Señores míos...

telecinco.es 19/04/2012 10:04

Lo más interesante del día de ayer fue una conversación que mantuvieron en la cama Noemí y Alessandro. Del resto del día poco más se puede destacar, aparte de una prueba curiosa de ver y las bromas inacabables de Dani, el concursante que está ahora mismo aportando alegría y buen humor a esa casa. Hablaré de esa conversación un poco más tarde, intentando ser empático con los dos. Antes de eso, ha llegado el día de hacer mi particular carta a los Reyes Magos.

No podría decir por qué pero hoy es el día. Imposible que faltase un clásico como este, aunque esta edición no comenzara en otoño sino un par de semanas después de la llegada de sus majestades. Adelanto de esta forma la misiva que deberían estos recibir hacia el fin de año, como siempre con mis mejores deseos para todos. No hace falta decir que esto es un motivo para echar unas risas, pero en ningún caso es mi intención reírme de nadie. Un poco de sentido del humor es lo que les falta a algunos, por fortuna no es el caso de este gato pedigüeño.

Vamos allá:

Zulema: Un chi nuevo. Un jardín de bonsais para poder abrazarlos con los deditos. Y unos cuantos kilos de rabos de pasas para que recuerde bien sus propias palabras.

Verónica: Mucha glucosa para endulzar el gesto. Una colección de películas de humor con las que vaya entrenando y se acostumbre a sonreír.

Sindi: El gran regalo que le ha traído el programa ha sido una vida nueva. Por tanto, para ella pido un buen disolvente para separarse con cuidado y suavemente de la vida anterior. Y muchos tangas de todos los colores, para ponerse con mallas de esas que transparentan un poco.

Sergio: Una actualización urgente, sin posibilidad de desinstalación.

Pepe: Unos aplausos, lo más preciado para el artista que se sube a un escenario. Un poco de veneno para los que difunden bulos. Y, a ser posible, un 'happy ending'.

Ochoa: Una vacuna para el mal del rizo, gracias a la cual deje de tocarse las puntas del pelo, por lo que más quiera. Una boda muy bonita, lo suelen ser. Y mejor suerte para otra vez.

Noemí: Un polígrafo, para divertirse un poco viendo cómo lo funde con sus mentiras encadenadas. Jarabe de 'lealtina', para aprender a ser leal con quienes se lo merecen. Y un lacrimero para guardar su última lágrima y recuperar así la alegría, porque la vida son cuatro días y la mitad vienen nublados.

Michael: En primera instancia, un sueldo para toda la vida, como el de cierta marca de café. Y si no es posible, que le paguen el suyo de una vez.

Mary Joy: Una cámara de fotos con impresora para inmortalizar su divina sonrisa y hacer miles de copias para todos sus fans (me pido la mía). El bálsamo para que conserve para siempre su parte más infantil, precisamente lo que la hace tan especial.

Marta: Un pasaporte de vuelta a Guadalix ya. El título de concursante de honor, pues tiene la fortuna de ser una de las más queridas de la historia de este programa. Otro bálsamo como el de la filipina, y si hay escasez que lo compartan. Un disfraz de Sailor Moon. Y, sobre todo, que no cambie nunca.

María: Un megamix con su 'arrazo por donde pazo'. Un chico que la quiera a mil revoluciones y no en punto muerto, como cierto aranés por todos conocido.

Juan: Un trabajo por si la curia no se apiada y tardan en levantarle la a divinis. Y si él lo prefiere, que se apiade la curia. Aunque antes que le dejen gastar el pase VIP para cierta discoteca madrileña, punto de encuentro habitual de concursantes.

Hugo: Una caja de 'espabilina' para tomar cada ocho horas en días alternos. Un calefactor para sus venas, que le haga despertar un poco.

David: También ha tenido su regalo, cualquier cosa que le pida se quedará en nada al lado de recuperar la vida que quiere y la mujer que ama. Que lo conserve para siempre.

Dani: Un programa de televisión en el que nos haga reír tanto como en este. Un estilista de urgencia para mejorar su imagen.

Cristian: La misma actualización que a Sergio, pero en este caso acompañada por un curso de buenas maneras. Un bizcocho tamaño familiar para él solo.

Berta: Un concurso más apropiado para ella.

Azucena: Un saco de risas y muchos espejos que le digan todo el día que es muy guapa y nunca hay motivo para tenerse lástima.

Aristidín: Un loro de esos que le gustan. Un curso de sexador de perros.

Ari: Un conjuro para su maldición. El truco para que conserve siempre su contagiosa risa. Un chico que le diga sí a la primera... o sea, uno que le diga sí.

Alessandro: Una novia de primera, un equipo de fútbol de primera y el 'First Certificate' de la Universidad de Cambridge, para que vaya dejando de sentirse un segundón. Un buen peluquero, por el amor de Dios.

Voy a lo prometido al comienzo de este escrito. Empiezo por el final de la conversación porque me pareció un momento especialmente doloroso para Alessandro y Noemí. Ella se acerca para darle un beso y ve como mueve la cabeza hacia atrás. Lejos de reprocharle la actitud, como cabría esperar, se conforma medio tapándose con el edredón. Está claro que algo no funciona bien entre ellos. En la fiesta del lunes, Alessandro malinterpretaba algo que decía Pepe hablando con los dos. Alessandro afirmaba que no está enamorado, lo cual lleva tres meses repitiendo, y la interpretación de Pepe era que ellos tienen una relación motivada por las circunstancias. El italiano interpretó que hablaba más bien de conveniencias, lo cual hubo de explicar el bailaor.

Tras su explicación no hubo ninguna duda de que estaba refiriéndose a que Noemí y Alessandro se han conocido allí dentro, en una condición de aislamiento y dentro de un grupo de personas bastante reducido. Esto ha facilitado e incluso promovido una relación que aquí fuera, en el mundo real, existe bastante poca probabilidad de que se hubiera dado. En eso parecían de acuerdo los dos miembros de esta pareja, aunque personalmente creo que habiendo empezado así se ha terminado convirtiendo más bien en aquello que había malinterpretado el italiano: una relación de conveniencia.

En conclusión, creo que empezó siendo una relación por las circunstancias y ahora mismo lo es por conveniencia. A ninguno de los dos les interesa a estas alturas una ruptura, aunque ambos son conscientes de que se puede producir una vez hayan salido fuera. Temen lo mismo aunque en el caso de Noemí sea desde el conocimiento detallado de lo que se encontrará Alessandro al salir y en el de este por algo más que fundadas sospechas. Digamos que lleva semanas pronunciando con frecuencia la frase: "Algo más debe haber".

¿Por qué no les interesa romper y quedarse a la expectativa de lo que sucederá? Está claro que a Noemí le viene bien mantener la situación actual, con un tipo que no solamente le da algo de cariño sino que incluso le hace y deshace la maleta cuando ella decide hacerse un 'play mating' (¿veremos en el debate de hoy esas escacharrantes imágenes?). Una vez que decidió no contarle la realidad de lo sucedido, a la canaria le viene bien mantener el estatus actual todo el tiempo posible. Diría más, precisamente por eso no le ha contado su aventura brasileña.

En el lado negativo está el hecho de que ella sabe que Aless ya no está igual que antes, nota que le aparta la cara rechazando un cariño y eso debe doler mucho. Seguro que muchísimo. No siento tanta empatía hacia esta concursante cuando balbucea y llora como una adolescente, como en situaciones como esta. El abismo debe abrirse a sus pies al ver ese cambio progresivo de actitud en Aless. Él mismo dice en el 'confe' que se ha distanciado un poco.

Por su parte, también le conviene al italiano mantener la situación hasta el final. Si en lugar de cierto distanciamiento decidiera una ruptura estaría actuando un poco a ciegas. Una vez fuera comprobaría que su decisión estaba fundamentada al ver sus sospechas confirmadas, pero eso es lo que no sabe. En su cabeza rondará la idea de que igual se encuentra con una situación bien distinta a la esperada y no hay nada más. En ese caso, la ruptura le haría quedar como un tipo desconfiado que metió la pata.

Con todo, la duda corroe a Alessandro y creo que a los dos les beneficia que el propio concurso se encargue de separarlos cuanto antes. Anoche preguntaba si estará Paolo esperándola, no entendía por qué le iba a pedir perdón y hacía conjeturas sobre si le llevaría Fael a Brasil. Pero a veces las tira con bala, como cuando le preguntaba: "¿Te da miedo salir?". Todos los concursantes tienen algo de miedo a salir, especialmente cuando llevan tres meses ahí dentro (que se cumplen hoy mismo). Aún así, la pregunta del Alessandro creo que tenía una intención especial, que todos podemos imaginar. Y eso, amigos, tiene que doler. A los dos, además.

Frases bíblicas

Hablábamos ayer de frases sabias y libros sagrados. Pues bien, inauguro hoy una nueva sección que irá apareciendo según me vaya inspirando con grandes frases procedentes fundamentalmente de la Biblia. Pero de la Biblia fetén, de la que tengo en casa comprada a un señor que la iba vendiendo puerta por puerta y me hizo pensar si unos años más tarde no terminaría siendo un nuevo Lara, con parecidos comienzos. En el día de hoy es un texto de los Corintios I, o sea, no es precisamente un libro apócrifo, como los que citan otros por ahí. Y dice así:

Piense el lector, si tiene a bien, lo que decía cierto clérigo sin sotana sobre el enorme amor de Sergio por Sindi. Y ahora vuelva a leer la frase. Gracias.

Moleskine del gato

Hoy parece que van a visitar la casa de Guadalix algunos exconcursantes, supongo que durante el debate. Es de esperar que se tomen todas las medidas para evitar nuevas filtraciones del exterior, uno de los cánceres de esta ya mítica edición. Ignoro si entre ellos estará Marta, a quien Pepe y Sindi siguen recordando a diario. Anoche decía Pipi: "Martita estaría conmigo ahora en la piscina", a lo que Pepe respondía: "No, estaría conmigo". Este diálogo terminó con el "no me cabrees" al que nos tiene acostumbrados esta concursante. Una sensación de gusto y tristeza da ver cómo la quieren y extrañan.

Por cierto, me llamó mucho la atención del fantástico resumen de ayer el montaje de imágenes de Ari y Noemí llorando y hablando como púberes por estar nominadas esta semana. Conste en acta que yo las entiendo, pero recuerdo cuando las dos ridiculizaban a Marta por comportarse como una niña llorando al saberse nominada. ¿Quién es más niña ahora?