Se me ha ocurrido que a partir de este jueves podríamos hacer algo juntos. Había pensado en varias opciones, pero al final creo que lo mejor va a ser ver Gran Hermano VIP. No es mal plan. Cualquier cosa que yo diga más de uno pensará que es por obligación. Por eso intentaré evitar señalar lo interesante que es el casting y la buena pinta que tiene todo. Si me tengo que guiar por lo visto hasta ahora me parece muy apetecible. Pero no es eso. ¿No os parece una cosa buena que hagamos algo juntos durante unos meses al año? Y puestos a hacerlo, ¿no es esta una muy buena opción? Pues eso, aprovechemos mientras podamos.
Tengo la suerte de comentar este programa desde hace más de 16 años, los 10 últimos en esta casa. El primer escrito aquí fue el 8 de agosto de 2008, previo al comienzo de GH 10, que no llegaría hasta octubre. Y hablo de mi suerte porque poco pensamos en quienes se ocupan de programas bastante menos lucidos, los que trabajan para ‘Agrosfera’, por ejemplo, o ‘La aventura del saber’, en La 2. Se enfrentan a temas áridos y audiencia escasa.
Nosotros lo tenemos todo muy fácil porque nos divertimos y somos muchísimos los seguidores. El grado de compromiso de la audiencia es enorme y la conversación en torno al programa se extiende por medios y herramientas cada vez más variadas, desde redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea hasta los más clásicos blogs, que todavía no parecen extinguirse, aunque algunos agoreros así lo pronostiquen cada cierto tiempo. Lo tenemos todo de cara, debo admitir.
Sin embargo, los que se encargan de esos otros programas mucho más modestos y con escasa relevancia, esos son auténticos héroes. Ponte tú a vender los programas de ‘Agrosfera’ en redes sociales. Y reserva para ti una eternidad mientras te quedas con la mirada fija en el contador de interacciones, sin ver avanzar los ‘me gusta’ durante horas. No sé si es más duro eso o que te diagnostiquen una cardiopatía de difícil tratamiento, por decir algo. La vida bajo el paraguas de un programa modesto es muy dura. Sin entrar en que te toque un programa sobre el mundo taurino y estés radicalmente en contra del sufrimiento animal en las corridas de toros, o la misa del domingo y seas agnóstico.
Por todo lo anteriormente dicho tengo claro que soy un afortunado. Pensando en esos héroes de nuestro tiempo que se ocupan de los programas más modestos todo pierde gravedad. Nuestros problemas parecen una auténtica nimiedad. Que si un concursante es un mueblaco o la audiencia no aprende y expulsa a los más interesantes al principio. En todos estos años he aprendido esto, entre otras cosas.
También me he dado cuenta de que es preferible no dejarse engañar por las apariencias. A veces los que parecen concursantes de relleno, medio desconocidos o con menos relumbrón terminan atrapando nuestra atención, e incluso levantando una edición. Ponía el otro día el ejemplo de Ares Teixidó, casi desconocida, pero gran concursante y auténtico revulsivo en GH VIP 3. Por eso prefiero evitar los prejuicios y esperar a ver cómo se desarrolla la acción.
Mi optimismo ante este GH VIP se explica de muchos modos. Soñé ver juntos en esa casa a Ángel Garó y Aramís Fuster. Mi sueño se hará realidad mañana. No puedo pedir más. Aunque por pedir que no quede. Pido que nos lo pasemos bien. Pido vivir madrugadas llenas de pasión y risas. Pido galas de esas que se pasan en un suspiro. Pido concursantes dispuestos a mostrar toda su verdad. Y pido que no miren por ellos, sino que se miren entre ellos (aún consciente de que es mucho pedir). Pido emoción y realidad. Pido divertirme. Pido equivocarme poco. Pido a las musas que vengan a visitarme, seguro que me pillarán currando. Pido verlo todo, escucharlo todo, vivirlo todo, sentirlo todo.
No pido tanto, o tal vez sí. Tiempo habrá para hablar de los concursantes. De momento hemos conocido a una docena, y aún habremos de conocer alguno más durante la primera gala. En cuanto a mecánica y novedades seguro que ya habéis leído con atención todo lo publicado. Solo me gustaría comentar algo de una concursante y hacer una aclaración sobre lo de la multicámara, asunto por el que me estáis preguntando estos días.
Verdeliss (Estefanía) es una ‘youtuber’ que entra en la casa embarazada, lo cual confirma que cuando alguna vez se ha hablado de la inconveniencia de que esto sucediera no se estaba diciendo que fuera imposible. Todos los concursantes están asistidos por un equipo médico y en este caso recibirá también las atenciones de “un ginecólogo para supervisar en todo momento el correcto desarrollo de su proceso de gestación”, según dice el dosier del programa entregado a los medios ayer, que añade: “la concursante recibirá la misma atención médica que si se encontrara fuera del concurso”.
Negarle el derecho a concursar a una mujer embarazada sería tan disparatado como haber cuestionado que entrase Ángela Linares (con un 5 % de visión) en GH 9, o Belén Esteban (diabética) en GH VIP 3. No estoy comparando una ceguera o la diabetes con un embarazo porque no tienen nada que ver. Me refiero a que requerir algún cuidado especial no debería ser un problema. Otra cosa es lo que haga Verdeliss en el concurso, o incluso lo que ha estado haciendo largo tiempo en YouTube. Sobre lo primero hablaré aquí profusamente y respecto a lo otro también habrá alguna cosa que decir. Es decir, defiendo que pueda ser concursante como cualquiera del mismo modo que podamos criticarla igual que a los demás. Ni más ni menos.
Y lo del canal 24 horas. Alguna vez he contado aquí que no se graba todo lo que recogen las muchas cámaras que hay en la casa. El programa realiza dos “programas” todo el rato, eligiendo lo más interesante que está sucediendo. Esos dos “programas” son lo que queda grabado y registrado para hacer los vídeos del prime time y la tira diaria del resumen. También con esos dos “programas” se realiza la tradicional señal del canal 24 horas. Es decir, el equipo del programa selecciona a cada momento una de esas dos señales para este canal.
Pues bien, en esta edición tendremos la oportunidad de ver esas dos señales en mitele y la app del programa. No en YouTube, donde se verá la señal tradicional (digamos que mezcla de los dos “programas”) durante los 10 primeros días. También veremos esta única señal algunas horas al día en el canal BeMad. Una facilidad más que se nos da a los “enfermos” de GH y que personalmente agradezco. Ya tendremos cuidado de evitar que algún listo aproveche las dos señales para intentar narrar algo que no ha pasado, lo cual es bastante previsible que suceda.
El casting tiene una pintaza, tendremos más facilidad que nunca para seguir la vida en directo y no me cabe duda de que los responsables han hecho los deberes, por lo que todo apunta a que puede ser una gran edición. Por mi parte, voy a hacer todo lo posible por estar a la altura. No será por falta de ganas y motivación. Mañana empieza, para los concursantes, una nueva vida. Y para el resto empieza esta otra vida nuestra, que vivimos solo durante unos meses al año. ¿Lo hacemos juntos?