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España ha detectado en varias instituciones seis cartas bomba con "sustancias deflagrantes". Desde Kiev se sospecha que Moscú está detrás de estos ataques y pide a nuestro país que reconozca a Rusia como Estado Terrorista, mientras que el Kremlin ha condenado lo ocurrido. Por ahora no hay noticias de que se hayan enviado cartas similares en otros países que integran la Alianza debido a la guerra de Ucrania. Lo cierto es que este tipo de misivas han sido siempre un arma más propia del terrorismo que del activismo antibelicista.
La banda ETA ya usó para sus fines terroristas cartas bomba como arma, explican los expertos. Además, en 2001, los envíos de sobres con material explosivo causaron pánico en Estados Unidos tras el 11-S. Desde entonces, los envíos postales están en el foco de los sistemas de seguridad.
"Los escáneres están, precisamente, fabricados para la detección de ese tipo de material", explica José Cruz, director de seguridad de Rodych. El contenido de los sobres que se están enviando ahora en España no parece tan peligroso. "El material pirotécnico incluido en los sobres lo que puede producir es una deflagración y no una explosión", explica Rafael Pérez, otro especialista en la materia. Es decir, los sobres no explotan, causan una llama súbita que puede herir a quien lo abre. La intención parece ser la de generar miedo y alarma social.
"La finalidad ya la están creando que es el revuelo social, que salga en los medios. Que se genere miedo en la ciudadanía y en los sectores posiblemente implicados", concluyen los expertos. Por eso la vigilancia se extrema ahora entre los objetivos de los ataques. La Policía ha revisado el subsuelo junto a la Embajada de Ucrania en Madrid y su seguridad examina con lupa cada paquete que les remiten.
En total, son seis los paquetes remitidos con "sustancias deflagrantes". El primero de ellos se detectó el pasado 24 de noviembre en el Palacio de la Moncloa, en Madrid, según se ha revelado esta jornada. Este paquete iba dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y fue interceptado por el servicio de Presidencia. La segunda carta bomba se confirmó este miércoles 29 de noviembre, después de que un trabajador de la Embajada de Ucrania en la capital resultara herido leve.
En la noche del miércoles, los agentes recibieron el aviso de otra carta remitida al director de la empresa Instalaza en Zaragoza, fabricante de armamento del que es enviado a Ucrania en su defensa ante la invasión de Rusia. Era la tercera. Ya este jueves, 1 de diciembre, las autoridades han interceptado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, un cuarto paquete dirigido al director del Centro de Satélites de la Unión Europea.
El quinto confirmado fue enviado también este jueves por la mañana al Ministerio de Defensa a la atención de la ministra, Margarita Robles, mientras que la Embajada de EEUU en Madrid ha detectado poco después un sexto paquete con material pirotécnico de "características similares" a los neutralizados en la última semana. Posteriormente, se ha confirmado que los TEDAX de la Policía Nacional habían detonado un séptimo paquete en las inmediaciones del Cuartel General del Ejército del Aire y del Espacio en Madrid, pero este no contenía "sustancias deflagrantes".