Alexis Continente, el peluquero catalán de Hollywood: "Admiro a Jada Pinkett Smith por no llevar peluca"

Lo que es hoy Alexis Continente es producto de un cúmulo de casualidades buscadas. De su Barcelona natal, se marchó a Londres a trabajar en un salón de belleza y aprender inglés. Allí, hizo un amigo que le sirvió de puente con su actual jefe en Hollywood, al que convenció de trabajar con él tras un difícil "tira y afloja".

"Allí no se tiñe ni se corta pelo, casi todo el trabajo es posticería, pelucas, estudios del cabello...". 'Esta no es tu profesión", cuenta el barcelonés que le dijeron. Pero consiguió dar el salto a la industria americana en 2012, trabajando gratis en el equipo de Thor-The dark world perfilando el cabello de los 'extras'.

Encontró su hueco en el mundo de las estrellas gracias a Natalie Portman, quien formaba parte del reparto de la segunda cinta del dios del martillo. Su madre viajaba a Los Ángeles y necesitaba teñirse, y Alexis sabía teñir debido a su experiencia en peluquerías. "A los dos días, le envió un mensaje a Natalie diciendo que le gustó, y ella pidió que le hiciera también el color. Fue así como, en tres meses, todo me sonrió", dice.

10 años más tarde, con 40, ha sido nominado al Oscar a la categoría de peluquería y maquillaje como miembro del equipo de The House of Gucci (La casa Gucci), dirigida por el legendario Ridley Scott; de hecho, es el peluquero exclusivo de Adam Driver. Una gala marcada por la bofetada de Will Smith a Chris Rock por una broma sobre la alopecia de su mujer, que Alexis ha valorado para NIUS: "Admiro a Jada Pinkett Smith por no llevar peluca".

P: Podemos resumirlo en un cúmulo de coincidencias buscadas...

R: Exacto. Hay que tener muchas ganas y decir que sí a todo constantemente. Y nunca quedarte en el mismo sitio en el que estás. Cuando pase una temporada y estás en la misma silla, hay que buscar otro sitio, ya sea para adelante, para un lado o para atrás. Yo empecé gratis y acabé haciendo a Natalie Portman.

P: ¿Cómo se llega a ser el peluquero exclusivo de un actor?

R: Te eligen ellos. No solo Adam, sino todos los actores, que son jefes y responsables de sus looks.looks He tenido la suerte de trabajar para muchos actores. Con algunos congenias mejor que con otros, pero a él y a mí nos unieron nuestras energías, nuestra profesionalidad y el modo de ver el look que quería, la forma de trabajar en el día a día, como personas... Tras coincidir con él en 2020 en El último duelo, me ofreció ir con él a la siguiente película.

P: ¿Cómo es relacionarse con estrellas de Hollywood?

R: Parece que impresione mucho, pero no dejan de ser seres humanos que hacen su trabajo y tú te adaptas a ellos, pero ellos también a ti. La mayoría, como Adam, han luchado por tener un trabajo como actor y hace 15 años no eran famosos. Son humildes, respetan el trabajo y tienen compromiso y palabra, e ilusión. Y cuando les hablas de tú a tú, lo valoran y lo aprecian.

P: ¿Quién se adapta más? ¿Ellos o tú?

R: Esto es como en cualquier trabajo: el jefe es el jefe. Pero yo tengo voz, puedo decir que algo no es correcto y que haciéndolo de otro modo podemos sacar mejor partido al carácter de un look. No hay tanta arrogancia como la gente piensa en el mundo del estrellato. Son capaces de escucharte.

P: ¿Cuáles son tus actores 'fetiche', con los que más disfrutas trabajar?

R: Al que más admiro es a Adam, obvio. Su profesionalidad, exigencia día a día, cómo se prepara para su rol, su carácter... Me impresiona verlo desde dentro, cómo puede cambiar su energía y focalizarla al carácter que va a representar. También he estado muy 'tocado' al trabajar con Judi Dench, una mujer que ya no es tan joven pero que sus ojos y energía denotan una fuerza especial que aún siguen con ella.

P: ¿Y Chris Hemsworth?

R: Claro, Chris es una pasada. Es chico superhumano, supercercano, todo lo que puedas imaginar del cliché australiano, en el buen sentido. Una persona siempre risueña, divertida, activa, le gusta contarte sus historias... y eso se nota en su humor.

P: La de este año ha sido tu primera nominación a los Oscar...

R: Sí. Ya me habían nominado a los Emmy, a los BAFTA y a los Guild Awards, y estos son los primeros a los Oscar.

P: Y se lo ha llevado el equipo de maquillaje y peluquería de The Eyes of Tammy Faye

R: Hay una competencia muy alta. Llegar hasta aquí ya es una victoria, luego ganar depende de muchas variables, gente muy buena que lleva haciendo esto hace muchos años. Creo que The Eyes of Tammy Faye se lo merecía este año. Y cuando llegas a América te das cuenta que las uniones les ayuda a votarse unos a otros, lo cual es respetable, como pasaría en cualquier otro sitio.

P: ¿Cómo debe ser la peluquería de una película para que aspire a un Oscar?

R: No hay ningún secreto. Se trata de poner energía y creatividad en las bases históricas. Debe de tener detrás mucho research, búsqueda, búsqueda y más búsqueda. Nosotros hemos tenido la suerte de que esta era una historia real y que los caracteres existían y eran recientes. Teníamos mucha información. Hemos decidido explicar a través de su cabello su carácter durante 30 años.

Empieza con un cabello largo y muy suave, en los años 70; es un niño bueno, por así decirlo. Luego se corta el cabello porque aterriza en Nueva York, empieza a ser el CEO de Gucci, y tiene un cabello más agresivo, ordenado, de businessman.

Luego, toma las riendas de Gucci y de su vida; se atreve a dejar a Patricia, estaba manipulado por su mujer y su cabello vuelve a relajarse, a como él era en su juventud. Y al final, cuando desgraciadamente muere asesinado, tiene una total confianza en sí mismo y vuelve a dejarse el cabello largo y suelto.

P: ¿Cuántas pelucas para una película?

R: Adam ha usado ocho pelucas para cuatro diferentes looks Una peluca media hecha a mano puede valer unos 7.000 euros, pero Jodie Comer, en El último duelo, llevó un cabello natural, cosido a mano, superdifícil de conseguir. Ella tenía cuatro, cada una de unos 16.000 euros.

P: ¿Cuántos actúan con peluca?

R: Su uso está muy extendido, pero depende del tipo de película. Yo trabajo con muchas películas de época y en este tipo de Hollywood, el 85 o 90 % del reparto lleva peluca. En cambio, si te vas a la típica comedia americana en Los Ángeles, hay muchos postizos, extensiones...

P: ¿Y en su día a día?

R: Muchísimos. Solo hay que fijarse un poco, hacer zoom de Instagram. John Travolta llevaba peluca y apareció rapado de golpe: ¿qué? ¿De repente está calvo? No, ya lo estaba. También Nicolas Cage, o Lady Gaga, aunque ella por otros factores como por quién es y su forma de vivir la vida y de presentarse.

El cabello son proteínas y si me lo pigmento de azul, verde y rosa, en tres días me quedo sin cabello, me lo quemo, se me abren las puntas. Esa es la flexibilidad que te permite una peluca.

P: ¿Y entre nosotros?

R: Hay gente en nuestro día a día con mucho tupé postizo, nos sorprenderíamos. Y creo que va a ir a más. Quien pierda el pelo y no quiera verse sin él se puede pegar un tupé y estar una semana con él, y se va a poder duchar, ir a la playa, a la piscina... Las técnicas cada vez se notan menos y es más barato y eficaz que un injerto, que te puede crear infecciones o dejar marcas. Estoy convencido de que se va a convertir en una moda para quedarse.

P: Estos Óscar serán recordados por la agresión de Will Smith a Chris Rock. ¿Es la alopecia femenina un tema tabú?

R: El cabello es algo muy personal: muestra lo que eres y lo que quieres ser. Es una parte de ti con la que has nacido, que has peinado para ir a una gala, que te haces unas ondas o te lo recoges, o te pones tu gomina, tu tupé o la raya al lado... Tanto ellos como ellas sufren al perderlo y mucho, porque puede crear una gran inseguridad. Entiendo que, en el lado femenino, puede ser muy duro y traumático, pero para ambos sexos.

P: ¿Qué crees que esconde la reacción de desaprobación de Jada Pinkett Smith?

R: Para muchas mujeres, es mucho más duro por cómo la sociedad está montada. Nos han enseñado que ellas tienen el pelo largo y, si alguna es calva, es sinónimo de que está enferma, pero no tiene por qué ser así. Por desgracia, el hombre se entiende que se quede calvo y en la mujer no tanto. Y luego hay gente con mal gusto que se atreve a hacer bromas de mal gusto.

P: ¿Y la de Will?

R: Es muy difícil ponerte en la cabeza de una persona que responde así a una provocación, porque parecía que le hizo gracia todo el show hasta que le tocó a su mujer. No sabemos si es por una enfermedad física total degenerativa o por qué. Seguramente hay cosas detrás que solo ellos saben y que le han hecho sentirse dolido.

Se podría haber levantado de la mesa, irse con su mujer y volver cuando Chris hubiese acabado el show, y luego hacer una crítica clara.

R: ¿La alopecia femenina debe quedar fuera del humor?

R: Para hacer humor hay que tener respeto y, sin él, puede ser bullying. Pero solo hay una cosa peor que el bullying, que es la agresión física. Chris pudo hacer una cosa muy fea e inapropiada, pero llegar a las manos fue aún peor. Pero sí, creo que para crear humor, no es necesario ofender.

P: Si las pelucas están tan extendidas en Hollywood, ¿qué crees que lleva a Jada a no llevar una?

R: Por un lado, no tener cabello no significa no tener autoestima. Y por otro, es una cuestión de aceptar la realidad. A mí me gustaría ser más alto y no lo soy, pero puedo elegir llevar alzas o no e ir así. Entiendo que si ella está sufriendo una alopecia y decide no ponerse peluca es porque es segura de sí misma, y yo la admiro, y creo que debería de seguir así.