Intentan engañar en la prueba del pedaleo

telecinco.es 21/03/2017 08:34

De pillo a pillo. La prueba del pedaleo está resultando una auténtica maravilla. Madrugadas sin descanso y concursantes que intentan engañar a los demás de todas las maneras que pueda uno imaginar. Especialmente encarnizada está siendo la lucha entre Marco y Elettra. Los dos italianos han pasado toda la madrugada pedaleando (en el momento de escribir estas líneas siguen haciéndolo). No parecen dispuestos a consentir que el otro siga pedaleando mientras se marcha a descansar hasta mañana, o sea, hasta hoy mismo. El problema será aguantar este ritmo mucho tiempo, aunque si se hacen los amos de la noche no hay problema.

Lo que no sabe Marco es que Elettra lleva la ventaja de la primera noche. Recién llegada de Brasil pedaleó también toda la madrugada. Cuando parecía que iba a coger la cama volvía y se hacía unos kilómetros más. Lo achaqué al jet lag tras el vuelo de la noche anterior, pero ya tengo claro que no era así. Elettra se ha obcecado en darle la semana a Marco. Está siendo su semana horribilis, Primero la amargura que lleva por dentro y aflora a su rostro y en muchos gestos, por la relación de Aly con Antonio. Sobre todo, se nota en las miradas, que no puede reprimir. Luego la muy probable posibilidad de que una mujer le vaya a ganar en una prueba de resistencia física. Un buen remate puede ser su expulsión el jueves.

Fue Elettra la primera que contó a Aly su trampa. Todos tienen una libreta en la que han de ir apuntando los kilómetros que hacen. Aparte de ese conteo, el ‘súper’ también lo va haciendo, por lo que han de avisarle cada vez que abandonan la sala polivalente. La idea de Elettra ha sido apuntar menos kilómetros de los que hace para que los demás se confíen. Me pareció que podía estar haciendo algo así cuando por la mañana le hacía notar Emma que había hecho más kilómetros de los que estaba apuntando. La respuesta esquiva de Elettra hablaba por sí misma. Y, efectivamente, no me había equivocado.

Es tan válida la trampa de Elettra como la contraria. Es decir, apuntar más kilómetros de los realizados para que los contrarios tiren la toalla. En esa tesitura está Aly, que coincidía con Daniela al sacar la conclusión de que no van a ganar el privilegio de esta parte de la prueba, que además de pedalear consiste en llamar a Brasil hablando en brasileño para intentar identificar la ocupación de una lista de VIP cariocas. A pesar de que Daniela también parece haber tirado la toalla, por la tarde compartía con Marco lo que ellos llaman una broma. Por lo que pude entender no es otra cosa que una trampa similar a la de Elettra, no sé si sumando o restando kilómetros en sus libretas. No obstante, asumían que a todos se les podía ocurrir algo parecido. Ya lo dije al principio: van de pillo a pillo.

Las espadas están en todo lo alto entre Marco y Elettra, hasta el punto de que la maniobra del engaño no solamente está en apuntar más o menos kilómetros. Durante esta pasada madrugada los dos han intentado hacer creer al otro que ya no podía más y abandonaba. El objetivo es que el otro lo crea y también se baje de la barca para volver luego y seguir completando esa travesía. Una travesía que parece inútil porque no les lleva a ningún lado, pero les puede poner a las puertas de la final, inmune ante las últimas nominaciones y listo para afrontar la final entre otros cuatro compañeros.

El coraje y la obstinación de Elettra me están pareciendo admirables. Esta madrugada comía lentejas directamente de una olla enorme, usando el cazo de servir, mientras no dejaba de pedalear. Luego musitaba para ella misma: “Soy la puta ama”. No seré yo quien lo niegue, y aunque ha sido una concursante que no ha contado nunca con mis simpatías, en estos momentos quiero y deseo que sea ella la ganadora del privilegio que otorga esta prueba. Es curioso que esté dando todo pedaleando después de haber demostrado tanta desidia en casi todas las pruebas, incapaz de afrontar el esfuerzo de la repetición o el ensayo sin descanso para lograr una mejora en los resultados.

Ver a Elettra ganando por la mano esta batalla a Marco me produce una particular satisfacción. Igual que me ha hecho gracia comprobar cómo se repite la historia y es un brasileño el que se lleva el gato al agua frente a un italiano. Sucedió con Noemí Merino y aquel Fael al que ella engañó igual que lo hacía después con Alessandro Livi. A ninguno de los dos le contó la existencia del otro, mientras su novio de fuera rabiaba viendo la aventura brasileña de Noemí. Fael hirió el orgullo de Alessandro, igual que Antonio ha hecho con Marco, por mucho que él lo niegue. Repito que esta semana puede terminar siendo un infierno para Marco. La bendita prueba del pedaleo será solo una de las razones. Una prueba que también está demostrando la falsedad de Elettra cuando decía hace no mucho que le daba igual ser expulsada. Está visto que no es así.

En medio de todo, me hizo sonreír ayer la sorpresa de Marco al comprobar que Daniela iba más rápido que él. Los kilómetros del lado de ella caían antes, lo cual llegó a achacar Marco al péndulo de su amiga. “Llevas el péndulo encima, ¿no?”, preguntaba. La capacidad de persuasión de Daniela ha llegado al extremo de que crean en el poder inventado de un pedazo de piedra transparente. Claro que ella lo fomenta diciendo cosas como lo de ayer con la lesión de Antonio. Se golpeó una rodilla y Daniela le hizo imposición de manos. “Le puse las manos y lo curé un poquito”, decía. Facilísimo.

El esfuerzo en el pedaleo es lo único que puede hacer a Elettra dejar de hablar de Daniela y su no relación con ella. Ayer revelaba que hace semanas le propuso ir al ‘confe’ a pedir una hora sin cámaras. Desde que volvió de Brasil ha repetido infinidad de veces que Daniela la está utilizando. Espero que algún día nos enteremos de qué vio o escuchó en su viaje de intercambio para que esté ahora tan convencida de ello. Eso sí, terminará esta edición VIP y las locas blumetristas seguirán manteniendo la esperanza, mientras son alentadas por algunos opinadores de la cosa.

No hubo hora sin cámaras para Elettra y Daniela, pero sí la tuvieron anoche Aly y Antonio. La verdad es que lució menos y peor que la de la pareja montajista. Nada de mesa y mantel, ni mucho menos cama con dosel y pétalos de flor. Esta vez se tuvieron que contentar con una cama improvisada en medio de la sala polivalente, sustituyendo temporalmente la barca de patines de la prueba. La decoración brasileña no estaba fuera de lugar. Eso sí, cenaron en la cama unas pizzas de supermercado. Y ni siquiera les dejaron llevar a la casa los restos de pizza, como hicieron los otros con el tiramisú y el otro postre.

Lo cierto es que la ‘pareja reality’ tuvo una hora sin cámaras de película mientras que Aly y Antonio hacían un sencillo pícnic con final feliz. Cuadra con cada cual. Al terminar, Antonio afirmaba que prefiere el ‘edredoning’ de toda la vida. No pudo vencer el temor a ser visto a través de los espejos. Mejor así porque de repetirse el ayuntamiento con Aly antes de su regreso a Brasil tendrá que ser bajo el edredón, bien en la cama o en las colchonetas del salón. Por cierto, no me había fijado que Marco y Aylén también juntaron sus camas, imitando a Aly y Antonio. Aylén llegó a la casa hace semanas, pero no se les había ocurrido antes. Aunque ya dije que Gran Hermano les hizo separarlas.

Ayer hicieron compra con presupuesto mínimo y se generó un conflicto entre Marco y Daniela que no llegó a más porque son quienes son. Seguramente hubiera sido bien distinto con otro protagonista que no fuera el italiano, amigo de Daniela. Cuando el ‘súper’ avisó de que hicieran rápido la compra porque era festivo en Madrid e iban a intentar que les llegase lo antes posible solo estaban dispuestas a sentarse delante del ordenador Daniela e Irma. Los demás dormían o andaban pedaleando. Por tanto, la hicieron ellas dos.

Ya estaban terminando y se acercó Marco preguntando si habían querido hacerla ellas. No quisieron, simplemente él dormía. No se quedó para interesarse y prefirió ir a desayunar. Cuando ya habían terminado le preguntó a Daniela lo que habían comprado. Nada le parecía bien. Lo curioso es que se enteró entonces de que la semana anterior algunos se habían quejado de la compra y le pareció muy mal. Pero era justo lo que él estaba haciendo. Marco quiere hacer la compra para pedir atún y esas cosas que solo él come después de hacer ejercicio. Y luego dicen que comen poco.

Que me expliquen a mí lo que es comer poco. Algunos comen cinco veces al día. Además, tienen escondida comida, como descubrió ayer Daniela. El escondite era de Aly, pero no es la única que lo tiene. Aylén y su novio también tenían comida reservada para ellos. Igual que Emma en un armario, al parecer. No estoy seguro de cuántos ni quienes han apartado para ellos comida de todos, pero no hay duda que más de uno. Les veo comer y no tengo duda de que no están mal alimentados. En particular Marco y Aylén, que muchos días se preparan el almuerzo para ellos solos y hacen pícnic en el jardín. ¿No está en las reglas que deben comer y cenar todos juntos? Ya respondo yo: sí, así es.

Ayer gritaron desde el exterior algo así como “Irma falsa” y parece ser que alguna otra cosa más gruesa. Aly se lo contó a Irma y esta comentaba después con Emma que si ella escuchara que gritan algo no lo contaría. Supongo que le pareció mal porque era algo negativo, y para ella. Si hubieran dicho “Irma ganadora” hubiera hecho la ola. Igual que pasa con Elettra, hasta ahora Aly había sido la niña bonita de Irma y Emma, a las que ha peloteado sin descanso. Digo que ha sido así hasta ahora porque creo que está empezando a caer en desgracia para las señoras.

Teniendo en cuenta que Irma y Emma siempre han destacado por ser vigilantes de la moral en la casa de Guadalix, no me extraña que empiecen a renegar de Aly. Su aventura con el brasileño le puede pasar factura, igual que observo puede suceder entre una parte de la audiencia. El exceso de felicidad ajena se procesa mal por mucha gente. Suerte que Antonio se va en dos días, porque podría hacer que Aly perdiera el favor de algunos por ser demasiado feliz. De momento Irma y Emma ya han dicho que piensan nominar a Aly esta semana. La excusa es salvarse ellas de la nominación. No, por favor.

Moleskine del gato

Contaba ayer Daniela una anécdota pasada que me quiso sonar, aunque más la réplica que le daba Aylén. Dice que en una ocasión se puso las lentillas y veía fatal por un ojo. Al día siguiente le pasó lo mismo, hasta que se dio cuenta de que se había puesto una lentilla encima de otra. Aylén completaba el relato con su temor a ponerse un tampón teniendo ya otro puesto. Prometo que he conocido el caso real de esto último.

Son más de las ocho de la mañana y Elettra sigue pedaleando. Engañó a Marco haciendo que lo dejaba y este se fue a dormir. Mia madre.