Susana e Igor se disputarán la final, junto a Raki y Desi

telecinco.es 14/06/2013 09:55

La gala semifinal de anoche fue como el penúltimo movimiento de una sinfonía a la que le faltasen unas cuantas páginas. Sinfonía inacabada, que terminará de ejecutarse el martes próximo y para la que los miembros de la orquesta improvisaron ayer las partes que faltan a toda velocidad. Si tenemos en cuenta que la semana gloriosa en la cual empezó el hat-trick de Leónidas Igor hubo dos galas (lunes y jueves) y dado que anoche salieron precipitadamente dos concursantes, esto podría haber durado por lo menos tres semanas más.

Con la sensación de estar precipitando el final de esta historia, anoche elegimos los cuatro finalistas mediante dos tandas de votos de urgencia, de quince minutos cada una. Los votos fueron en positivo, como ya sabíamos, lo cual beneficiaba a los concursantes más polémicos. Igor y Desi corrían más peligro con votos en negativo, puesto que se han granjeado una cantidad importante de enemigos, por razones distintas en cada caso.

Por el contrario, concursantes anodinos como Nacho peligraban en este caso, porque pocos debieron mover un dedo para hacerle finalista. Esa fue la razón por la que fue el primero en abandonar la casa sin haber sido expulsado. Porque el último expulsado de Gran Hermano catorce fue Juan Carlos. Dos muebles al precio de uno, oferta de final de primavera en Ikea. Una vez más se daba el caso de concursante repescado expulsado a las primeras de cambio. Caso práctico demostrativo de que no siempre sucede igual, porque no todos los repescados se comportan del mismo modo.

Mientras Igor volvía con un objetivo que ha cumplido sobradamente, habiéndonos quitado de encima la morralla que sobraba, por lo cual nunca le estaremos suficientemente agradecidos, Juan Carlos dijo querer demostrar que no es un mueble, y se ha pasado semanas dormido, cuando no desaparecido. Por eso anoche era expulsado por segunda vez, y aunque no conocimos su porcentaje, por los datos del día anterior podemos saber que fue mayor que en su primera expulsión. O sea, el pobre ha ido de mal en peor.

No termino de entender por qué la audiencia fiel de este programa, maltratada de forma endémica, tiene que andar reclamando con tanta frecuencia algo tan elemental como conocer los porcentajes de expulsión. Con una productora que mantiene su página web oficial aparte de la que pertenece al canal que emite el programa, lo cual es una duplicación de esfuerzos insólita y casi única en el mundo, ni siquiera hay establecida una mecánica para recoger ese dato de forma sistemática en una de esas dos fuentes informativas. ¿Tanto cuesta complacer a los seguidores del programa?

Mucho Appgree y redes sociales, pero al final hay semanas que terminamos peleando por saber los porcentajes. De anoche no hemos logrado saber el definitivo para la expulsión de Juan Carlos, y tampoco con qué grado de no aceptación salieron Nacho y Álvaro. Imaginen que en el próximo Festival de Eurovisión, esa antigualla que aún resiste apoyada por las televisiones públicas europeas, no nos dijeran por cuántos puntos ha resultado ganador un candidato. ¿A que no sería concebible?

Tras la expulsión de Juan Carlos asistimos a la apertura de las líneas para elegir nuestros candidatos preferidos para ser finalistas, no sin antes haber visto algunos vídeos graciosos de Desi, para no faltar a la tradición. Porque los vídeos graciosos de Álvaro estaban reservados para el momento de su entrevista. Me siento un bicho raro cuando veo que los primeros no me hacen gracia ninguna y, sin embargo, con los segundos me parto por la mitad, literalmente. Ver reír a Álvaro mientras hace sonar la campana tirando de un carrito del que cuelga esta, me ha hecho carcajear cada vez. Lamento por muchas cosas que este concursante no haya llegado a la final, entre las cuales está tener que prescindir de escuchar su sonrisa dentro de esa casa, un poco más triste desde anoche.

En su entrevista descubrimos que a Juan Carlos le impresionan las cámaras, por eso no se atrevió a afrontar la realidad tras su vuelta a la casa, pero se ha pasado la última semana acusando a los demás de ser falsos, y hasta en su despedida tuvo palabras de desprecio para Igor. Es curioso porque las cámaras del plató no le parecían intimidar tanto como las de la casa, y eso que son más grandes y visibles. Sin saber cómo ni por qué, de repente se quitó esa presión para soltar su cagadita de reventadito.

Le hago la ola a Mercedes, que no tuvo reparo en acudir a las fuentes y citando a Iván Madrazo, autor de la expresión, llamó "reventados" a los de la fila cero, que ayer empezaron el programa como sardinas en lata, apretados en el banco del plató. Algunos hicieron caso a las indicaciones de la presentadora y se sentaron en las escaleras que suben al set donde se hacen las entrevistas, lo cual posiblemente hubieron de lamentar tras casi cuatro horas de programa. Yo hubiera hecho dos filas, una con los reventados y otra con todos los demás. En la segunda estarían más anchos que largos.

De todas formas, el reventadismo reinante (el reventadismo va a llegar, podría haber dicho Iván 'Manero' imitando a Arrabal) no terminaría de explotar, nunca mejor dicho, hasta un poco más tarde. Sería en la entrevista de Álvaro, a quien estaba esperando Sonia Walls. Antes de eso, Mercedes devolvía la pelota a Miriam con una semana de retraso. Conté el viernes pasado de una advertencia que le había hecho en una pausa por la torpeza de esa exconcursante, que había criticado a la presentadora hablando con una amiga suya. Las consecuencias se hicieron esperar una semana.

Anoche, casi de rondón coló Mercedes que cada vez que mira a Miriam se acuerda de Dobromira. Creo que a Igor le pasa lo mismo, y eso que él no la pudo conocer. Otra cosa hubiera sido en caso de entrar la búlgara en lugar de Miriam, que puso cara de española al escuchar anoche ese nombre. Lo gracioso es que luego decía a sus compañeros de banco que no lo había entendido. No cuela. Y como Miriam se ha convertido en íntima de los Walls, a quienes acompaña con frecuencia el difunto DJ, pudimos leer en el Twitter de Sonia un ingenioso mensaje (posteriormente eliminado, as usual) en el cual decía que se acordaba de Pepe Navarro.

De aquellos polvos vinieron estos lodos. Y menudo lodazal, ¡la virgen! Cuando permites que se vaya de rositas una concursante tras haber acusado al programa de haber demorado la atención médica y haber recibido una medicación inapropiada, normal que luego esté tan crecidita. Mucho más cuando se monta un debate a su mayor gloria y la de su pareja, a quienes agasajaron con unos premios que insultan a esa misma audiencia que mayoritariamente votó para expulsar a ambos hace unos pocos días. Adelante con los faroles.

Tras la entrevista a Nacho, en la que vimos los saltos que fue dando resituándose con celeridad, lo cual volvió a hacer esta semana cuando por la mañana decía que su candidato preferido para la repesca había sido Igor, sabiendo que este le escuchaba desde el interior de la cabina (aunque hacía que no se estaba enterando) y luego a Juan Carlos le decía que se había alegrado mucho de que entrase él. Lo cierto es que no tiene sentido decir que preferías que regresara Igor cuando su voto fue para Juan Carlos. Bueno, pues así ha sido todo el rato.

No recuerdo un aplauso tan cerrado y entregado en ese plató como el que anoche se llevó Álvaro. Una pena que su entrevista fuera tan breve porque en poco rato demostró lo grande que es. Empezó preguntando a Mercedes cuando vio el tatuaje de su tobillo: “¿Eso es por mariquita?”. Y al momento volvió a la carga preguntando qué hacían ahí los exconcursantes que no cabían en el banco y estaban medio tirados por el suelo. Álvaro no solo ha sido un gran concursante, educado y respetuoso, sino que también ha sido tremendamente divertido.

Por todas las cualidades que adornan a Álvaro resulta hasta ofensivo escuchar a Sonia anoche dándole la oportunidad de que se retractase por haber llamado gentuza a algunos compañeros. En primer lugar, ese tono de perdonavidas ya lo hemos visto antes y no concibo que se le siga permitiendo emplearlo en un plató de televisión sin que nadie le responda como corresponde. Entre otras cosas porque ya puede ella empezar a retractarse de las decenas de veces que ha llamado “zorra” a una compañera. O “cabrón” a otro. De nuevo la culpa es de los que tenemos memoria, y hemos escuchado ambos insultos, que no han sido nunca vistos en vídeo alguno del diario, prime time o debate.

Con la tranquilidad que le debe dar a Sonia haber sido protegida tantas veces se atrevía anoche a “dar la oportunidad” a Álvaro por unas palabras que cualquiera con una inteligencia media se puede dar cuenta de que fueron dichas en tono de broma. Más de broma que su “cabrón” a Igor cuando salió del encuentro de veinte minutos, limpiamente eliminado de todos los montajes que ha emitido el programa. ¿Por qué? Vaya usted a saber.

Por suerte Álvaro respondía como un grande, sonriendo y contando la realidad con franqueza, la que no ha tenido nunca Sonia Walls en los últimos cuatro meses, que el tono era de broma salvo en una ocasión que llamó gentuza a los gemelos porque cuando salió de su rehabilitación les escuchó imitando sus quejidos entre risas. Todos los que hemos escuchado en el directo de forma lejana los gritos de dolor de Álvaro seguramente compartimos que hacer chanza de ello es incomprensible, porque a mí me dolía solo de pensarlo.

Y, sobre todo, personalmente valoro que Álvaro jamás haya intentado sacar provecho de su situación. No le he visto quejarse ni dramatizar en ningún momento. Cuando en esa casa hay quien ha contado decenas de veces que estuvo a punto de perder la vida en un naufragio, resulta llamativo y de agradecer, que este concursante haya dejado a un lado el sufrimiento consecuencia de su accidente del día de presentación de esta edición, y saliera de sufrir una rehabilitación dolorosa con una sonrisa en la boca que revela su bondad.

Hay sonrisas y sonrisas, amigo mío. La de Álvaro denota bondad, y es de verdad. Todo lo contrario que la hipócrita sonrisa de Sonia. Tiene narices que anoche reprochase a Álvaro que le haya hecho “trajes a medida por la espalda”. ¿Cómo dice? ¿Por la espalda? Ella que advertía a Kristian entre susurros en la cama de que Igor era un estratega y no le convenía llevarse tan bien con él, y dos días más tarde lo estaba abrazando en la cocina diciéndole que le quería mucho y era muy importante para ella. ¿Ella criticando que otros hablen por la espalda? “Me parecía exagerada la atención que tenías conmigo nada más entrar. Me agobiaba y me parecía desmedida”, le decía anoche Álvaro, a lo que Sonia respondía: “Pues habérmelo dicho a la cara”.

De nuevo me quito el sombrero ante Mercedes Milá, que ayer estuvo de nuevo brava, y le dijo a Sonia que estaba criticando justo lo que ella no paró de hacer dentro de esa casa. “Quizá si hubieras hecho eso con todo el mundo tú, otro gallo cantaría”, le respondió Mercedes, echando un cable a Álvaro. Así que resulta que ella puede acusar a otros de no haber dicho las cosas a la cara y cuando Igor volvió a la casa haciéndole a ella ese reproche su conclusión es que había ido a hacerle daño. En justa correspondencia, ella anoche debía tener intención de hacer daño a Álvaro. En fin, 'cosas veredes'.

Los finalistas estaban que no se lo creían anoche. De repente, sin haberlo previsto en ningún momento, descubrían que lo son, aunque desconocen cuándo va a ser la final. Supongo que el lunes entrarán los dos seguidores de cada finalista, que permanecerán en la casa aproximadamente un día. Esta iniciativa es otra idea genial del equipo de este programa, que tantas veces arriesgó sin que lo hayamos apreciado lo suficiente. Me consta que hay mucha gente dispuesta a participar. Incluso personas que jamás lo hubiera dado por supuesto. Será un regalo inmenso para los que amamos este programa.

También fue un regalo que el realizador nos mostrase esta madrugada, a eso de las cinco de la mañana, una conversación en la que Igor hablaba clarito sobre Argi. No es casualidad que ella haya apoyado a mis dos finalistas ganadores.

Moleskine del gato

En esta hora es posible que algunos estén esperando que este gato (un poco encabronado hoy) se decante por uno de los finalistas como mi favorito. Ya dije ayer mismo que tanto Igor como Susana merecen ser finalistas y ganar este concurso. Los dos lo han vivido intensamente y de algún modo nos dieron aquello que esperábamos. Me he sentido representado por ellos, tanto por uno como por el otro, y considero justo el triunfo de los dos.

Desde que Igor volvió a entrar en el juego pensé que no sería el ganador. También fue entonces cuando empecé a albergar muchas esperanzas de que lo fuera Susana. Creo que el concurso más completo lo ha hecho Igor, como comentaba él mismo esta madrugada. Ha vivido una expulsión, su complicada entrevista en plató, la repesca, el regreso a la casa y su paseo triunfal mandando a la calle a Sonia, Kristian y los gemelos.

Igor fue valiente y arriesgó, lo cual no es del todo común en este programa, mucho menos en la edición que ahora termina. Y, al contrario de lo que suele suceder, a muchos ha gustado más tras ser repescado que antes. Supo entender sus errores y a su regreso ha sabido corregirlos en buena medida, lo cual es digno de admiración. Si gana Igor me sentiré satisfecho, y me voy a relamer de gusto viendo la fila cero terminando de reventar del todo.

Por otra parte, Susana hizo que me cuestionase mi apoyo en varias ocasiones, pese a lo cual siempre terminó por volver a ganarme, haciendo que rectificase y volviese de nuevo al redil. Tras la salida de los gemelos volví a ver a la Susana que me gusta. Digo más, en mi opinión la mejor Susana es la de estas dos últimas semanas. Más alegre, desenfadada y sincera que nunca. Libre y sin preocupaciones, actuando según su propia intuición. Además de tener el apoyo agradecido y desinteresado de Álvaro, lo cual ha sido una gran suerte para ella.

Si gana Susana me sentiré igualmente satisfecho, y contento por sentir la rabia de todos esos que se encargaron de extender el rumor de que este humilde gato es tío de la concursante. Una estupidez como esa (mentira, por otra parte) merece que le diga a Susana en estos momentos de felicidad para ella: Ánimo, y a por ellos... sobrina.

La última palabra la diré el lunes y el martes, días reservados a los daguerrotipos de Igor y Susana. Mi verdad está en mis escritos.

Dejo cartelera de Álvaro, por Montse Juanilla, y también su caricatura como Superman pollito, por Javier B.V. Aprovecho este momento para agradecer a los dos su valiosísima colaboración, así como todos los que me han ayudado durante esta temporada. Los que me inspiraron tanto en los comentarios del blog y en las redes sociales. A Jordina por sus pacientes correcciones. A Xaxu por estar siempre pendiente. Y a Ohiane por la encuesta de cada semana.

Y a todos y cada uno de los que vinieron a diario, convirtiendo este blog en uno de los lugares más visitados de esta web, batiendo por mucho todos los récords de años anteriores. Me siento muy afortunado. Estoy feliz. También emocionado. Gracias, de corazón.