Los abusos sexuales en la prisión de Brieva eran habituales. Según la declaración de una de las reclusas, incluso tenían móvil para poder contactar. "Teníamos móvil personal en el chabolo y él llamaba a ciertas horas", ha dicho la reclusa, que ha confesado que su pareja se quedó embarazada de uno de los funcionarios.