Las brigadas de extinción han conseguido estabilizar el incendio de Santa Cruz del Valle, en Ávila. Por fin, el perímetro está ya controlado, mientras en las últimas horas los trabajos se han centrado en refrescar toda la zona para evitar reproducciones.
El incendio ha sido un quebradero de cabeza desde el inicio: es un terreno de muy difícil acceso, y además el fuego no ha quemado todo por igual; habían quedado muchas zonas verdes, y ese era uno de los principales miedos, que ardieran de un momento u otro. También el viento, por su parte, se presentaba como una amenaza sobre todo en las dos últimas tardes.
En total, se calcula que han ardido en torno a 1.000 hectáreas. La investigación sigue abierta, porque bien haya sido por una imprudencia, negligencia o de manera intencionada, lo que se sabe es que este incendio ha sido provocado.
Durante las labores de extinción, los vecinos, como la ONG del chef José Andrés, también se han volcado en la ayuda ofreciendo a los bomberos, que han trabajado durante toda la noche, avituallamiento para reponer fuerzas.
Durante el pasado martes, además, la presencia de algunas gotas de agua que se dejaron ver en el valle fue recibida con entusiasmo por los vecinos, confiando en que todo ayude para frenar a las llamas.