Serhii Plokhy: “Hay un paralelismo entre las políticas del gulag y las que se aplicaron en Ucrania durante la 'Gran Hambruna'"

  • Serhii Plokhy, historiador de la prestigiosa Universidad de Harvard, explica a NIUS la importancia histórica de la "Gran Hambruna" causada por Stalin en Ucrania en 1932 y 1933 y la conexión de esta atroz experiencia con la actual amenaza rusa en las fronteras ucranianas.

Hay un triste aniversario del que poco se habla estos días, por mucho que se tenga el foco puesto en la tensión que se vive en Ucrania por culpa de cómo ha amasado efectivos en sus fronteras con ese país el Ejército de Rusia. Se trata de los 80 años del “Holodomor” o la “Gran Hambruna”, que dejó en Ucrania unas estimadas en cuatro millones de personas muertas por no poder comer.

Fue una hambruna causada por el hombre. Se podría decir que ese hombre fue Joseph Stalin. Bien lo sabe el profesor de historia especializado en Ucrania Serhii Plokhy, (Nizhni Nóvgorod, 1957).

Este profesor de la prestigiosa Universidad de Harvard (Estados Unidos) es el responsable del proyecto que lleva por nombre Atlas digital del Holodomor, la “Gran Hambruna” de 1932 y 1933 en Ucrania. Esta iniciativa usa el Sistema de Información Geográfica (SIG), dotado de modernos avances tecnológicos para explicar aquella atroz experiencia de la historia ucraniana.

A través de ese sistema, Plokhy y su equipo han creado nuevos e importantes mapas que revelan cosas como que “el Gobierno de Moscú decidió que tenía que facilitar asistencia a las zonas del sur de Ucrania, porque esas eran las principales zonas de producción de cereales”, dice Plokhy en esta entrevista con NIUS. En las otras regiones, la gente se podía – y de hecho así pasó – morir de hambre.

En la “Gran Hambruna”, las zonas que más víctimas registraron fueron las del centro de Ucrania, algo que la diferencia de las otras hambrunas que sufrió el país en la segunda década del siglo pasado.

Es las anteriores hambrunas, quedaron más golpeadas las partes del sur de país, tradicionalmente productoras de cereales y más propensas a sufrir hambre en los años de malas cosechas. Que la de 1932 y 1933 se centrara en otras regiones centrales de Ucrania, es indicativo de su carácter “hecho por el hombre”, según apuntan en el equipo de trabajo de Plokhy.

“En realidad, la investigación en archivos empezó tras la caída de la Unión Soviética. Aunque la historia de la Gran Hambruna tenga ochenta años, en los primeros 50 años fue imposible estudiarla, o recoger testimonios”, según Plokhy.

El trabajo de Plokhy en Harvard resulta tan importante como que ayuda actualmente a comprender una funesta acción política de Stalin que Raphael Lemkin, quien acuñó el término de “genocidio”, llamó precisamente “genocidio”. Durante los años de la Unión Soviética el Holodomor no se pudo estudiar como ahora tratan de hacer Plokhy y compañía.

En días de tensión geopolítica como los actuales en Ucrania debido a la amenaza rusa, el trabajo de Plokhy también se ve dificultado. “En Moscú, la 'Gran Hambruna' son malas noticias políticas. Porque se percibe como algo que Rusia hizo a Ucrania”, apunta Plokhy, autor, entre otros del libro "El último imperio: los días finales de la Unión Soviética (Ed. Turner, 2015).

“En Rusia están más cómodos con el relato soviético según el cual Stalin sigue siendo alguien políticamente importante y popular en Rusia. Pero Stalin es el asesino de millones de personas. En Ucrania, la percepción de Stalin no es la misma”, abunda este historiador de Harvard.

P: En esta entrevista vamos a hablar de lo que se llama “Holodomor”, o la “Gran Hambruna” de 1932 y 1933 en Ucrania. Ese país sufrió antes otras hambrunas, que no reciben ese apelativo de Holodomor, ¿no es así?

Esta pregunta es difícil de responder. Porque muchos historiadores y políticos no están de acuerdo en esto. La de 1932 y 1933 tiene esa atribución histórica de Holodomor, que quiere decir “muerte por hambre” o “matar de hambre”. Pero hubo tres grandes hambrunas en Ucrania durante los tiempos de la Unión Soviética. Y hay quien dice que las tres son Holodomors. Pero la ampliamente aceptada como Holodomor es la de 1932 y 1933.

P: Gracias a su investigación a través de mapas sabemos más en lo que respecta a estas hambrunas causadas por las decisiones que se tomaban en Moscú en tiempo de la Unión Soviética. Pero que esa hambruna de 1932 y 1933 fue causada por el hombre era algo conocido, ¿no es así?

Que esas hambrunas fueron la consecuencia de decisiones humanas era algo que conocíamos. Nosotros, a través de los mapas, vimos cosas que ya sabíamos. Pero a través de otros ángulos y con otra metodología, es decir, viendo lo que indicaban los mapas. Llegar a esas conclusiones, ya conocidas, usando otros métodos nos dio confianza para seguir con esta metodología.

P: ¿Y qué descubrieron?

Algo que descubrimos es que, cuando empezó la hambruna, el Gobierno de Moscú decidió que tenía que facilitar asistencia a las zonas del sur de Ucrania, porque esas eran las principales zonas de producción de cereales. El Gobierno los quería produciendo cereales. Pero las áreas que no estaban produciendo cereales, ahí la gente podía morir, en la lógica del Gobierno de Moscú. También descubrimos que Stalin no sólo pensaba de forma económica lo que estaba pasando. Porque acusó al Gobierno de Ucrania y los agricultores ucranianos de ser nacionalistas.

Lo que pasó en la “Gran Hambruna” es idéntico a lo que pasaba en los campos de concentración soviéticos

Así, se dio una explicación nacional a la hambruna, que implicó que, en general, se diera un trato más duro a Ucrania respecto a otras regiones de la Unión Soviética. En otras áreas de la Unión Soviética no había este componente político. También hay que tener en cuenta que, en Ucrania, los que más sufrieron fueron las áreas de población étnica ucraniana. Y esas precisamente fueron las áreas que plantearon más problemas en tiempos de la revolución, donde hubo rebeliones de agricultores, por ejemplo.

P: Así que Stalin, a sabiendas de que había gente muriendo, decidió sólo apoyar las regiones donde la colectivización estaba funcionando mejor y donde la tierra ofrecía mejores resultados.

Exacto. La escritora, periodista e historiadora Anne Appelbaum, que escribió el premiado "Gulag. Historia de los campos de concentración soviéticos" (Penguin Random House 2012), dijo al conocer los resultados de nuestra investigación que lo que pasó en la “Gran Hambruna” es idéntico a lo que pasaba en los campos de concentración soviéticos, donde los prisioneros que podían trabajar y todavía conservaban su peso o estaban más sanos se les mantenía mientras que a los otros, los que no podían producir, se les dejaba morir. Hay un paralelismo entre las políticas del gulag y las que se aplicaron en Ucrania durante la “Gran Hambruna”.

P: ¿Hasta qué punto la colectivización puesta en marcha por la Unión Soviética es un factor a la hora de explicar la “Gran Hambruna”?

La colectivización es un factor en la medida en que los agricultores fueron obligados a unirse a las granjas colectivas. Cuando lo hacían, no tenían de verdad incentivos para trabajar. Y el Gobierno de Moscú iba, independientemente del coste humano, a por los cereales, iba a quedarse con esos cereales de todas formas. La colectivización facilitaba el acceso al Gobierno a los cereales, pero al mismo tiempo las granjas producían menos.

P: Sorprende que, pese a que se estén cumpliendo en 2022 los 80 años del inicio de esta hambruna, todavía haya cosas que revelar sobre lo que pasó. ¿Por qué pasa esto?

Aún quedan muchas cosas que descubrir. Una de las razones clave de esto es que hubo una operación para ocultar lo que estaba pasando. La información relativa a la hambruna no se hizo pública. Hubo problemas para registrar los fallecimientos, se registraban a la baja, y también hubo un intento de ocultar determinada información, documentación y estadísticas, especialmente las relativas a la demografía. Esto permite ahora poder descubrir cosas. En realidad, la investigación en archivos empezó tras la caída de la Unión Soviética.

La “Gran Hambruna” se ha transformado en uno de esos temas importantes de memoria histórica de Ucrania

Por eso, aunque la historia de la “Gran Hambruna” tenga ochenta años, en los primeros 50 años fue imposible estudiarla, o recoger testimonios. De hecho, ya no queda gente que la haya sobrevivido. En el mejor de los casos, hay niños de aquella época que pueden contar la historia de sus padres o abuelos. Además, la “Gran Hambruna” se ha transformado en uno de esos temas importantes de memoria histórica de Ucrania. Pero no es algo que sea políticamente aceptable de estudiar en Rusia. Y muchos de los archivos de la Unión Soviética, que era un estado muy centralizado, están en Rusia. Y allí los investigadores tienen ahora problemas de acceso a los archivos.

P: ¿Su proyecto sufre ahora problemas por la tensión que se vive entre Rusia y Ucrania ?

Sí. Este es otro factor que complica la investigación.

P: Se sabe incluso que Stalin mandó matar a quienes le traían datos demográficos sobre lo que estaba pasando en Ucrania en 1932 y 1933. Esto también ha de complicar su trabajo.

Sí, ya he comentado que había problemas a la hora de registrar las muertes. Había otros problemas, como usted indica, con los responsables de censar la población, o el hecho de que la Unión Soviética fuera una sociedad cerrada, entre otras cosas. Como historiador, yo aquí tengo que decir: “sólo puedo trabajar con lo que hay en los documentos oficiales”. Pero para ir más allá, intervienen los demógrafos, que toman los datos de los historiadores, los censos anteriores y posteriores a la hambruna, y, a través de fórmulas matemáticas muy complejas, se observa que falta gente. Alrededor de cuatro millones de personas en Ucrania, y dos millones fuera de Ucrania, según los datos que manejamos nosotros, que son del mayor rigor científico.

P: Si usted pudiera hacer su trabajo con más acceso a documentos en Moscú, no daría lugar a buenas noticias para las autoridades rusas...

Primero, en Moscú, la “Gran Hambruna” son malas noticias políticas. Porque se percibe como algo que Rusia hizo a Ucrania. Segundo, se teme que intervengan en este tema peticiones de compensaciones y cosas así. Luego, hay otra dimensión a considerar. En Rusia están más cómodos con el relato soviético según el cual Stalin sigue siendo alguien políticamente importante y popular en Rusia. Pero Stalin es el asesino de millones de personas.

En Rusia se hace hincapié en que también hubo hambruna esos años fuera de Ucrania. Pero nunca hubo en Rusia interés por estudiar lo que pasó

En Ucrania, la percepción de Stalin no es la misma. En Rusia se hace hincapié en que también hubo hambruna esos años fuera de Ucrania. Pero, por otro lado, nunca hubo en Rusia interés por estudiar lo que pasó. La histórica de la Unión Soviética juega un papel muy diferente entre las actuales memorias históricas de Rusia y de Ucrania.

P: Varios países, incluidos Estados Unidos y hasta el Vaticano, han reconocido la “Gran Hambruna” como un genocidio. ¿Qué le parece a usted el uso de esta palabra para referirse a lo que ocurrió?

Raphael Lemkin creó el término de genocidio. Él consideraba que la “Gran Hambruna” fue un genocidio. Él tenía una concepción amplia de esa palabra. En ella, el uso del hambre forma parte del concepto de genocidio. Combinado a eso hubo, entre otras cosas, el ataque contra, por ejemplo, las iglesias ucranianas, la lengua ucraniana – donde se impidió la publicación y la enseñanza en ucraniano para los ucranianos – y los agricultores a través de a legislación puesta en marcha por la Unión Soviética.

Se puede entender que fue un genocidio. Si el padre del concepto lo dijo... ¿Quién tiene el derecho de desafiar esa percepción? Ahora bien, hay una decisión de la ONU de genocidio que resultó de un compromiso en el que participó la Unión Soviética y, según esa definición, parte de lo que pasó en Ucrania se puede considerar un genocidio y parte no. Pero yo pienso que, intelectualmente, resultaría deshonesto no tener en cuenta lo que ha dicho al respecto el padre del concepto.

P: Hace unos días, en la conferencia de prensa que dio Vladimir Putin en Moscú junto al canciller alemán Olaf Scholz, el presidente ruso dijo en el este de Ucrania está teniendo lugar un genocidio contra los ruso-parlantes del Dombás. ¿Qué le parece usted esa afirmación?

Aquello fue un mal uso del término genocidio. Todo el mundo lo sabe que no hay fundamento en esa afirmación. Putin está usando un concepto legal para justificar un comportamiento ilegal, como puede ser la continuación de la guerra. Personalmente, estoy en espera de que se ofrezcan pruebas que justifiquen esa afirmación.

El hecho es que en Ucrania, desde las protestas del Euromaidán, la población dejó de querer vivir con esos dos relatos conflictivos, el de la historia de Ucrania y del de la Unión Soviética. Por eso se vieron caer en su momento aquellas estatuas de Lenin. En Ucrania ha habido una revolución en términos de memoria histórica en los últimos siete años y la “Gran Hambruna” es una parte importante de esa memoria.

P: ¿Pero qué visión de la memoria histórica tiene en el Dombás o en Crimea?

Allí no cayeron las estatuas de Lenin. La memoria allí forma parte del conflicto. Hay que tener en cuenta que el relato soviético de la historia está muy anclado en algunas generaciones de ucranianos. No es fácil sacar a la gente de la forma de entender la historia que fue impuesta por el régimen soviético durante 70 años y ante la cual no había alternativa.