Donna dice que se quiere convertir en la mujer más gorda del mundo para saber qué aspecto se le queda.
Ahora pesa más de 270 kilos pero su intención en llegar a los 450. Entonces ostentará el récord de la mujer más obesa del planeta y, según ha explicado, todo será más feliz.
En su menú del día a día no pueden faltar cuatro hamburguesas, cuatro filetes con patatas, dos pizzas, mantequilla de cacahuete, mucho chocolate, helados, doce pasteles y hasta dos tartas.
Su marido la apoya en esta aventura e incluso planea el homenaje que se darán si lo consigue. "Una boda al amanecer en el monte Haleakala, en Hawai", comenta ilusionado. Dice que será un nuevo día, un día en el que volverán a empezar en la cima del mundo.
Todo vale para conseguir el record incluso dando la vida si hace falta. "No tengo miedo a morir. Es algo que pasa. Estamos predestinados", comenta sin temor Simpson que espera lograr su objetivo en menos de dos años. EPF
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