Bloques de hielo para mantener frías las hamburguesa en una nevera, apagada. Linternas como lámparas, y nada de tarjetas. Todo por negarse a cambiar el contador tradicional por el nuevo, digital y controlado a distancia. Un juzgado de Cornellá acaba de obligar a Endesa a devolverles el suministro a Pablo y su familia. Han estado 40 días sin suministro por el mismo motivo.
Endesa mantiene que informó por escrito de que el sistema es seguro, que agotó los plazos antes de cortar la luz y recuerda que por ley deben sustituir todos los contadores antes de fin de año. Pero hasta el Ayuntamiento de Cornellá ha presentado denuncia. Consistorio y juez creen que cortar la luz es coacción y que todavía hay ocho meses por delante para resolver el problema.