Un tsunami causado por el volcán Krakatoa deja 220 muertos y más de 843 heridos en Indonesia

El hijo del Krakatoa, un nombre maldito en Indonesia asociado a tragedia, ha tenido otro mal despertar. La última erupción del Anak Krakatau, activo desde junio, ha desencadenado un tsunami, en el peor momento, cuando muchos ya dormían. O cuando algunos alternaban, en este caso en un concierto, abruptamente interrumpido con la llegada de la ola gigante.

Con la llegada del día los vecinos han podido empezar a asumir la dimensión de la tragedia. Buena parte de la costa está arrasada, hay centenares de edificios destruidos o dañados y, de momento, se han contado 220 muertos, más 843 heridos y decenas de desaparecidos. Sin embargo, las autoridades reconocen que la cifra de víctimas aumentar.

La escena se repitió en otras zonas costeras del estrecho de Sunda, entre la islas de Java y Sumatra. En esta región la erupción del Krakatoa padre provocó hace 135 años una de las mayores catástrofes naturales de la historia.

Los equipos de rescate buscan entre los escombros posibles supervivientes, en una jornada en la que se han sucedido los sobresaltos, como una alarma de tsunami, esta vez falsa. Anoche, en cambio, las sirenas no dieron aviso alguno y, por lo tanto, el maremoto sorprendió a todos desprevenidos.

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