Santiago Abascal quiere construir un muro en Ceuta y Melilla y que lo pague Marruecos

telecinco.es 29/03/2019 14:46

El presidente de Vox, Santiago Abascal, cree que se debe construir un muro en las fronteras con Marruecos en Ceuta y Melilla, y que los gastos de esta construcción "quizá debería pagar" Marruecos, ya que en sus propias palabras, el país vecino "envía oleadas de inmigrantes clandestinos" hacia España. Esta propuesta, calcada a la promesa electoral de Donald Trump sobre su famoso muro con México, se recoge en un libro de Fernando Sánchez Dragó titulado 'Santiago Abascal. España vertebrada', editado por Planeta, y que adelanta hoy Europa Press.

Además de esta propuesta, Abascal también afirma en el libro que debería ser tarea del ejército vigilar estas fronteras hasta que se construya dicho muro, un ejercito dispuesto a recibir "las órdenes necesarias" para defenderlas. El presidente de Vox también afirma que habría que tomar medidas "contra las ONG que colaboran con las mafias y se van al litoral africano a recoger mercancía humana". Otras propuestas pretenden levantar un "muro psicológico" para los inmigrantes, como dejar claro que "jamás" podrán regularizar su situación y negarles el derecho de arraigo, cualquier ayuda social y la tarjeta sanitaria.

Abascal admite en el libro que la llegada a España de inmigrantes ilegales aumenta el número de votos de su formación, pero añade que 'no celebramos ese mal', y se muestra a favor de la expulsión de los inmigrantes en situación ilegal, una de las "tareas pendientes y conflictivas" que el país a su juicio debe abordar y ante la que asegura que a su partido no le "temblará el pulso".

Además de la inmigración, en las páginas del libro de Sánchez Dragón, el líder de la formación de ultraderecha opina sobre muchos otros temas. Así, se declara orgulloso de la conquista de América, un tema muy de actualidad esta semana, se muestra contrario a la exhumación del dictador Francisco Franco o sobre la interrupción voluntaria del embarazo declara que "el aborto nos repugna, como a cualquier persona decente".

Santiago Abascal afirma que no tiene vocación política, de hecho dice que en realidad la política le aburre. Solo está interesado en "el honor, el patriotismo y cosas así" y afirma que los planes de urbanismo, los horarios escolares o los alumbrados de las calles, así como otros asuntos cotidianos, "nunca" le han interesado y le da igual qué se decida sobre ellos, "una cosa o la contraria".