Janet Witt, una mujer de 72 años de edad que llevaba dos décadas trabajando en la tienda de una granja de miel en New Quay, en Gales, Reino Unido, ha ganado la demanda que interpuso contra su jefe por llamarla “anciana” durante una discusión y este deberá pagarle casi 20 000 euros.
En agosto de 2019, la mujer, gerente de la tienda, descubrió que su jefe desde 2015, Sam Cooper, de 45 años le pagaba una libra esterlina menos por hora de trabajo que al hombre que, en su misma posición, trabajaba en la tienda de té adjunta a la de miel. Esto motivó una discusión en la que Cooper, tras llamarla “anciana”, le recriminó estar “arraigada en sus costumbres”.
Durante la discusión, según publica el diario 'Daily Mail', el hombre acusó a Janet Witt de comportarse “como una niña” y le reprochó haberle hecho tales reclamos, espetándole que debería sentir “vergüenza”.
Ante tales palabras, la mujer se marchó de la tienda y el hombre, no conforme, comenzó a seguirla hasta su coche al tiempo que le gritaba, maldecía y le hacía gestos ofensivos. Witt no volvió nunca más a la tienda y otra persona ocupó su puesto.
La mujer decidió entonces demandarle por discriminación por edad, victimización y despido injusto. El tribunal estimó que hubo discriminación por edad al llamarle “anciana” y estimó que el acusado debía de pagarle a la trabajadora, que ahora trabaja a tiempo parcial en una fábrica de lana, la cantidad de 16 943 libras (unos 19 642, 50 euros) por el daño emocional y para compensar la diferencia de salario con el otro trabajador.