Las llamas devoran cuanto encuentran a su paso en el pavoroso incendio de Sierra Bermeja, en Málaga. El fuego ha calcinado ya más de seis mil hectáreas de los municipios malagueños de Estepona, Jubrique, Genalguacil y Benahavís. Un dispositivo de más de 350 personas, y en el que participan 41 aeronaves, trabaja día y noche, para tratar de estabilizar un incendio a cuya lucha se ha incorporado hoy la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Con el avance de las llamas aumenta también el número de localidades desalojadas. Solo esta mañana se ha pedido el desalojo de seis poblaciones. Se hace de manera preventiva, pero lo cierto es que ya son miles las personas que han tenido que abandonar sus casas por la amenaza del fuego.
El sábado se evidencio claramente durante la Diada que el independentismo catalán está más dividido que nunca. Dirigentes de Esquerra como Oriol Junqueras o el mismísimo presidente de la Generalitat fueron abucheados.
Hay división entre Esquerra, Junts y la CUP con la reunión de la Mesa de Negociación que esta próxima semana mantienen los gobiernos central y autonómico como telón de fondo.
Una jornada festiva en la que grupos de radicales lanzaron objetos y bombas incendiarias contra la Jefatura Superior de la Policía. Dos personas fueron detenidas y ocho agentes de los Mossos resultaron levemente heridos.
De nuevo la pasada madrugada han vuelto a celebrarse botellones que han acabado de forma violenta. En la localidad vizcaína de Galdácano han lanzado botellas contra los agentes que intentaban hacer cumplir las normas. Un joven ha sido detenido.
Los incidentes se han repetido en otras localidades vascas y en Barcelona miles de personas han tenido que ser también desalojadas por celebrar botellones en varios puntos de la ciudad.