Megan Fox reconoce que sufre dismorfia corporal: "tengo inseguridades muy graves"
Megan Fox sufre disformia corporal
La actriz se ha sincerado en una entrevista
Las inseguridades han llegado a afectar la carrera de la actriz
La actriz estadounidense Megan Fox ha concedido una entrevista en la que se ha sincerado sobre la dismorfia corporal que dice sufrir y las graves inseguridades que eso le provoca tanto a nivel personal como a nivel profesional.
Durante años, el mundo la ha considerado como una de las actrices más atractivas de la televisión norteamericana pero, tal y como ella misma ha reconocido en una charla mantenida con la revista GQ, la presión por tener un cuerpo perfecto le ha acabado generando graves inseguridades.
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"Si, tengo dismorfia corporal"
La propia Fox asegura en la entrevista que se trata de un problema que lleva sufriendo durante mucho tiempo. "Aunque todos alaguen la belleza de una persona, puede que en realidad el o ella no se sienta de esa manera"-ha explicado.
Aunque en el artículo publicado por GQ tampoco se ofrecen más detalles sobre el trastorno que sufre la actriz, no es la primera vez que una mujer famoso reconoce haber sufrido inseguridades por su apariencia física. En la mayoría de los casos, las celebreties optan por la cirugía estética para encajar en los exigentes cánones de belleza del mundo del cine y la televisión pero en los últimos años han comenzado a alzarse numerosas voces en defensa de las 'imperfecciones'.
¿Qué es la dismorfia corporal?
La dismorfia corporal viene provocada habitualmente por la obsesión por la belleza y la perfección. Se trata de un trastorno mental por el cual quién lo padece sufre un tormento excesivo por una imperfección del cuerpo que, en algunos casos, resulta imperceptible para los demás.
La mejor forma para prevenir este tipo de trastornos es contemplar la imagen de uno mismo sin la utilización de filtros ni maquillajes para así poder llegar a unos niveles de aceptación razonables para la salud mental. Las redes sociales y las imágenes de influencers con un aspecto 'perfecto' son capaces de generar inseguridades y trastornos entre sus usuarios de entre los que los menores de edad son uno de los colectivos más vulnerables.
