Gonzalo niega a Argi que esté en el programa por ella
En los últimos días se observan algunos intercambios de papeles, tal vez suplantaciones, en la casa de Gran Hermano. De repente vemos a Argi pintando las uñas a Gonzalo, mientras Kristian habla del 'mineralismo' (o cómo fuera). Es como si Argi ocupara la plaza de Lorena y Kristian la de Iván. Por su parte, la luna de miel ha terminado para Gonzalo, quien parece reclamar para él mismo el papel de concursante que utiliza a una chica de la casa para conseguir sus propios fines. Algo de culpa tienen los gemelos de este espejismo en el que a veces se confunden unos concursantes con otros, porque parece que han entrado para renovar los gorros y sombreros en la casa.
Tan pronto vemos la cabeza de Sonia bajo el sombrero de paja como la de Juan Carlos. Un mismo sombrero para dos concursantes enfrentados, que ayer limaban las asperezas surgidas tras las pasadas nominaciones, en una conversación nocturna que fue cronometrada por este gato. Adivinen cuánto tardó Sonia en conseguir que Juan Carlos casi terminara pidiendo perdón por haberla mirado mal desde entonces. Tienen premio aquellos que hayan dicho 51 minutos. Supongo que lo consiguió por aburrimiento. Es una táctica.
Lo de Argi y Gonzalo no es un trío sino un cuarteto. Ella casi alcanza el rojo cereza, enojada con su conquista de un verano en Benidorm porque a este le hace tilín Susana. A Argi, Gonzalo y Susana se les une Carlos, el otro gemelo. Resulta que este anda esperando si su hermano se decide a entrarle a Susana, y si esta le da cuartelillo, para tomar el relevo en la conquista de la ‘viudina’. Al final Susana se va a convertir en el objeto de deseo de la casa. Hasta Igor dijo hace poco que era la más guapa, aunque sus elogios están algo envenenados en algunas ocasiones. Ayer afirmaba que era la chica con mejor culo de la casa, añadiendo que al menos ahí había para todos. Igor es así, oiga usted.
O sea, que el lío está montado entre Argi, la celosa resentida; Gonzalo, el caradura; Carlos, el aprovechado, y Susana, el objeto de deseo. Bonito cuarteto en el que destacan los dos primeros como personajes principales. Hasta ahora no me había enganchado este culebrón, pero el episodio de ayer estuvo francamente bien. Fueron en realidad dos episodios, uno programado a primera hora de la tarde y otro al final, casi en el prime time. Posiblemente la razón por la que no llegaba a ver interés en esta historia es porque no terminaba de ver quién hacía el papel de víctima y quién el de villano. En el episodio de la noche lo vi bien claro. Y empecé a odiar al villano, como debe ser.
¿Por qué es Gonzalo el malo en esta historia? No se confunda el espectador. Da igual que en un principio pareciera interesado en Argi y luego se declarase dispuesto a tirar la caña a Susana. Igual no es lo que le puede hacer más popular entre la muchachada femenina, pero es un pecadillo disculpable, sobre todo si esa carpeta termina forrada con las imágenes de una nueva parejita. Lo malo es que Gonzalo la haya engañado. Miserablemente, me parece a mí.
Argi no termina de entender que a Gonzalo le pueda gustar una chica que conoce desde hace tres días. Vayamos por partes, que diría Jack el destripador. Gonzalo lleva conviviendo con Susana desde hace más de una semana. Diré más: la conoce desde el once de febrero, igual que todos. Siendo malpensados (que lo somos un rato largo) podemos imaginar que sus intentos por entrar en la casa tenían un motivo que venía de Murcia, y no de Bilbao, pasando por San Sebastián. Pero eso en el meollo de la situación, y el guion de esta historia exige dejarlo para un poco más tarde. Como dice Cela en La colmena, una buena novela tiene que empezar con el planteamiento, seguir con el nudo y terminar con el desenlace. Deliciosa contradicción en una obra literaria sin ninguno de esos tres elementos formales de la narrativa.
"Voy a convivir contigo, pero no me fío de ti ni un pelo”, le dijo Argi a Gonzalo en la conversación de la tarde. ¿Recuerdan el chiste del médico y el coito? Sí, el de cualquiera diría. Pues cualquiera diría que está celosa. ¿Tienen justificación sus celos? Decía Kant que el hombre es celoso cuando ama, y la mujer también, aunque no ame. Con eso está todo dicho. O casi. No hace falta que entre los dos haya una relación amorosa, ni siquiera particularmente estrecha. Se tienen celos porque sí. También de un chico con el que tuviste un rollito de verano y a quien no has vuelto a ver desde hace un par de años.
Cuenta Argi que conoció a Gonzalo en una discoteca y le entró con estas palabras: “Deja de mirar a la gogó y si quieres yo te bailo”. No está nada mal para tener dieciocho añitos. Ella es mujer de blancos y negros, nada de grises, según decía en su vídeo de presentación. Parece ser que en este tiempo entre los dos siguió existiendo contacto por medio de mensajes. Haría falta saber qué tipo de mensajes. O sea, tenemos que conocer el según y cómo para poder opinar. Aunque ya adelanto yo que debían de ser mensajes de alto voltaje, más cargados de pasión que de amor, por decirlo de algún modo. Es lo que ella ha sugerido, y ahora me hace recordar uno de esos juegos de preguntas que tanto le gustan, la semana de la prueba de los ovillos. Entonces inquiría lo siguiente: “¿Sexo telefónico por voz o con mensajes?”. Entiendo que en ese momento tenía un gemelo en la cabeza.
O sea, Argi ha guardado en su memoria a Gonzalo desde hace dos años. Un flechazo que se produjo a través de una pantalla de televisión, donde vio a los gemelos participando en aquel programa de Cuatro y cuando le reconoció en una de esas noches de calor pegajoso y agobiante en Benidorm no tuvo reparo en ir decididamente hacia él. Luego vinieron los dos años de mensajes calentando el teléfono móvil. Y de aquellos polvos vinieron estos lodos, con perdón.
En la conversación de la tarde Gonzalo se zafó como pudo de los enérgicos reproches que le hizo Argi. Su pecado, hasta ese momento, podía limitarse a haber sido poco delicado diciendo que le estaba tirando los trastos a Susana, pero esta no se estaba dejando. Una cosa es hacerlo y otra irlo pregonando. Ni siquiera hace falta que sea delante de la propia Argi, porque en esa casa todo se termina sabiendo. Las paredes tienen ojos y oídos, aunque no me refiero solamente a cámaras y micrófonos. Le molesta que vaya contando los problemas que tiene con ella, y es de suponer que sufre imaginando que la ‘viudina’ (la imagen de abajo es de @Tito_soy) de repente se convierta en una viuda alegre, como la de la opereta de Franz Lehár.
Fue en el segundo round del combate donde Gonzalo terminó eliminado por KO técnico. Y eso que Argi no se levantó del sitio. Es muy dada a discutir en posición horizontal, y los pufs con letras relacionadas con Gran Hermano son para ella como un sillón de mando, su centro de operaciones preferido. Estaba visiblemente enfadada, diría incluso que dolida, pero su gestualidad no indicaba eso mismo. A su lado estaba Gonzalo, igualmente tendido. Estaban juntos, sin ningún espacio entre ambos. No son formas. Tal vez yo sea raro, pero cuando estoy enojado necesito discutir cara a cara y manteniendo la verticalidad.
Empezó bien Gonzalo esta segunda conversación del día. Se disculpó por haber ido contando sus problemas al resto de la casa, le pidió que no tomara represalias contra Susana, que la pobre no tiene culpa de nada. No sé si a Argi le ha molestado más eso o que hablase, entre bromas y veras, de su virginidad. Eso ya son palabras mayores. Más endeble aún fue la justificación de por qué le contó sus intenciones con Susana, o iba a hacerlo. “Te lo conté por respeto. ¿Verías bien si le tiro fichas sin contártelo?”. La respuesta es no, pero eso no quita para que vea bien que se lo cuente. Ni contigo ni sin mí, tienen mis males remedio.
No se lo contaría si le gustase su hermano, según dijo. No deja de ser un supuesto relativamente poco probable, porque si le entró a Gonzalo sería por algo. Ella también les conoció antes de verles en una discoteca y sabía lo que hacía. Pero esto es un tema menor. Tal vez la clave esté en la frase siguiente: “Antes vivías lejos de mí y yo sabía que no era verdad lo que decías. Ahora te tengo aquí”. Podría ser que ahora sí dijese la verdad, pero va a ser que no. Que Gonzalo dé calabazas a Argi delante de toda España, y en horario de máxima audiencia es lo de menos. Lo peor de todo es que Argi y yo tenemos la convicción de que el gemelo ha utilizado su relación con ella para entrar en el programa.
Argi se pregunta por qué está Gonzalo allí. Si no quiere nada con ella, parece que la hubiera utilizado. No me pareció que le reconociera que entró por ella, aunque sí reconoció que al verla en la casa por la tele le dio envidia y pensó por qué ella podía estar allí por y él no. “Yo estoy aquí porque les habré gustado y porque este es mi sueño”, decía Gonzalo, ocultando lo que le contó hace más de una semana a Kristian en el loft. Según eso, habría visto a Argi en la gala inicial de Gran Hermano y se quedó muerto. A partir de ahí se presentó al casting con su hermano, aunque en un principio no dijo que había tenido una historia con ella. Lo revelaría luego, en una fase posterior del proceso de selección.
Por tanto, en el mejor de los casos, Gonzalo entró en la casa porque vio que Argi estaba allí. Su historia con ella también pudo ser clave para que el programa decidiese hacerle entrar en juego, provocando la trama que ahora estoy comentando. Y un dato más, Gonzalo publicó el siguiente comentario en la página de esta web donde se encuentra el vídeo de presentación de Argi:
"Argi!!!!! en serio??? que sepas que no voy a permitir que Gh cambie nuestra relación y que por ti sabes que mi miedo a los aviones es capaz de desaparecer, te quiero y realmente tengo los pelos de punta aun! Nos vemos pronto gorda ;)" (GonzaloMontoya9, 12/02/2013, 13.03)
A ver, a ver: “No voy a permitir que GH cambie nuestra relación”, “Te quiero” y “Nos vemos pronto”. Y tan pronto. Repito, es comprensible que una vez en la casa se haya dejado subyugar por los evidentes encantos de Susana. Ahora bien, no está jugando limpio cuando ahora le niega a Argi que de no ser por ella parece muy poco probable que hoy estuviera allí dentro. E incluso que no le haya dado en ningún momento el mismo mensaje de ese comentario, una vez que la ha tenido delante. ¿Le hemos escuchado decir un “te quiero”? La respuesta es no.
Gonzalo se ha destapado y lo que veo me gusta poco y menos. Presuntuoso (se molesta si Argi dice que Carlos tiene mejor cuerpo que él), indiscreto (a nadie le interesa la virginidad del vecino, ¡por lo más sagrado!), poco delicado (que tire la caña a Susana, pero no se pavonee por ello delante de Argi), mentiroso (no le cuenta la verdad a Argi sobre por qué y cómo ha llegado hasta allí), y probablemente aprovechado (si es que utilizó su relación para ser elegido, de lo cual tengo poca duda). Una joya. Y eso que hace un par de días nos caía inmejorablemente bien.
Le dice un amigo a otro: “Estoy tomando pastillas para la coherencia y me está yendo bastante jirafa” (chiste). No le recomiendo esas pastillas a Juan Carlos, aunque quizá debería hacer el esfuerzo por ser coherente y mantenerse un poco más en sus trece, a pesar de que le acusáramos de testarudo por ello. Ayer Sonia consiguió que terminara disculpándose, como ya apunté al principio de este escrito. ¿Perdona? Que yo sepa era ella la que estuvo casi una hora intentando hacerse perdonar una nominación. No tengo duda de que su objetivo era evitar la de Juan Carlos dentro de unos días, como ya adelantó que haría. Este concursante tenía pensado darle sus dos puntos a los Montoya y Sonia. ¿Habrá cambiado de opinión?
Me pregunto qué inventará ahora Sonia para justificar sus nominaciones. Primero fue “me equivoqué al contar” y, de los mismos directores, llegó después “lo eché a suertes”. Se admiten sugerencias, pero es capaz de decir que alguien puso droga en su bebida. O algo peor. Me puedo esperar cualquier cosa. No voy a relatar una conversación que me sacó de quicio anoche, pero hubo un momento, en su tramo final que escuché decir a Sonia: “Te he dedicado mi tiempo porque he querido”. Perdonando vidas. Aunque lo que me hizo soltar la carcajada (por fin) fue eso de que debían ser más fríos. Juan Carlos no sé, pero si ella es más fría se congela.
Moleskine del gato
El resumen de ayer miércoles tuvo uno de los momentos más hilarantes de la historia del programa. El ‘súper’ intentaba que Desirée (pensé que solo sería Falete, pero es un híbrido entre este y el Almodóvar de hace unos años) enseñase a cámara la pantalla de la tableta. Me tiraba por el suelo escuchando como el ‘súper’ no podía reprimir la carcajada. ¡Buenísimo!
Raki llora porque le han mandado ropa y es casi toda nueva. Desde este mundo, tan lejano al que habita ella, no se termina de entender. He salido a oler unas flores, me he dado un chute de felicidad no forzada, he reído hasta tener agujetas en las costillas, he sonreído a los niños por la calle, le he tirado migas de pan a las palomas, y ahora ya lo entiendo. Ha pensado que su churri no habría querido mandar su ropa o abrir su casa para que alguien la recogiera. Por eso le habían comprado cosas nuevas. Desde los mundos de Raki todo se entiende mejor.
En la colección de sinónimos y denominaciones creación propia de Raki tenemos que añadir el de 'Igorcito' para referirse al vigor de Igor. Me ha hecho reír.
Exclusivas declaraciones de Argi a Noe, anoche tras una velada caliente jugando a ‘beso, verdad o atrevimiento’, o como diablos se llame eso: "Una tía que diga que no es una calientapollas es una fresca. Porque tú vas a una fiesta y perreas con quien quieres". Como aquí no hay nunca horario protegido lo puedo decir, me parto con la clasificación de Argi: O fresca o calientapollas. Tú eliges.
Ah, y Miriam ha vuelto a contar lo de su naufragio. Lo contó por vez primera el mismo día que entró en la casa. Han pasado 35 días desde entonces.
Recomiendo la Revista Oficial de Gran Hermano esta semana (solo un euro). En realidad la debería recomendar todas porque hay una doble página firmada por este gato, pero esta semana me parece especialmente interesante el plano en tres dimensiones de esa parte de Gran Hermano que hay fuera de la casa, en estancias anejas a ella. Algo vimos en un debate reciente, pero aquí está todo detallado. La sala de control, sonido, profile, el despacho donde se cocina el programa en reuniones al más alto nivel. Una joya para los fans, en serio.
Y ya no estoy.