Salió Juan y entraron repescados María y Cristian, aunque solo uno de los dos se convertirá en concursante definitivo, cosa que decidirán sus propios compañeros, aunque ahora mismo lo ignoran todos, incluso los propios interesados. Esta fue la parte más o menos previsible de la noche, que por lo demás se convirtió en la de las negaciones. Como si de un homenaje a San Pedro se tratase, asistimos a negaciones varias, dentro y fuera de la casa. Noemí negaba en la casa haber tenido nada con Fael, a quien ella llama siempre Rafa desde que volvió de su aventura brasileña. La razón era la arriesgada presión a la que le sometía Cristian, bordeando el compromiso que tienen los repescados sobre no contar nada del exterior. Zulema negaba en plató haber sido dura con Juan, aparte de lo que ella ya sabía que el 'páter' había conocido porque se lo contó David. Y el propio Juan negaba que las palabras "hija de puta" hubieran salido nunca de su boca, especialmente dirigidas a Zulema. De esta forma se cerraba el círculo de las negaciones, muy propio teniendo en cuenta que era la gala de lunes santo y habíamos expulsado del concurso al 'páter'. Su porcentaje de expulsión es toda una penitencia. Para ser seis los concursantes nominados obtener un 56 por ciento de los votos parece un castigo de primera. Los pecados del 'páter' no debieron pasar por veniales para la audiencia votante. Juan cumplió uno de sus deseos anoche. Una vez supo que no era el momento de Pepe, supongo que empezó a desear que fuera el suyo. Lo había comentado por activa y por pasiva. Deseaba que uno de los dos fuera expulsado, también que no entrase nadie más y estuviéramos ante la recta final del programa. Larga recta final con diez concursantes en la casa. Un poco contradictorios sus deseos, porque poco le importa a él si el programa dura más o menos una vez descabalgado del juego. Pero de contradicciones estamos todos llenos, casi es peor que este 'cur cachón', que se mostró poco cachondo en su entrevista, quiera acortar nuestro sueño. Es posible que ese deseo esté relacionado con su suspensión a divinis. Cuanto más dure el programa es posible que tenga menos posibilidades de reintegrarse a su vida religiosa, entre otras cosas porque él ya no concursa pero seguirá ligado al programa como todos los exconcursantes y, por tanto, asistiendo a plató para opinar sobre esta vaina. Dudo mucho que en esas circunstancias sea readmitido, aunque he de confesar que me es absolutamente indiferente. Desde el principio pensé que debíamos tratar a Juan con independencia de su condición de religioso, lo cual no ha sido tan fácil. Él mismo nos lo ha recordado por activa y por pasiva, e incluso la entrevista de anoche giró sobre ese tema vital. Juan fue presentado como el primer sacerdote concursante de Gran Hermano, lo cual no critico. Es lógico que se haga hincapié sobre ese asunto, lo cual justifica que al final hayamos tenido en cuenta esa condición para analizar su paso por el programa, algo que resultaba inevitable a todas luces. Obviando lo chocante que resultó ver al cura de Gran Hermano detallando en vivo sus erecciones o babeando al ver el cuerpo desnudo de María (lo cual es explicable) en la ducha o el culo de Noemí por toda la casa, Juan ha sido un concursante del que me han gustado muchas cosas. Es más, le he defendido durante las primeras semanas de concurso. Ha sido educado y atento casi siempre, demostrando ser un gran amante del programa. No niego que si todos los curas fueran así igual terminaba simpatizando algo más con esa vetusta y polvorienta institución, que tanto ha dado la espalda a la sociedad real del siglo XXI. Me ha gustado escuchar sus reflexiones pausadas, aunque como le pasaba a Ari durante algún tiempo a mí también me hacía desconfiar ese temple enmascarando sus impulsos reales. En definitiva, él está educado en la contención, y es así en todos los sentidos. Me gustó escuchar cómo explicaba su contención sexual, por ejemplo, en respuesta a cierta provocación de Aristidín, que ayer también rectificó. Con una desinhibición que se agradece contaba que se había acostumbrado a prescindir de la genitalidad, viviendo los impulsos sexuales como una auténtica batalla contra su propia naturaleza física. Creo que de otro modo jamás hubiera conocido algo tan íntimo que debe formar parte del sacrificio del clérigo. También me ha gustado escucharle contar esta última semana como su físico despertaba ciertas sospechas en Londres hace unos años. Un tipo rapado, con barba de chivo, tejanos muy usados y una camiseta con la imagen de un bulldog eran suficientes elementos como para que le parara la policía. Ha sido una semana en la que Juan ha demostrado ser el único que se defendía con el inglés, algo básico a la hora de llamar a países de todo el mundo para convencerles de cantar un verso de esa canción tan grimosa de Manolo Escobar. Por fortuna para este observador ya se acabó la prueba, y ha sido superada, lo cual agradecerán los concursantes muy especialmente porque la despensa estaba más vacía que un concierto de los Pekenikes. Mucho se ha hablado de la maldición de Ari, pero la de Juan no se queda corta. Concursante que decidía hacer de Epi y Blas con él, imitando su costumbre de acostarse pronto y rajar durante largo rato antes de dormir, haciendo más trajes que el sastre de Camps, era expulsado más pronto que tarde. Empezó David abandonando, lo cual obligó a que se deshiciese el primigenio dúo, los genuinos 'papafritas'. Luego pasó con Aristidín, Michael y Cristian. Ya digo que poco más o menos lo mismo que le ha pasado a Ari, con quien terminó teniendo una relación obligada por las circunstancias. A los dos se les fueron marchando los más afines, y ambos terminaron teniendo la equivocada sensación de que el culpable de sus desgracias era Pepe. Pero no es así, incluso en muchos casos este concursante no nominó al expulsado, ya tocase que fuera una víctima de la maldición de Ari o de la del 'páter'. No toca hoy analizar por qué se fueron las amigas de aquella, aunque viendo anoche a Zulema cabe poca o ninguna duda. En el caso de Juan, creo que la audiencia ha castigado a cada uno de esos concursantes independientemente de sus alianzas en la casa, si bien es posible que les perjudicase eso que comento, el sanedrín nocturno en el dormitorio en torno a Caifás, el sumo sacerdote. Esas reuniones eran poco resolutivas, justo lo contrario que estaba pasando en esta edición, donde veíamos personas que discutían con el fin de llegar a un acuerdo o resolver una situación. Aquí no había otro objeto que sancionar la conducta del enemigo, especialmente ese líder a quien tanto parecían envidiar. Luego hubo otras veleidades que a este gato analista le hicieron volver a recordar que este cura oficia misa y aconseja a sus fieles, especialmente en temas relativos a la pareja. Nunca entenderé por qué animó a Cristian para que se metiera en medio de la relación de Noemí con Alessandro. Una y otra vez le incitó a que le entrase a esa concursante con quien estaba teniendo buen rollo, aunque jamás censuró que su amigo la llamase 'golfa'. El que calla otorga, frase que bien podría ser bíblica. Ni siquiera en la gala de su expulsión pudimos ver las imágenes en las que Juan dice que tiene ganas (reprimidas) de decirle "tú eres un gilipollas" a Pepe. No es ningún pecado, por lo cual resulta inexplicable. ¿Quién no ha llamado gilipollas a alguien, incluso a sus espaldas? No creo que la curia romana le fuera a negar el levantamiento de la suspensión a divinis por esto. Tampoco vimos cómo se agarraba los genitales hablando del mismo concursante, del que tanto le molestaba que hiciera bromas sobre su persona. Por fortuna las imágenes ruedan por ahí y se pueden ver a pesar de que para el programa parece que no hubieran existido. Menos mal que, a falta de imágenes, Mercedes Milá fue una vez más nuestra representante, llevando al plató la voz de tantos que las hemos reclamado, sin éxito ninguno. Puedo entender que los momentos específicos que referimos no hayan sido catalogados y, por tanto, sea imposible recuperar esas imágenes, aunque no entiendo que se haya pasado por alto algo así. Pero tampoco vimos en la gala ni un solo ejemplo de esos sanedrines del dormitorio, en los que ponían a Pepe de chupa de dómine, o sea de vuelta y media, a caldo, a caer de un burro... lo que viene a ser poner a parir. No cuela que no encontrasen las imágenes. Estas sí las hemos visto en resúmenes. ¿Por qué tampoco anoche? Aparte de los vídeos amables hubiera sido un elemento informativo interesante ver un buen megamix de este otro tipo de contenido. La forma de resolver la repesca fue graciosa a pesar de ser tan previsible. Cuando aparecieron los cuatro sobres ya pudimos sospechar que a Pepe le tocaría el que llevaba el nombre de Cristian y a Noemí el de María. Redondeando la jugada, Ari tuvo que coger el de Michael y Juan el de Aristidín, con quien se cruzó en la sala de expulsiones para comunicarle la mala noticia. Ari hizo lo propio con Michael en el 'confe'. Por su parte, Pepe volvió a sacar del armario a Cristian, y Noemí se encontró con María para volver a comunicarle los nominados, como la primera vez que entró en la casa. Una lástima que en medio de la falsa alegría del reencuentro y esa conversación tan hipócrita no le preguntase Noemí por Julia, a quien le había encargado cuidarla. En realidad, debió ser María quien se lo mentase, pero nos quedamos sin ese momentazo, que habría sido el auténtico número uno de la noche. La decisión de si se termina quedando en la casa como concursante de pleno derecho uno u otro de los repescados estará en manos de sus propios compañeros, lo cual evita todo tipo de suspicacia sobre los sistemas de votación. Apuesto a que la casa estará dividida, aunque no me atrevo a decir quién será elegido. En principio, creo que Cristian cuenta con la ligera desventaja de que provoca rechazo en algún concursante (especialmente en el caso de Dani), lo cual no se puede decir de María, su competidora. Lo sabremos la próxima semana, aunque aún se desconoce el día de emisión de la próxima gala. Luego vinieron las negaciones y rectificaciones. Dicen que rectificar es de sabios, por eso le doy la enhorabuena a Aristidín, que rectificó y elogió al 'páter'. No puedo decir lo mismo de Michael, que se salvó de la prueba del nueve gracias a una supuesta rectificación, que no considero tal. Sugirió que el programa decidiría lo que quisiera en la repesca, haciendo caso omiso de los votos. Según su tesis, María iba a entrar sí o sí, y a eso se agarra en su no rectificación. Estas son sus palabras: No hay rectificación a la barbaridad vertida sobre la decencia de las votaciones. Además, parece que se ha pasado de frenada y termina calificando a los defensores de María como "un ejemplo a tomar". En primera instancia, como le gusta decir al 'poli', consideró que la votación era un fraude y ahora el fraude es él haciendo pasar por rectificación lo que no es. Zulema niega haber sido una dura crítica de Juan. Se esconde y recula con rostro displicente. Ahora afirma que solo dijo que era manipulador y un lobo con piel de cordero, frase que volverá a aparecer después en este mismo escrito. Mala memoria tiene la primera expulsada de esta edición. No la culpo, pero para eso estamos. En la gala 3 (del 2 de febrero) decía lo siguiente: Lo de los mandamientos es obsesión, aunque es incuestionable lo que decía Zulema. Sobre la intención de salir con los bolsillos llenos, no creo que sea muy diferente en el resto de concursantes. Pero también tiene razón. A decir verdad, solo le pongo una pega por la acumulación innecesaria de diminutivos. Queda feíllo. Y luego vino la negación de Juan, acompañada de unas críticas a este humilde gato que acepto como parte de este juego, aunque me hacen sonrojar porque no creo merecer tanta atención. Tuve una educación laica muy basada en ciertos valores, entre ellos el de la humildad y la modestia. No soy digno. En todo caso, agradezco el torrente de adhesiones y, sobre todo, el gran cariño mostrado por tantísimos desconocidos. Gracias a esto me he sentido más apoyado y querido que nunca. Sobre las críticas estoy obligado a aceptarlas. Yo me dedico a criticar a los concursantes y debo aceptar que estos hagan lo mismo. Otra cosa es lo de las familias, que a mí como espectador siempre me han sobrado en este programa. Cristina, la hermana de Juan, arremetió contra mí porque según ella soy lo peor y me dedico a hundir a los concursantes y a las personas. No termino de pillar la diferencia, pero insisto en que acepto la crítica y la entiendo. Me pongo en su lugar y me dolería leer lo aquí escrito. Más aún teniendo en cuenta que he considerado desleal con el programa y su audiencia que ella misma metiera una nota en la cazadora de Juan aprovechando el encuentro propiciado en la gala de las sorpresas de amigos y familiares. Me da igual si la nota es un inocente mensaje de sus sobrinos, sencillamente está haciendo algo que no debe. En este caso pasó la prueba del nueve al conocer su contenido, lo cual no exculpa a Cristina. Lo siento si le duele que lo diga, pero esta es mi opinión. En todo caso, es incómodo saber que alguien está molesto con el trabajo de uno. Por eso me hago cargo y particularmente le pido disculpas a Cristina por cualquier cosa que haya escrito sobre su hermano y le haya podido doler. En cuanto a la negación de Juan, sinceramente digo que la disculpo. No me cabe duda de que no se acuerda de haber dicho lo que dijo. La memoria es subversiva, lo tengo dicho. David había vuelto de Fuencarral, donde había dejado a Zulema. Después de contar su aventura en la furgoneta, relato que repitió en posteriores ocasiones, hablaba con Juan en la cocina. Creo que estaban los dos de pie, delante del frigorífico. David le contaba lo que Zulema había dicho, tanto en las imágenes de las nominaciones como en la pequeña entrevista con Milá en la sala insonorizada del plató. Básicamente le había llamado manipulador y había dicho que era un lobo con piel de cordero. La respuesta de Juan salió como un resorte: "Qué hija de puta". Como creo que esto entró dentro de la emisión de 'La casa en directo' supongo que no me resultará difícil conseguir de mis compañeros el vídeo. Si es así, en el momento que lo tenga podré compartirlo con todos nuestros amigos lectores. Antes de eso, anoche mismo tuve la curiosidad de comprobar si alguien más lo escuchó y comentó esa misma noche. Pues bien, en este mismo blog era narrado así en directo: Y esto contaban en los comentarios del minutado: Y al día siguiente, de vuelta a este blog, era referido de nuevo: Incluso se comentaba de nuevo días más tarde: Aparte de los muchos amigos y amigas que esta madrugada me han confirmado que también lo escucharon. Lo dicho, cuando tenga el vídeo podremos verlo. Las nominaciones de anoche quedaron así: Noemí: Marta, Sergio Hugo: Sergio, Marta Pepe: Ari, Dani Dani: Sergio, Noemí Marta: Noemí, Ari Sindi/Sergio: Ari, Dani Ari: Marta, Sindi Alessandro: Ari, Sergio Resultaron nominados Ariadna y Sergio con cuatro votos, y Marta con tres. Por su parte, Noemí y Dani recibieron dos votos y Sindia uno. A cero quedaron los marcadores de Hugo, Alessandro y Pepe. Hugo dijo primero el nombre de Ari, cambiándolo después por el de Marta. Las cosas hubieran cambiado, subiendo Noemí y Dani, quedando en cinco los nominados definitivos. El enojo de Marta era considerable después, descubriendo que debía ser Hugo uno de sus ejecutores. Como dato curioso decir que Alessandro nominó por fin a un concursante en lugar de decantarse por dos mujeres. Y genial Pepe dando la razón de su nominación a Ari: "Porque ella me nominó para mostrarme su amistad, pues yo se lo muestro también". No tengo por costumbre decir a quien se debe votar o no. Supongo que para unir votos y que se salve Marta, en mi opinión lo más interesante que hay en la casa ahora mismo, puede ser recomendable votar a Ari. Personalmente preferiría ver fuera a Sergio. Creo que es un estorbo en la casa. Y también un peligro. A saber por dónde va a salir en la próxima fiesta, posiblemente esta misma noche. Para bien o para mal, creo que Sindi se merece concursar sola, tal como empezó. Sin hipotecas ni ataduras. Sin un novio controlador que la amenace. Frases como "te vas a quedar sola" o "te vas a chocar contra la pared" me sobran completamente. No he contado la negación de Noemí. Frente a sus celos por la entrada de María, choca que responda a las provocaciones de Cristian negando haber tenido nada con Fael. Ayer le negó tres veces, e incluso le dejó de 'pagafantas' arrastrado, lo cual no se corresponde con la realidad que vivió en Brasil. Recuerdo que prometió contarlo todo, pero en lugar de eso lo niega todo una y otra vez. Creo que tengo la obligación y me apetece decir que los vídeos vistos anoche de la fiesta del pasado viernes no confirmaron mis peores temores. Es justo reconocer que ni dramatizaron en exceso ni mostraron una realidad distinta de la vista en directo. Enhorabuena por ello al equipo del programa. Y gracias a Mercedes por solidarizarse y compartir nuestra queja por la censura en el directo (entre otras cosas). Dejo tira cómica de JBeVeCheva Producciones con un Sergio un poco Pepeado.