuando hicimos de papis”, le decía. No me extraña que el chaval se rompiera.
Llegó a prometerle que le ayudaría económicamente en un proyecto que tiene para cuando termine su aventura en el programa. He de decir que las palabras de Sonia fueron muy bonitas. Ella se maneja muy bien en eso. Lo único malo es que seguramente contribuyó sin pretenderlo a hinchar su ego, ya bastante crecido. Por otra parte, contrasta esta idílica escena con los roces casi constantes entre ellos. Son piques sin importancia, que se producen con frecuencia por cualquier cosa. Entre ellos surge entonces la figura del mediador (ya puede el lector imaginar de quién se trata).
Igor media escuchando y dando consejos a un lado y a otro. Mala cosa. Creo que en estos casos funciona mejor tener distintos confidentes manejando informaciones diferentes. Dudo mucho que el ‘padre’ Igor pueda mantenerse neutral y ayudar a los dos por igual. Por otra parte, su papel está en buena medida forzado por él mismo, lo cual puede indicar que igual no es estrictamente necesario.
Entre unas cosas y otras, Kristian ‘baby’ se nos está echando a perder, llevándose el premio del concursante que más la está cagando en menos tiempo. En eso compite con Gonzalo. Me acuerdo ahora de un monólogo de Pedro Reyes, la historia de ‘Manolo Pieza’. Comenzaba el humorista diciendo: “Manolo Pieza, como profesional... psa... pero como persona un asco”. Siento decirlo, pero para mí desde hoy este gemelo va a pasar a ser Gonzalo ‘Pieza’.
Si alguien piensa que estoy siendo duro es posible que no haya visto su tensa conversación de esta madrugada con Argi. De verdad, menudo pieza es este Gonzalo. ¿De dónde narices ha salido? Lo menos importante es que haya ido contando por la casa intimidades como eso de la supuesta virginidad de su amiga. Y eso ya me parece una muestra de falta de integridad importante. En esa conversación de anoche repitieron los reproches y explicaciones ya sabidos. Que si él le advirtió por su bien de que la estaban nominando por ser vaga, que si a ella no le ha sentado bien que después de hablar a diario durante dos años le "meta fichas" (curiosa expresión, desconocida para mí) a una chica delante de ella. Hasta ahí nada nuevo.
En este caso la conversación tenía de nuevo una segunda parte, apenas unos minutos más tarde. Y ahí fue donde Gonzalo se lució a base de bien. Le dijo a Argi: “Eres una persona en la que no se puede confiar. No eres de fiar". Entonces ella se acercaba y Gonzalo saltó de mala manera: “No me cojas, no me cojas. Para mí no vales nada ahora mismo”. Dice que Argi no es la persona que parecía por WhatsApp. Supongo que se refiere a esa chica a la que decía “Te quiero” en un mensaje publicado estratégicamente en sitio bien visible el mismo día que empezaba esta edición de Gran Hermano.
Charlatana, chivata, falsa y mete bullas fueron algunos de los calificativos dedicados por Gonzalo ‘Pieza’ a Argi. Pero nada peor que la frase definitiva, de esas que califican (y descalifican) a quien la pronuncia: “Tú aquí eres mi cáncer”. Debería recordar este señorito que ella estaba ya allí. Si no le conviene puede irse. Por mi parte, ardo en deseos de que sus compañeros le nominen para mandar a su casa al pack de los Montoya. Esta madrugada me ha demostrado que no fui nada duro en mi escrito de ayer. Y lo siento por Carlos, que hoy por hoy no ha hecho nada malo. Pero van juntos. Son dos piezas y un solo ‘Pieza’.
Si de la charla entre Sonia y Kristian era este último el que terminaba llorando (en parte por las adorables palabras de ella y también por la emoción al recordar a su sobrina), tras la batalla dialéctica de Argi y Gonzalo era ella la que lloraba desconsolada. La conversación fue dura (muy dura) en su contenido, aunque manteniendo el tono, sin decir una palabra más alta que otra. Todo muy en la línea de lo políticamente correcto que se estila en la casa este año.
Tanta corrección tiene algunas consecuencias que no termino de asimilar bien. No me cabe en la cabeza que quienes fueron testigos consuelen por igual a una y otro. Alguna vez hay que tomar partido, aunque se trate de un asunto entre dos. Suerte que Igor fue de los pocos en ir a dar su consuelo (es lo suyo) a Argi. Mientras tanto, algunos otros iban a abrazarse a Gonzalo ‘Pieza’. No lo entiendo.
Personalmente me hierve la sangre ver a un tío diciendo “eres mi cáncer”. ¡Por el amor de Dios! ¿Qué diablos le ha hecho para decir eso? Y sin alcohol de por medio, todo hay que decirlo. Uno de estos días pensaba si no les están poniendo suero de la verdad al ron, pero ayer no tuvieron de eso. Con tres fiestas en una semana es suficiente (el jueves pasado los ‘idus de marzo’, el sábado la fija y martes celebración de la primavera).
No quiero resultar repetitivo, pero anoche Gonzalo volvía a faltar a la verdad sobre los motivos por los que está ahí dentro. No sé si es para llorar o para reír escucharle decir: “Qué casualidad coincidir con ella aquí”. Hasta Kristian le advertía de que las coincidencias no existen. Dice el ‘Pieza’ que no habló de ella en el casting, igual que están repitiendo algunos de sus defensores aquí fuera, recomendando a este gato que revise lo escrito. Pues va a ser que no. Vamos a ver, si él mismo ha contado que se apuntó al casting porque vio a su ‘amiga’ en el concurso. ¿Qué más hace falta decir? Ni casualidad ni serendipia de esas. ¡Qué diablos casualidad! No ha coincidido con ella. Menuda estupidez.
Voy a cambiar de tema, que me caliento. La prueba de esta semana no es lo más animado del mundo, pero me gustan sus referencias a Argo, mi película preferida de los últimos meses. Hay una parte parecida a esa historia de los pobres niños iraníes recomponiendo las tiras de papel pasado por la destructora de documentos para conseguir las fotos de unos funcionarios de la embajada americana huidos. También es entretenido el juego de los acertijos y lo de que baje la persiana de la cocina cuando no aciertan cortando el cable (rojo o azul) de la bomba de dinamita (que parece sacada del Correcaminos, marca Acme, por supuesto).
Menos interés suscita la misión de Desirée y Adrián (híbrido entre Maxi Iglesias y Michael, el poli de GH 12+1), más que nada porque todos sabemos que no les van a pillar in fraganti. Es casi imposible, teniendo en cuenta que les encierran para que puedan ir saqueando la despensa y todo tipo de enseres (una hamaca, toallas, un albornoz, azúcar y demás). Con todo, es divertido ver las conjeturas sobre lo que está pasando.
Estos chicos tienen un sexto sentido que no es normal. Casi coincidiendo con la fumata blanca del Vaticano decía Igor: “Habemus Papam”. Y el mismo día que este gato comparaba a Kristian con Pocholo él mismo le imitaba con su “in-sin-ce-raaaa”. Esta misma intuición les ha servido para imaginar con mucha precisión toda esta historia de los robos. Ayer por la tarde fueron al ‘confe’ a hablar del tema, tras conseguir Susana que se dejasen de remilgos porque si el programa les está invitando a jugar deben de jugar. No importa si eso tiene consecuencias.
Imaginan bien que les están robando habitantes de la otra casa. Y creen que son dos personas y andaluzas. O, como dice Miriam: “Una andaluza y otra normal”. ¿Perdona? Acertadamente, han relacionado las voces que les plantean los retos de la prueba por teléfono con esos posibles nuevos habitantes, por lo que tienen una composición de lugar bastante precisa. Para evitar más robos planeaban ayer hacer turnos de vigilancia. Digo yo que no estarían pensando en turnos nocturnos, porque esto no les hace falta. ¡No duermen! No por la noche, al menos.
Los que no aciertan son Miriam y Carlos, que piensan si no serán cómplices Kristian ‘baby’ y Gonzalo ‘Pieza’. Esta misma mañana pensaban en ir al ‘confe’ a pedir si no les pueden dejar ir ellos al loft a robar, y entonces me acordé de la prueba más divertida de GH 12. No les vendría mal a los pobres Desi y Adrián un poco de acción, porque lo de permanecer solos una semana allí tendría que ser denunciado por tortura a Amnistía Internacional. Es broma, es broma.
En el debate de anoche pudimos ver a Miriam haciendo de bailarina privada a Igor, para luego preguntarle en la cama si estaría con ella. Para quien se quedara en los cebos, sin llegar a ver los vídeos en su totalidad, me interesa aclarar que el baile no fue tan privado (estaban con ellos en el ‘confe’ los gemelos y Kristian, sin mal no recuerdo) y que la comprometida pregunta no iba en serio. Ella había bromeado sobre tener algo con Carlos y de ahí surgió todo. Aunque como dicen los catalanes: “Les bromes porten aigua”. O sea, detrás de una broma hay muchas veces una realidad que se quiere enmascarar de alguna manera.
Moleskine del gato
Les plantearon intercambiar saltamontes por comida, solo que antes tenían que capturar dichos bichitos, medio esparcidos por la cocina. Eran nada menos que cien, y los metieron a todos en sus correspondientes frascos. Cada alimento tenía su precio en unidades de saltamontes. Solo decir que la pata de jamón ibérico valía cincuenta saltamontes y no la escogieron. Yo me habría encadenado al jamón, o algo.
Desirée describe a Juan Carlos a su manera: “Me gusta su cara porque es una cara confusa, ni de indio, ni de gitano. Tiene cara de ‘parajajoe’". Ahí queda eso.
Ayer tocó que algunos en la casa dirigieran sus dardos a un tal Danny. No parece que haya dejado un muy grato recuerdo ahí dentro, teniendo en cuenta que se apuntaban a ese pimpampum Igor, Argi, Noe y uno de los Montoya (siento no recordar cuál). oNoe contaba con sorna cómo Danny le había dicho que su novia medía 1,75 metros. Aunque mucho más significativo me pareció algo visto en el diario de ayer. Susana: “No lo quería decir, pero creo que me siento liberada”. Argi le pregunta por qué y responde: “De qué no está aquí Danny”.
Termino hoy deseando un buen fin de semana a todos, recomendando que compréis la Revista Oficial de Gran Hermano (solo un euro) y con el pequeño regalo consistente en una pequeña selección de fotografías de la doctora Walls como modelo. Esta chica igual te deja la vitrocerámica como los chorros del oro, como te saca una muela o hace de modelo. ¡Es perfecta!
