El infierno de pasar de la alergia al asma que cada vez afecta más a los niños
El asma alérgico presenta particularidades y requiere un tratamiento específico: conoce qué es y cómo tratar esta dolencia
Las alergias son dolencias que pueden resultar muy incómodas para quien las padece, sobre todo cuando sus síntomas son persistentes y se producen de forma habitual. Y que no tienen la misma intensidad a lo largo del día. Picor en la piel y los ojos, estornudos o nariz que gotea, tos y picor en la garganta, hinchazón… son algunos de los síntomas que pueden experimentar las personas afectadas por ella, y tienen su origen en la reacciones físicas y químicas que desencadena el aléjenlo de que se trate en nuestro cuerpo. Y ahora, además, hay que evitar confundir la alergia con el coronavirus. Una de las alergias más comunes es el asma alérgico, que presenta sus propias particularidades y que el cambio climático ha disparado. ¿Qué es el asma alérgico y qué tratamientos existen para combatirla?
Asma de origen alérgico: tratamiento y causas
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El asma tipo alérgico es uno de lo tipos de asma existentes, provocado, en este caso, por un alérgeno. Cuando nos exponemos a un elemento que nos provoca alergia, nuestro organismo genera anticuerpos específicos contra esa sustancia que viajan a unas células llamadas mastocitos. Éstas se encuentran especialmente en ojos, nariz y pulmones. La siguiente vez que nos expongamos al mismo elemento alérgeno, se liberarán los llamados “mediadores de la inflamación”, sustancias que generan los síntomas característicos de la alergia.
En este sentido, el asma alérgico es el resultado de ese proceso, siendo uno de lo síntomas de la alergia a determinada sustancia. Este tipo de asma ocupa la segunda posición entre las enfermedades alérgicas más frecuentes y tiene carácter crónico. El asma afecta en España a alrededor de dos millones y medio de personas, de hecho, de ellos el 10 por ciento de la población infantil y entre la población adulta afecta al 5 por ciento. Este tipo de asma genera síntomas como la tos, dificultad respiratoria (disnea) y ruidos inspiratorios y espiratorios torácicos (sibilancias). A estos síntomas suelen sumarse la rinitis y conjuntivitis alérgica.
Los alérgenos causantes del asma alérgico más importantes son los pólenes (gramíneas, árboles y malezas), los ácaros del polvo doméstico, los epitelios de animales (perro y gato) y los hongos. Además, el asma alérgica puede clasificarse en función de su severidad en leve, moderada o grave, y también en función de sus manifestaciones, en intermitente o persistente.
El abuso de los antibióticos potencia padecer alergias
Lo más curioso de estos procesos es que se desconocen las causas por las que se desencadena la alergia a una sustancia determinada: éstas pueden aparecer y desaparecer a lo largo de nuestra vida. Con todo, en los últimos años han aumentado las alergias, en parte debido al aumento de la polución y también debido a la falta de exposición a agentes infecciosos y al uso de antibióticos. En este último caso, la alergia se desarrollaría debido a que el sistema inmunológico no ha madurado lo suficiente, al no verse estimulado, llevándole a reaccionar de forma exagerada ante elementos no peligrosos.
Tratamientos contra el asma alérgico
El asma alérgico es una enfermedad respiratoria crónica que provoca la inflamación y obstrucción (no permanente) de las vías aéreas, así como dificultad respiratoria en quien la padece. Por tanto, dado que se trata de una enfermedad crónica, todo lo que podemos hacer es controlar su síntomas y tratarlos para que intercedan lo mínimo posible en nuestra vida.
El asma alérgico supone una alteración a nivel bronquial (laringe-traquea-bronquios- vías respiratorias bajas o pulmón), y por eso se habla de asma bronquial alérgico. Otra característica de esta enfermedad es que se presenta de forma intermitente, a través de los llamados ataques de asma.
En cuanto al tratamiento contra el asma alérgico, existe una amplia variedad de ellos, y el uso de uno u otro dependerá de cada caso concreto (edad, síntomas, causa del asma...) Por ejemplo, existen medicamentos preventivos de control a largo plazo que mantienen bajo control la inflamación de las vías respiratorias (normalmente inhalados, pero también existen en pastillas), así como otros específicos para aliviar los síntomas ante un ataque de asma. Determinadas combinaciones pueden aumentar el riego de un ataque grave: por eso, solo un médico puede recomendarte qué medicamento o combinación de ellos es adecuado en tu caso. En general, estos medicamentos se centran en mantener las vías respiratorias abiertas (broncodilatadores) y relajar los músculos de la zona.
En el caso de uso de medicamentos de alivio rápido, es importante mantener un control de cuántas veces necesitas recurrir a ellos: si la frecuencia supera la recomendada, habla con tu médico para ajustar tu tratamiento habitual.