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Dani Ros tiene un obrador y tienda de cerveza artesana en Besalú, Girona, pero hace seis meses que tiene el local cerrado. A su hija de dos años, Iris, le diagnosticaron cáncer tras detectarle un tumor en el cerebelo.
Desde entonces, la pequeña ha tenido que someterse a varias operaciones y al tratamiento oncológico. Primero, en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y después en Madrid, donde la han tratado dos meses con terapia de protones. La situación obligó a Dani y a su pareja, Ingrid, a dejarlo todo para acompañar a su hija durante el tratamiento.
Con el negocio cerrado, la familia dejó de tener ingresos. Solicitaron la CUME, una ayuda que compensa la pérdida de ingresos de los padres que tienen que reducir su jornada de trabajo y sus ingresos para cuidar de forma continuada a sus hijos con cáncer u otras enfermedades graves. Pero solo se la han concedo a la madre. La ley estipula que solo uno de los dos progenitores puede recibir la prestación.
Daniel es autónomo y tiene que seguir que seguir pagando la cuota. "La cotización, la seguridad social y los gastos fijos que genera el negocio seguimos teniéndolos. Nos veíamos desbordados para afrontar el tema económico", explica. Por ello, los vecinos y comerciantes del Carrer Major, donde se encuentra la tienda de cerveza artesana, decidieron ayudarle.
El primero fue Joan Estela, regente de la carnicería que ocupa el local de en frente del comercio de Dani. Primero pensaron en hacer camisetas o alguna comida solidaria. Finalmente, decidieron etiquetar las cervezas de Dani y venderlas en su comercio. "Fue una idea que tuvimos con la propietaria de otra tienda de más abajo", relata, "conseguimos convencer a Dani para hacer una etiqueta exclusiva para esto". Así nació la 'cerveza Iris'.
Gracias a la acción de otro vecino y amigo de la familia, Ramon Brugada, la ola de solidaridad se expandió: "en solo un día habíamos recibido 1.000 retuits, por eso pensamos que distribuir la cerveza online sería una buena idea", cuenta.
Consiguieron que otros productores de la localidad se sumaran para producir más cerveza. "Ramon nos explicó la idea que tenían para ayudar a la familia de Dani y no nos lo pensamos ni un segundo", explica Ferran Ribas, de la cervecería Hopsters. Comenzaron haciendo una tirada pequeña, se agotó rápidamente y ya han hecho varias más. "Nos hemos unido todos para una causa común", añade.
Durante su estancia en Madrid por el tratamiento de su hija, Dani e Ingrid establecieron contactos con políticos para reclamar la modificación de la ley que regula la prestación para el cuidado de menores con enfermedades. "En casos como el nuestro, los dos progenitores tenemos que estar día a día, hora a hora, en el hospital", argumenta Dani.
Les han emplazado en septiembre para explicar mejor la problemática y poder llevar la propuesta al Congreso. Propondrán la mejora de la ley para que los dos progenitores puedan beneficiarse de la prestación y ayudar también a otras familias que se encuentran en la misma situación.
Mientras que eso ocurre, a Iris le esperan largos meses de quimioterapia. Su familia podrá dedicarse a su cuidado gracias a la ayuda de los vecinos de Besalú y de quienes están adquiriendo la cerveza. Dani asegura que quiere continuar "la espiral de solidaridad" que están recibiendo, cuando Iris se recupere de la enfermedad: "esperamos que se apruebe la modificación de la ley de la CUME y así poder ayudar más familias", concluye.