{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Exultante desde el interior de la cabina del avión cohete VSS Unity el multimillonario británico Richard Branson ha dado un golpe sobre la mesa en la incipiente industria del turismo espacial y se adelanta en nueve días al vuelo de su competidor Jeff Bezos a bordo del cohete New Shepard de la compañía Blue Origin.
Branson ha logrado completar con éxito el primer vuelo de su nave espacial con la tripulación al completo, le acompañaban dos pilotos y tres especialistas de misión, y se ha convertido además, a sus 70 años, en la segunda persona de más edad que viaja al espacio.
La nave nodriza, bautizada con el nombre de Eve en memoria de la madre de Branson, ha despegado en torno a las cuatro y media de la tarde (hora española) de la base de Virgin Galactic en el desierto de Nuevo México. El aparato se ha elevado hasta los 50.000 pies de altura, unos 15.000 metros, y desde allí ha lanzado al avión cohete que por sus propios medios ha ascendido hasta el límite de la atmósfera a más de 80 kilómetros de altura.
Los tripulantes de la misión han podido disfrutar allá arriba de unos cuatro minutos de ingravidez y han podido apreciar la curvatura del planeta Tierra. Tras el breve viaje espacial el VSS Unity ha descendido y ha aterrizado suavemente en la base de Virgin Galactic.
A su llegada a tierra, Branson se ha abrazado a su familia con expresión sonriente y ha publicado un mensaje en el que augura "el amanecer de una nueva era espacial".
El lanzamiento de este domingo marca el vigésimo segundo vuelo de prueba de la compañía de su sistema SpaceShipTwo, y su cuarta misión tripulada más allá de la atmósfera terrestre. Branson ha promocionado el vuelo como el viaje inaugural de su empresa de turismo espacial y confía en poder ofrecer los primeros billetes comerciales tan pronto como el año que viene.