El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Pablo Fernández, ha reconocido este domingo que esta formación "es más importante que nunca" para "frenar y denunciar" las políticas que la "derecha y la ultraderecha" van a "perpetrar" en el Gobierno de la Comunidad.
Asimismo, Fernández ha asegurado que el escenario electoral es "el peor de los posibles" y ha criticado el hecho de que Alfonso Fernández Mañueco haya convocado a las elecciones adelantadas "en plena sexta ola" y para "apuntalar" y "abrir la puerta" a la "ultraderecha" en la Comunidad.
"Se trata de un resultado que no es bueno, que es negativo para la formación, pero quien realmente pierde hoy es la sanidad pública, la educación pública, los servicios sociales. Es verdaderamente lamentable un resultado que lo que hace es permitir que sea la ultraderecha la que decida sobre la Comunidad. Es momento de hacer una reflexión, quien pierde hoy, realmente, es Castilla y León", ha apostillado.
De igual forma, y en esta línea de crítica, Fernández ha considerado que la Ley electoral --Ley D'hondt-- es "injusta" y es "necesario" plantear su reforma en las Cortes, dado que UP ha sido la cuarta fuerza en votos y la sexta en escaños.
Fernández ha concluido su intervención con un agradecimiento a "toda la militancia" que ha permitido que sea la "única" formación política que no "debe dinero a los bancos", y ha asegurado que "Unidas Podemos va a seguir presente, construyendo un espacio social con más actores de la sociedad civil para preparar las próximas elecciones municipales".
Así se ha expresado Fernández en la valoración final de la jornada electoral que el grupo político ha ofrecido a los medios de comunicación, donde ha estado arropado por otros miembros del partido en la sede elegida por Unidas Podemos para seguir los resultados electorales en la capital vallisoletana, en la calle Santuario.
Con este resultado --61.043 votos, el 5.09 por ciento del total escrutado--, la formación 'morada' conseguiría representación en las Cortes con un procurador, y tendría que hablar con PSOE y demás partidos del bloque de izquierdas para poder formar parte de un hipotético Gobierno autonómico, en caso de que dicha coalición obtuviera la mayoría necesaria.
De esta forma concluye, tras dos semanas de campaña, el proceso electoral en Castilla y León, y es ahora responsabilidad del partido ganador de los comicios, el Partido Popular, con el 31.44 por ciento de los sufragios y 31 procuradores --con el 98.80 por ciento escrutado-- el formar gobierno.
