Su perra Sugi es la mayor protección que tiene Silvia contra su expareja, condenado por maltrato que la amenaza desde prisión y que sale en libertad el 4 de enero. Ha conseguido reunir 175.000 firmas para cambiar la ley de Navarra que prohíbe que su perra entre en lugares públicos como centros comerciales o cafeterías y tenga la misma licencia de los perros guía que acompañan a los invidentes.