Tirso es de barrio de toda la vida, fue militar pero ahora trabaja como ferretero en una tienda de Entrevías. Es un hombre huraño, poco simpático, borde... pero también está preocupado por lo que está pasando a su alrededor.
Un día en su tienda, comienza a escuchar la música de varios pandilleros. Ellos no respetan nada, ni son cívicos ni quieren serlo. Pero Tirso no está dispuesto a aguantarlos, así que sale a la calle y les piden que bajen la música que no están solos en la calle.
Uno de ellos parece que le va a hacer caso, pero no. Se pone chulo y sube más el volumen de los altavoces de su coche. Tirso coge aire y se va pero ahí no va a quedar la cosa.
Cuando se va a comer, le da un ataque de furia: coge su coche y lo revienta contra el de los pandilleros...