El BCE pide evitar una guerra comercial abierta con EEUU mientras Bruselas estudia los aranceles de Trump: "La respuesta debe ser prudente"

Europa se muestra preocupada por lo que ocurre en Ucrania, pero también por lo que pasa en Estados Unidos. De allí llegan amenazas comerciales con la letanía constante de aranceles y de rectificaciones a veces por parte del presidente Trump. Washington lanzó este pasado miércoles la amenaza de aranceles para los coches, un 25% de penalización, y también ha advertido a la UE y a Canadá con castigos si se alían contra EEUU.

Tal y como informa Dori Toribio, Donald Trump asegura que si la Unión Europea y Canadá trabajan juntos para hacer daño a la economía estadounidense, en referencia a posibles contramedidas, se le impondrán todavía más aranceles a gran escala, que es algo que con Trump siempre hay que tener en cuenta, la respuesta de la respuesta.

Desde el Gobierno de Canadá dicen que esto es un ataque directo y cuestionan que Washington siga siendo un socio confiable. Pero Trump insiste en que estos aranceles a los coches son parte central de su política económica y, a diferencia de otros, con los que se muestra más flexible, estos aranceles dice que serán permanentes a partir de la semana que viene.

Europa no está dispuesta a pagar esta guerra arancelaria que ha declarado Donald Trump

Bruselas mantiene los contactos con Washington. No tira la toalla, busca una salida negociada, pero también, a la vez, promete una respuesta de gran impacto si no hay un acuerdo. Mientras, algunos fabricantes europeos, por ejemplo Ferrari, en el sector del lujo, se mueve y anuncia ya un aumento de precios en EEUU.

Según informa Lluís Tovar, Europa no está dispuesta a pagar esta guerra arancelaria que ha declarado Donald Trump. De hecho, en Bruselas se prepara una respuesta que haga mucho daño a la economía americana. Hasta tal punto, decía esta tarde Emmanuel Macron, que obligue a los americanos a sentarse en la mesa de negociación y se den cuenta de que esto no beneficia a ninguna de las dos partes.

Esta respuesta a la Comisión la prepara para mediados de abril, a la espera de si llegan más aranceles y también de analizar minuciosamente el impacto y minimizar el impacto que puede tener en la economía europea. De hecho, en este sentido, organismos como el Banco Central Europeo ya indican que esta "respuesta debe ser prudente y cauta" para que se evite una guerra comercial abierta y que se frene en seco el crecimiento de la economía europea.

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