Llega sin incidentes el primer buque iraní con petróleo a Venezuela

  • Venezuela, el país con mayores reservas de petróleo del mundo, no tiene gasolina

  • El régimen de Maduro lo toma como una "victoria" frente al enemigo estadounidense

  • Trump había amenazado con detener el petrolero en aguas caribeñas

El Fortune ha llegado a las costas de Venezuela. Y se encuentra fuera de peligro. Se trata del primero de los cinco buques iraníes cargados de gasolina que está previsto que lleguen al país caribeño durante los próximos días; se estima que con una diferencia de dos o tres días respectivamente.

Venezuela, el país con mayores reservas de petróleo del mundo, no tiene gasolina. En la década de los 80´s fue considerado el país más rico de América Latina. Un poco antes, en la década de los 50´s, cuando el resto de Occidente se curaba las heridas de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela tenía el cuarto PIB per cápita más rico de la tierra. El país era 2 veces más rico que Chile, 4 veces más rico que Japón y 12 veces más rico que China.

El país con más reservas de petróleo del mundo

Las reservas probadas de petróleo en Venezuela son reconocidas como las más grandes del mundo, totalizando 300 mil millones de barriles (4.8 × 1010 m3) a partir del 1 de enero de 2014. Según la OPEP las reservas de Arabia Saudita eran de 265 mil millones de barriles (4.21 × 1010 m3) ) en 2009, el segundo país en el ranking mundial.

La llegada del petrolero iraní cobra especial relevancia internacional por la gran expectativa que ha generado ante las amenazas recibidas por parte de EEUU desde que se conoció la noticia y los cargueros se pusieron en ruta. El gobierno de Donald Trump anunció que, en el marco de una macro operación contra el narcoterrorismo, los buques de la Fuerza Armada de EEUU desplegados en el Caribe desde el pasado mes de abril, no dejarían pasar a los petroleros iraníes.

De hecho, hasta pocas horas antes de la llegada del Fortune a aguas venezolanas (y la simbólica victoria política para el eje Venezuela-Irán frente a su enemigo norteamericano común que esto significa), el presidente estadounidense todavía aseguraba en una entrevista telefónica con varios líderes hispanos el pasado 20 de mayo, que tenían a Venezuela “rodeada”. “La tenemos rodeada. La tenemos rodeada hasta unos niveles que nadie sabe”, expresó.

Donald Trump añadió a los que le preguntaron por Venezuela en esa conferencia telefónica que “algo va a suceder, porque no vamos a seguir tolerándolo, hemos sido muy duros con ellos, duros con el petróleo, duros con las sanciones, más duros de lo que nadie puede imaginar, al final vais a estar muy satisfechos”.

Pero lo cierto es que, a pesar de la tensión, finalmente el Fortune llegó sin sobresaltos y ya se encuentra a salvo en territorio venezolano donde se espera que en las próximas horas el gobierno de Nicolás Maduro realice un recibimiento con honores a su tripulación.

PVDSA quebrada

Frente a toda esta polémica, el mandatario chavista aseguró unos días antes que “estaban listos para lo que sea”, y el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López anunció que los cargueros iraníes serían escoltados por “naves, buques y aviones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para darles la bienvenida”. Y así ha sido sin ninguna reacción en contra hasta el momento.

El gobierno de Irán también se manifestó firme ante las amenazas de EEUU y advirtió que “no tolerará los obstáculos, tanto de Estados Unidos, como de otros países. Saben que no dudaremos. Si los obstáculos continúan o se incrementan la respuesta será contundente”.

El Fortune es el primero de cinco barcos iraníes (le acompañan el Clavel, el Forest, el Petunia y el Faxon) que traen hasta Venezuela, sumida en la peor crisis de escasez de combustible de su historia reciente, 1.487.500 barriles de petróleo por un valor de 45 millones de dólares.

Esta carga pretende paliar, al menos en parte, el desabastecimiento de gasolina que sufre el país y que se ha visto agravado durante la cuarentena por la COVID-19, dejando unas fotografías de desesperación y queja entre la población que se ve obligada a esperar colas durante días en las estaciones de servicio para poder surtir apenas medio tanque de combustible de su vehículo. Y eso, con suerte, porque la mayor parte de las veces, ni siquiera consiguen echar gasolina a pesar de las largas horas de espera.

PDVSA, la empresa estatal de petróleos de Venezuela ha sido saqueada hasta tal punto que el poco petróleo que extrae al día o lo tiene que enviar a Cuba o lo raciona para consumo interno. Se habla de miles de millones de dólares los que los dirigentes chavistas se han quedado del contrabando con el petróleo nacional. En los últimos diez años, PDVESA no ha invertido en las plantas de extracción ni de refino, y la situación es de quiebra técnica.

Gasolineras controladas por el ejército

Las gasolineras, controladas por los militares desde el comienzo de la pandemia, se han convertido en un centro de corrupción donde, ante la severa escasez, ha aflorado un mercado negro insostenible donde los propios efectivos militares revenden el litro de gasolina hasta por 3 dólares; y eso en el país con la gasolina más barata del mundo (en Venezuela, el combustible está subsidiado por el gobierno casi en su totalidad). El negocio de la paradoja está servido.

Venezuela era considerada la "Arabia Saudí" de América. Y como para los saudíes la gasolina es prácticamente gratis. En Venezuela no se ha pagado por el combustible en los últimos sesenta años. La riqueza de Venezuela en materias primas como oro o petróleo ha sido literalmente destruída tras décadas chavistas de mala praxis, desfalco y corrupción en su administración.

Además, en los últimos años, al desfalco se le unido la caída internacional del precio de crudo y las sanciones de EEUU a la industria petrolera venezolana que comenzaron en 2017 y que han sufrido una escalada de agresión fuerte durante los últimos meses (especialmente tras las sanciones el pasado mes de enero a las petroleras rusas Rosneft Trading y TNK Trading International) y a sus máximos ejecutivos.

La red de refinerías de PDVSA llegó a tener la capacidad de procesar 1,3 millones de barriles por día (bpd) de combustible. Según un cable de la agencia Reuters, el pasado mes de marzo, sus instalaciones procesaron solo 101.000 bdp de crudo y produjeron solo 7.000 bdp de gasolina, según un documento interno de PDVSA citado por la propia agencia.

Por su parte, y según esta misma información, las autoridades venezolanas estarían distribuyendo solo 30.000 bdp de gasolina a las estaciones de servicio del país, una cantidad muy por debajo de las necesidades básicas de una población que ni siquiera en cuarentena puede justificar una disminución tan drástica en el consumo (el consumo medio mensual de Venezuela antes del confinamiento rondaba los 170.000 bpd).

Gasolina y componentes químicos

En los buques iraníes, aparte de combustible, también se están transportando reactivos químicos e insumos necesarios para poner en marcha las refinerías de El Palito (Estado Carabobo, centro del país) y la refinería de Amuay, ubicada en el Estado Falcón, al occidente de Venezuela y que ostenta el título de ser la más grande de todo el territorio nacional.

Ambas están paralizadas desde hace meses por la falta de inversión y mantenimiento tras los años de abandono y corrupción. En el marco de este intento desesperado por conseguir fuel, el gobierno de Nicolás Maduro ya había concretado acuerdos con Irán y durante el mes de abril llegaron a Venezuela varios vuelos de la (también sancionada) compañía aérea Mahan con el objetivo de poner en marcha estas instalaciones y responder así a la situación de crisis por el combustible.

Según ha denunciado un sector de la oposición venezolana, Irán se estaría llevando nueve toneladas de oro a cambio de todas estas gestiones con el gobierno de Maduro, algo que el gobierno de los ayatolás niega. De hecho, las informaciones sobre cómo se están explotando las minas de oro del Arco Minero del Orinoco pusieron en el foco de la noticia el enriquecimiento y el brutal desprecio a los derechos humanos del régimen de Maduro en un documental de la CNN.

La cooperación entre ambos países (los dos sancionados por el gobierno estadounidense y la comunidad internacional) no es una novedad. Tal y como ha señalado en su cuenta de Twitter el Embajador de Irán en Venezuela, Hojat Soltani, “amor con amor se paga. En 2008, #Venezuela bajo liderazgo del comandante Chávez, envió gasolina a Irán que estaba bajo sanciones; y hoy esta nación persa, que está bajo el liderazgo de Imam Khameney, envió los tanqueros de gasolina a tierra de los héroes de Venezuela”.

La última información oficial ofrecida por VTV (Venezolana de Televisión) y Telesur, ambos canales del estado, el Fortune arribará a puerto a las 5 de la mañana del domingo. A partir de ese momento comenzará el reparto del combustible por los diferentes estados del país, aunque está por ver, una vez lleguen los cinco cargueros a Venezuela, por cuántos días podrán solventar la crisis sus casi millón y medio de barriles de combustible.