El futuro inmediato de Tamara e Íñigo: luna de miel, nuevo hogar y objetivo 'ser padres'

Después de nueve meses de expectación, Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya se han casado, y la gran pregunta es “y ahora, ¿qué?”. Que nadie piense que esto es un ¡HOLA! y adiós, porque la boda más mediática del año, la mejor pagada y blindada de la historia del corazón, va a seguir generando contenido en los próximos meses. Ahora toca hablar de los planes inmediatos del matrimonio tras la resaca emocional que ha supuesto el enlace.

Tras 72 intensas horas de celebración, la pareja se despedía el lunes por la tarde definitivamente del hotel Ritz de Madrid, escenario de la preboda y postboda, ya convertidos en marido y mujer.

La noche del domingo, la segunda como casados, la pasaron descansando en la mansión de Isabel Preysler. El lunes el matrimonio regresó a su hogar de Madrid, el piso de alquiler de Íñigo en el centro de Madrid, en el que residen hasta que puedan mudarse definitivamente al que será su hogar definitivo: el espectacular ático de 186 metros cuadrados que Tamara compró a la promotora Kronos Home, cerca de su madre (en Puerta de Hierro), por 1,5 millones de euros.

Sin embargo, la mudanza será más tarde de lo que tenían previsto. Según informa Semana, los recién casados no podrán entrar a vivir en el ático hasta octubre, ya que "la reforma de la casa todavía no ha terminado. La constructora que se lo está haciendo no podía empezar hasta marzo”, dice una fuente cercana a Falcó a la revista.

Es por ello que la pareja vivirá sus primeros meses de casados en la vivienda de 100 metros cuadrados -cerca del Museo Arqueológico de Madrid-, que Íñigo tiene alquilada por 3.000 euros al mes desde que rompió con Tamara, en septiembre de 2022.

De momento están centrados en su esperada luna de miel. Según desveló hace unos días Paloma Barrientos en El programa de Ana Rosa, la pareja tenía previsto hacer un viaje de ensueño por Australia, alojándose en hoteles cuyo precio ronda los 2.000 euros por noche, y que costaría en total 30.000 euros, aunque finalmente se ha desvelado que el destino final elegido es Sudáfrica. Telecinco ha mostrado las imágenes de su aterrizaje, este jueves, en Johannesburgo, el punto de partida de un viaje que les llevará a hacer un safari de lujo y que podrían terminar en Isla Mauricio, por un precio total de 100.000 euros.

Aunque a ellos les costará mucho menos, ya que se espera que, como todo lo relativo a su boda, el viaje esté patrocinado por algún resort o agencia de viajes, o que forme parte del 'pack' de la exclusiva millonaria firmada con ¡HOLA!, por la que se embolsarían entre 250.000 y 500.000 euros cada uno, según distintas fuentes.

La idea de los recién casados era pasar un mes y medio visitando varios lugares del mundo, pero un evento al que tienen que asistir -al parecer, la boda de unos amigos-, les obligará a interrumpir su viaje o regresar antes de tiempo. El matrimonio sí mantiene su previsión de hacer una parada en Miami (EE.UU.) para visitar a Enrique Iglesias, el hermano de Tamara y gran ausente en su boda, según ha desvelado la colaboradora del programa Almudena del Pozo, desmintiendo así el distanciamiento entre los Preysler.

Independientemente de los destinos que tengan programados, la pareja planea estar de vacaciones “hasta septiembre”, cuando iniciarán su verdadera vida de casados y retomarán sus respectivos trabajos, ella como influencer y colaboradora de El Hormiguero, y él al frente de su nuevo proyecto como socio de un grupo de inversores que relanzarán el mítico Café Gijón de Madrid.

A partir del otoño, la siguiente noticia que podríamos tener de la pareja más mediática del momento es el ansiado embarazo. Tanto Tamara (41 años) como Íñigo (34) han dejado claro su deseo de tener hijos y poder formar una familia cuanto antes.

Hace unas semanas trascendió el tratamiento hormonal al que la marquesa de Griñón llevaría un tiempo sometiéndose para aumentar la fertilidad, motivo por el cual habría aumentado de peso, perdido en parte con su tratamiento de ayuno terapéutico en la clínica Buchinger de Marbella.

"Ella es muy religiosa y hay determinados métodos que la iglesia no admite, pero lo que ella está haciendo está absolutamente permitido", explicó la periodista Paloma Barrientos sobre el tratamiento de la ya mujer de Íñigo Onieva, católica practicante, para cumplir cuanto antes su deseo de maternidad.