Valencia ya no puede más con los patinetes y ordena retirarlos de las calles de la ciudad

Han dicho basta. Encontrarse patinetes por cualquier parte de la ciudad ha sido la gota que ha colmado el vaso en el Ayuntamiento de Valencia pedirá a la empresa Lime que retire los patinetes eléctricos de alquiler distribuidos por las calles de la ciudad. La Policía Local hará un requerimiento a la mercantil y, en caso de incumplirse la orden, procederá a requisar estos vehículos. Así lo han acordado este lunes en una reunión de trabajo el alcalde de la ciudad, Joan Ribó; el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi; la edil de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, y el concejal de Espacio Público, Carlos Galiana, según han informado a Europa Press fuentes del consistorio.

Como resultado del encuentro, se ha acordado que la Policía Local requerirá a la empresa la retirada de estos patinetes, a la espera de la nueva ordenanza de movilidad que regulará de forma específica la circulación de este nuevo medio de transporte, cuyo borrador se presentará dentro de dos o tres semanas, aproximadamente.

Mientras tanto, desde el Ayuntamiento han insistido en que "no hay un vacío legal" respecto al uso de los patinetes eléctricos y su ocupación de las aceras, sino que "existe todo un contexto normativo como la ordenanza de espacio publico, la ordenanza de accesibilidad y la normativa sobre circulación, tanto a nivel de ley como una instrucción de la DGT de hace dos años". El consistorio "trabaja para hacer cumplir" esta normativa vigente, han remarcado desde la administración. Además, Espacio Público ha confirmado que "no hay ningún tipo de solicitud de la empresa para operar y abandonar los patinetes en cualquier acera". El artículo 12 de la ordenanza de espacio público "impide a esta empresa sin autorización abandonar los patinetes por las aceras", han agregado.

Igualmente, en la reunión también se ha acordado encargar a los servicios municipales de Hacienda que estudien la aplicación de una tasa "para este tipo de empresas que quieren ocupar el espacio público", han avanzado desde el Ayuntamiento. El consistorio insiste en que hay un "consenso entre todas las partes Govern de la Nau para seguir trabajando en la línea de buscar y promover un modelo movilidad sostenible", y que el patinete puede ser un elemento que contribuya a dicho modelo. Por ello, la administración municipal trabaja en una nueva ordenanza de movilidad que "se ajuste a la movilidad actual de la ciudad" y que "regulará de forma concreta y detallada la circulación de elementos nuevos como patinetes".

Lo que empezó como un divertimento infantil se ha convertido casi en un medio de transporte para muchos adultos y también un quebradero de cabeza para muchos transeúntes. Es fácil y cómodo un medio de transporte muy del siglo XXI.

Una aplicación en el móvil, una cuenta, se escanea el código, se paga con tarjeta y adiós a los atascos. "Es una alternativa a los coches", dicen los ciudadanos. Es cómodo, comentan. Lo complicado es la convivencia entre peatones y patinetes. Otro problema es dónde se aparcan. "Infringen todas las normas, atropellan a la gente, parece que están en medio", se quejan los transeúntes. Y ahí es donde Valencia ha dicho basta.

Barcelona fue la primera en crear una ordenanza ante la situación de caos que provoca esta nueva modalidad de transporte. Madrid a punto de aprobarla y Valencia, también. Los patinetes eléctricos tienen prohibido circular por las aceras. Lo tienen que hacer por carril bici o la calzada. No se pueden atar a árboles o mobiliario urbano, y sólo se pueden dejar en la acera si esta es lo suficientemente ancha. Ahora queda que los que tienen uno lo respeten, porque la gente no está dispuesta a que las aceras se conviertan en un caos. Más aún cuando ya hay patinetes que se 'hackean' para poder alcanzar más velocidad. Los Ayuntamientos empiezan a tomar medidas para regular la circulación de un medio de locomoción que se ha puesto de moda por la libertad que da para moverse en una gran ciudad.

Lo que ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona

Barcelona fue pionera a la hora de regular los patinetes para evitar que las aceras se convirtieran en un caos ante el auge de este medio de transporte. En julio de 2017 aprobó una normativa que obligaba a los patinetes eléctricos a circular por el carril bici. En esa ordenanza se diferencian tres tipologías de VMP según su peso y velocidad. Sólo los más pesados y potentes pueden circular por la calzada. De modo que los patinetes deben ir por el carril bici, salvo que no haya. En ese caso, deben hacerlo por la calzada. En cuanto a la velocidad, no pueden superarse los 30 kilómetros por hora en los carriles bicis segregados de la calzada. En la carretera normal ésta está limitada a 45 kilómetros por hora. Las sanciones por no cumplir con estas medidas pueden llegar hasta los 500 euros.

En Madrid se vetará que circulen por las aceras

En la capital, la nueva ordenanza, aún por ratificar en el pleno municipal, también vetará la circulación de los patinetes por las aceras. Según la futura normativa, los VMP se subdividen en función de la velocidad máxima que puedan alcanzar. En el caso de los patinetes no pueden sobrepasar los 20 kilómetros por hora. Por ese motivo, sólo podrán circular por los carriles bici, parques y aceras bici, calles de sentido único limitadas a 30 kilómetros, ciclocalles y calles residenciales. Además el casco deberá ser de uso obligatorio y deberán tener un seguro de accidentes.