Los Rallyes son una especialidad del automovilismo que combina perfectamente todos los valores de este deporte: velocidad, riesgo, valentía, técnica, precisión… Los coches de ahora corren mucho más, tienen mejores neumáticos, suspensiones, dirección, pero todos miran hacia atrás para encontrar una referencia, los legendarios Grupo B.
La época protagonizada por este tipo de coches está considerada como la mejor etapa de esta competición. Eran los años 80 y vivir una prueba mundial con estas máquinas rodando por los tramos rodeado de público era algo más que una experiencia.
Fue la época en la que brilló el Audi 4 y su recién estrenada tracción total, un arma preparada para ganar las carreras sobre toda clase de superficies frente a los tracción trasera. Su motor rendía 370 cv y llegó a alcanzar los 600 cv en su siguiente variante, el S1. Y lo mejor de todo es que sólo pesaba 1.000 kilos.