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Los parámetros que miden la energía del volcán de La Palma siguen en descenso. A pesar de todo, los científicos llaman a la calma. Eso no significa que la erupción esté acabando. “A corto plazo la erupción no va a terminar”, señalan desde el Pevolca. Mientras tanto, los 5.000 estudiantes de cinco municipios de El Valle de Aridane pueden volver hoy a las clases presenciales tras la mejora de la calidad del aire.
Los indicadores que revelan el comportamiento del volcán en Cumbre Vieja son muy variables. Hay indicios de que pierde fuerza pero los expertos insisten en que es pronto para hablar del final de la erupción.
“El proceso se muestra más estable y con un nivel más bajo de actividad”, ha afirmado este martes María José Blanco, portavoz del comité científico del Pevolca, que advierte de que “a corto plazo la erupción no va a terminar”.
Los 5.000 alumnos que ayer tuvieron que seguir las clases online por la mala calidad del aire en Tijarafe, Los Llanos, El Paso, Puntagorda y Tazacorte vuelven hoy a las clases presenciales.
Estos alumnos han tenido que suspender sus clases tres veces desde que comenzó la erupción el pasado mes de septiembre.
La lava fluye con facilidad. Ya lo hemos visto en estos dos últimos días con las dos nuevas coladas que han llegado al mar. Ya son cuatro las lenguas de magma que caen al mar. La última lo ha hecho creando una enorme nube blanca de gases.
La gran fajana que se está formando supera ya las 40 hectáreas. Está alimentada por distintos aportes de lava del volcán de Cumbre Vieja. Todas estas coladas han formado al llegar a la costa una piscina termal.