Daniel y Eduardo son ‘The Torrezno’s Music’. Llegaron vestidos de monjes y anunciaron que iban a hacer canto gregoriano. Pero, cuando empezó su actuación, se deshicieron de los hábitos, se quedaron en tanga y se pusieron a cantar reggaetón. Su “ponme a cuatro patas” no fue del gusto del jurado, que paró la actuación. Los protagonistas intentaron explicarse: “Es una crítica un poco ácida hacia todo lo que representa el reggaetón, que siempre están mostrando cuerpos de chicas, mostrando carnes”. A pesar de todo, Edurne se mantuvo en sus trece: “Os ha faltado un poquito de gracia”.