Mis segundas impresiones

telecinco.es 01/10/2014 09:00

Se me están resistiendo las tradicionales segundas impresiones esta vez. No por nada, supongo que he necesitado más días para tener un juicio claro sobre algunos concursantes. El ritmo de dos galas por semana tampoco me lo ha puesto muy fácil. Ahora que la cosa ya se relaja y nos anuncian el comienzo del debate dominical es momento para tomar aire y tirarse a la piscina diciendo lo que pienso de cada uno de los protagonistas de esta historia.

Eso será un poco más adelante, de momento voy con la crónica de una jornada en la que los árboles nos impidieron ver el bosque. O igual nos pasa que el cartel con el rótulo “Paisaje pintoresco” nos está impidiendo ver el paisaje. Pintoresco, de eso no hay duda. Resulta que estamos todos pendientes de si Fran hablaba con Mayka para mediar entre ella y Xamy, como había prometido ayer; o atentos a ese campo de calabazas al que parece precipitarse Yoli desde el balancín del jardín, arrastrada por un Jonathan tan inexpresivo como evidente.

Pero lo verdaderamente importante en el día de ayer fue el sutil movimiento de Luis, que dejó de dormir junto a su apoderado para instalarse en la cama de Hugo, al lado de Alfredo. Aprovechando que el dueño de Rubia se había cambiado de habitación, huyendo de los ronquidos de Fran, el torero movió ficha con rapidez y habilidad pasmosa. Yo no digo nada, pero a ver si nos vamos a estar confundiendo de carpeta.

Fran se aseguró de que Xamy había pedido perdón a Mayka recibiendo confirmación por parte de esta. No parece que vaya a triunfar Fran en su intento de mediar en este conflicto. Xamy está aterrada pensando en las consecuencias de sus reacciones en la discusión del lunes y necesita de un árnica que Mayka no está dispuesta a concederle. “Hoy puta y mañana comadre no”, decía la cordobesa. Lo repitió más de una vez, dejando clara su poca disposición. No escatimó explicaciones Mayka en su charla matinal con Fran. “He visto maldad por su parte”, decía, y añadía: “Es una gran actriz”.

Las hermanas no son personajes especialmente simpáticos, aunque prefiero a esta Mayka clara y consecuente que a la bruja de las velas nocturnas y las adivinaciones no solicitadas. Hasta Sandro Rey, eminencia de la adivinación al azar, propone en un tuit la expulsión de Loli “por ser una aberración para las ciencias ocultas”. Con todo, Mayka me está ganando por dos razones muy simples: ha calado bien a Xamy y no se corta al contar sus conclusiones abiertamente. Y esto me parece especialmente admirable en esa casa donde la mitad parecen estar medio sedados y la otra mitad embriagados por el gas de la complacencia y la falsa felicidad.

No sé si Yoli está en el grupo de los que parecen tener su conciencia embargada o aquellos que están exagerando su felicidad y la del grupo. Lo que no tengo ninguna duda es que algo está haciendo que no aprecie una realidad que tiene delante de sus narices. Me sorprende que no sea capaz de apreciar que Jonathan responde a sus acercamientos con indiferencia. No solo eso, el lenguaje corporal del primo es meridiano. Claro como el agua, diría. O sea, que mientras ella sigue empeñada en ponerle la pierna encima él permanece tieso como un palo. Imposible ser menos receptivo, hasta el punto de que cuando ella insiste y parece que tras la pierna deslizará el resto del cuerpo, Jonathan finge estar empezando a dormir.

La frialdad impenetrable de Jonathan hace que sea imposible saber cómo lo estará viviendo, pero anoche Yoli lograba hacerme sentir incómodo hasta a mí. Por la tarde le había hecho la cobra evitando un beso y ella lo achacó a que antes le había llamado “perroflauta”. Después los dos mantenían una larguísima conversación en uno de esos balancines del jardín, donde Yoli no hacía otra cosa que mendigar el cariño de Jonathan. Como la postura no era propicia para que ella le pusiera la pierna encima se limitó a hacer piececitos. Mientras tanto, a su alrededor estaban comenzando a brotar las calabazas.

“Te pido disculpas por llamarte perroflauta, pero no voy a ser más cariñosa contigo”, comenzaba diciendo Yoli. Extraña manera de reclamar el cariño del otro avisando de que escatimará el suyo. En realidad, creo que simplemente quería llamar su atención porque al momento iba al meollo de la cuestión con la siguiente advertencia: “También te digo que a mí me gusta dar y recibir”. Pues de momento le sale a devolver porque no se ha visto una sola vez a Jonathan con su pierna encima de la prima. Entre primos anda el juego, aunque no sé si anoche era más primo Omar que salía del dormitorio junto a Paula diciendo que primo y prima se estaban besando. Si no lo veo no lo creo.

Jonathan estuvo esquivo durante toda la conversación, aunque una Yoli menos cegada por sus deseos se habría dado cuenta perfectamente de que lo está intentando con un chico nada dispuesto a darle lo que ella quiere. Me puedo equivocar, y ojalá lo haga, pero a mí me parece evidente. “Esta situación en mí fuera la puedes contar con los dedos de una mano. Yo nunca hablo las cosas, no sé expresarme bien y me evado de las cosas”, decía Jonathan. Y añadía: “Soy así de siempre”. Prometo que dijo “así de siempre” y no “así de simple”, aunque también hubiera valido.

La conversación del balancín terminó justo en el momento que Yoli arrastraba la cabeza de Jonathan a su regazo y le daba un beso en la nuca. Igual estoy haciendo un poco de literatura, pero déjenme, que ando inspirado. Fue ver cómo evolucionaba la cosa y Jonathan se levantó de inmediato ofreciendo un abrazo a Yoli. “Este vale para todo el día”, le decía amablemente. Es un decir.

El día que empiecen todos a pedir explicaciones a la bruja Loli, la van a echar de la casa, pero a gorrazos. Y Sandro Rey será feliz entonces.

Segundas impresiones

Pues vamos allá. Concursante a concursante.

Omar: El ego de este concursante parece escapar bajo su gorra. Lleva la lección bien aprendida, aunque no estoy seguro de que sea la lección correcta. Le veo tan pagado de sí mismo y convencido de que llegará lejos que vislumbro una traumática caída. No sé si me preocupan más las continuas miradas a la cámara o su tendencia a anunciar una reacción violenta que por su bien espero no llegue nunca.

Vitín: Que se haya querido convertir en bufón del grupo y ande de pagafantas con Yoli no quita para que me parezca uno de los cerebros más calculadores de la casa. Le veo un manipulador de libro, por lo cual en cualquier momento se puede convertir en mi preferido. Enmascara con el humor las críticas más aceradas al resto de sus compañeros, sin excepción ninguna. No creo que ningún otro haya analizado tanto y tan bien a todos. Veo en él más sinceridad y franqueza de la que puede estar aparentando en ocasiones.

Alfredo: Me da la impresión de que no nos ha mostrado buena parte de su personalidad. Su coraza es tan enorme que dudo mucho vayamos a verle despojarse de ella. La poca seguridad que tiene en sí mismo le convierte en un concursante prescindible.

Jonathan: Es el típico tío simple que gusta de vivir sin preocupaciones, considerando una preocupación casi cualquier cosa. Su actitud ante lo que le rodea, al igual que los juegos con su primo, denotan un cierto infantilismo. Es un Peter Pan al que le cuesta aceptar que le llegó ya la edad adulta y hace tiempo que tiene el escroto lleno de pelos.

Juan Manuel: Es el álter ego de Jonathan. El primo un poco más adulto, pero igualmente insípido. No sé si serán tal cual les hemos conocido hasta el final o habrá algún momento en que mostrarán algo de sustancia. A veces pienso que dicen tanto “primo” porque a partir de las 200.000 veces (tal vez los dos millones) empezará lo bueno. De momento, estamos a la espera.

Luis: Luis anda muy perdido, dando bandazos desde que entró en la casa y recomponiendo su perfil de concursante. Todavía no tiene claro si quiere ponerse el disfraz de estratega o el de “voy de corazón”. Es de los que puestos a mediar en los conflictos son capaces de incrementar su gravedad hasta límites insospechados. Todo lo que tiene de inteligente (creo que bastante) lo tiene de poco preparado. Se ha puesto delante de este toro sin haber entrenado para ello y es posible que le termine arrollando más pronto que tarde.

Fran: Intenta mover los hilos de la casa, pero solo consigue menearlos sin orden ni concierto. Como si tocara la guitarra sin saber, esperando hacer sonar algún acorde y sin conseguir ningún éxito. Su falta de compromiso le hace prescindible. Ni siquiera está siendo útil para su protegido, con quien no comparte todo lo que sabe. Eso sí, si algún día aprende a hacer sonar la guitarra nos puede dejar con la boca abierta.

Loli: La bruja que logró enojar a Sandro Rey. Solo por eso ya merece la pena su paso por la casa. Su magia no es negra, tan solo un poco sucia. Utiliza sus supuestas capacidades cognitivas para tener a todos a sus pies. Pensamos que les quería ganar por la barriga, y una vez conscientes de que cocina fatal ya sabemos que sus planes eran otros. Visto lo visto, mucho tiene que hacer para lograr ganarse mis respetos. Solo se me ocurre que le dé por la telequinesia y puestos a mover muebles consiga que Hugo haga algo de una vez. Si lo consigue me tendrá rendido a sus poderes.

Mayka: La gran pega de esta concursante es haberla conocido al lado de su hermana. Pasa como con las gemelas de ‘El resplandor’, que por separado seguramente son un encanto de niñas, pero juntas dan bastante susto. Con su respuesta al ataque premeditado de Xamy ha ganado muchos puntos, lo cual me hace pensar en la posibilidad de que enloquecieran todos y fueran a por ella. Si eso pasara no dudo de que nos íbamos a divertir.

Hugo: Es dueño de la cabra Rubia, mucho más activa y divertida que él.

Azahara: Ella y su circunstancia. Si a Azahara la despojamos del disfraz de animalista, el de vegetariana que no bebe leche de vaca porque sale de un animal aunque come pescado, el de experta en nutrición, el de víctima sufriente de ansiedad social, y el de niña tímida bienintencionada, nos queda una chica de gran belleza realmente interesante. La Azahara que hay bajo sus disfraces me interesa más que ese personaje con el que concursa.

Paula: A esta concursante hay que quitarle la voz de Teletubbie, de la que se olvida en bastantes ocasiones, y entonces gana una barbaridad. También ganaría si dejase de esforzarse en que creamos su espíritu ‘flower power’. La chica dura y con pasado complicado que a veces da consejos muy sensatos es mucho mejor que esa ridícula caricatura.

Yoli: Complicado poner un pero a Yoli en la convivencia dentro de esa casa. Es alegre, generosa y sin dobleces. Lástima que a veces no sepa dónde, cómo y a quién le tiene que poner la pierna encima.

Alejandra: Esta concursante me tiene a la espera de estar a la espera. La veo tan auténtica, posiblemente la más real de la casa, que no me cabe duda de que nos va a dar grandes momentos. De momento no ha llegado el suyo, pero ardo en deseos de verla afrontando un conflicto importante. Me está empezando a resultar urgente. Es pata negra. Carne de Gran Hermano, de eso no me cabe duda.

Xamy: Lianta, típica concursante transversal capaz de entrecruzarse en todas las tramas. Se me antoja imprescindible en la misma medida que estoy seguro de que saldrá expulsada a las primeras de cambio. Coincido con Mayka en su análisis del personaje. Se aprovecha de su singularidad y reclama un exceso de atención, que ni siquiera la favorece. Si la dejamos ahí dentro terminará inoculando su tósigo a toda la casa. Hay que darle tiempo, es tan joven como torpe.

Moleskine del gato

Empieza a ser una maniobra recurrente la de Omar y Paula cada madrugada. Ellos se acuestan, esperan a que aparenten todos querer dormir para abandonar el dormitorio camino de la cocina. Entonces pican un poco de aquí y un poco de allá. Anoche Omar había dicho delante de algunos compañeros que no come galletas, por lo que prefería que pidieran pan de molde para él. Después de eso, en el asalto nocturno le veíamos comiendo galletas, precisamente. Ya dije el otro día que esta edición de Gran Hermano anda entre ‘Pulseras rojas’, ‘Cuarto Milenio’ y ‘Robin Food: atracón en la cocina’.

Impagables imágenes las de Vitín hablando en sueños. “Ala, prima. Tírate encima. Tírate encima de mí. No pasa na, hombre”, decía mientras permanecía dormido. Sospecho que Jonathan tiene otros sueños, posiblemente la pesadilla de ser sepultado en su cama bajo un montón de piernas de la prima. La vida es así de injusta; Vitín de ‘pagafantas’ y el primo sin saber dónde meterse.

Luis a veces deja aparcado su lado más bienqueda y se atreve a ser así de insultantemente claro ante las Omaítas: “Yo aquí no me fío de nadie: ni de ustedes ni de nadie”. ¡Toma castaña!

También Xamy y Azahara parecían anoche dispuestas a ser claras la una con la otra. Le venía a reprochar Xamy que la hubiese dado un poco de lado tras no haberla defendido en su enfrentamiento con Mayka. “No me hagas chantaje sentimental”, le advirtió Azahara. Las dos tenían su parte de razón.