Varios países de la Unión Europea (UE) ya van concretando sus planes para paliar, entre otros, los sobrecostes derivados de la guerra en Ucrania. Son medidas que entrarán en vigor en los próximos días. Es el caso de Francia, que a partir del 1 de abril rebajará, sin tocar sus impuestos, hasta 15 céntimos de euro el litro de carburante. También dará nuevas subvenciones a las empresas que paguen en gas y electricidad más de un 3% de sus ingresos.
En Alemania se anuncian rebajas fiscales a los hogares más vulnerables. En Holanda, Bélgica y Suecia lo harán con bonos de hasta 800 euros para las familias con menos recursos.
Una primera barrera de contención que también promete La Moncloa, con una bajada en el precio de la luz, el gas y la gasolina el próximo 29 de marzo. Sin embargo, desde el Ejecutivo no se ha concretado, por el momento, ninguna medida.
Para el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, es insuficiente bajar solo impuestos o aplicar subvenciones para contener ese alza si no se desliga antes, desde Bruselas, el precio del gas del de la electricidad "de forma urgente y decidida". Y es ahí donde el sur de Europa se une, como ha destacado el primer ministro italiano, Mario Draghi, para hacer cambiar de opinión a los países del norte.
De ahí también la reunión que este viernes por la noche mantuvo el presidente español con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien, de momento, esquiva esa medida. La Comisión también se resiste a ese cambio a cinco días de que arranque el vital Consejo Europeo que sellará la hoja de ruta de los 27 Estados miembro ante esta crisis inflacionista.