A pesar de todos los esfuerzos, el milagro que España esperaba no tuvo lugar. Tras 13 días de trabajo intensivo, Julen fue hallado sin vida en el interior del pozo de Totalán. Vecinos de El Palo y otros barrios malagueños acudieron a su multitudinaria despedida para apoyar a la familia y dar el último adiós al pequeño. Velas, dibujos y pancartas con su nombre inundaban las calles de la localidad en la que el niño de 2 años y medio tantas veces había recorrido con su triciclo, que ya se ha convertido en un símbolo a su memoria.