Yolanda Vega es la madre de Bruno Hernández, el descuartizador de Majadahonda condenado a 27 años por asesinar a su tía y una inquilina y descuartizar después sus cuerpos en una trituradora. Asegura que no sabía que estaba diagnosticado desde los 16 años por una esquizofrenia paranoide porque Bruno vivía con su padre. Además, cree que su hijo sí cometió los asesinatos, pero dice que "una o más personas detrás de estos asesinatos" y que su hijo no se atreve a decir quiénes son por miedo. "Está encubriendo a alguien", afirma.